n Quien lo hace traiciona al partido, dice Bartlett
Los gobernadores no deben tener preferencias por un precandidato
Javier Valdez Cárdenas, corresponsal, Culiacán, Sin., 21 de abril n Manuel Bartlett Díaz criticó a los gobernadores priístas que apoyan a alguno de los aspirantes a la candidatura por la Presidencia de la República de su partido, a quienes acusó de cometer ''actos ilegítimos e inmorales'' que traicionan al tricolor. Advirtió que el sistema no lo aplastará en su búsqueda de la postulación presidencial y la democratización del PRI.
En clara alusión al mandatario Juan Sigfrido Millán Lizárraga, el poblano afirmó que los gobernadores no puede tener candidato, ''porque de lo contrario habrá 32 dedazos en el país''.
Apenas este sábado Millán encabezó, junto con José Antonio González Fernández, la reunión en la que el Consejo Político Estatal sinaloense le dio el espaldarazo a Labastida Ochoa.
Luego de reunirse con maestros, estudiantes y trabajadores universitarios de la Facultad de Agronomía de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), Bartlett Díaz criticó al gobernador de Guanajuato, Vicente Fox; al de Tabasco, Roberto Madrazo, y a los secretarios de Gobernación, Labastida Ochoa, y de Desarrollo Social, Esteban Moctezuma, quienes ''utilizan grandes recursos para promover su imagen. Yo no tengo dinero, llevo una campaña novedosa mientras los otros lo hacen en el aparato que les facilita las cosas'', dijo luego de rechazar el calificativo que lo ubica como un político duro.
Bartlett fue recibido en el aeropuerto local por amigos, simpatizantes de su candidatura --entre ellos el ex secretario de Educación en la administración estatal, Gerónimo Martínez García-- y algunos dirigentes de la CROC.
Sin la compañía de dirigentes del PRI, en el edificio del tricolor señaló que están equivocados aquellos que plantean que la práctica del dedazo garantizará la unidad interna entre militantes y dirigentes del priísmo. ''Si nosotros pensamos que el dedazo resuelve el problema de la unidad, estamos equivocados y no tomaríamos en cuenta que los priístas ya no quieren eso, que quieren voz y voto y que ya nadie cree en esa maravilla sobrenatural'', comentó.
Bartlett dijo que confía en las expresiones del presidente Ernesto Zedillo en el sentido de que no tiene candidato y que no habrá imposición, aunque aclaró que de presentarse irregularidades o ''mañosadas'', habría divisiones en el PRI.
Manifestó que un proceso auténticamente democrático tiene que basarse en la imparcialidad absoluta del Comité Ejecutivo Nacional priísta, los comités estatales y municipales, lo mismo que de los gobernadores, ''porque sería inmoral y poco ético que así sucediera''.