n Vázquez Montalbán, autor de Quinteto de Buenos Aires


La poética del neocapitalismo viene a ser la novela policiaca

n Del desorden imperante emergerá una nueva izquierda, vaticina

César Güemes n Es una máquina de pensar y de escribir. Por eso es siempre saludable tenerlo en México, sobre todo ahora que al fin se ha tomado la iniciativa editorial de hacer que circulen sus obras en nuestro país. La distribución del más reciente título de la serie de Pepe Carvalho, Quinteto de Buenos Aires (Planeta), es motivo necesario para conversar con el narrador y ensayista español que hoy, a las 19:30 horas, en la Casa de Cultura Jesús Reyes Heroles participa junto con Adolfo Sánchez Vázquez y Paco Ignacio Taibo II en la mesa redonda En torno a la situación actual de la izquierda revolucionaria y sus protagonistas: el caso Cuba.

ųLuego del auge que tuvo la narrativa del crimen en España, ahora salvo usted y Andreu Martín, casi no se mantiene nadie dentro del género. ƑA qué lo atribuye?

ųA que eso fue más una llamarada que una realidad. El que cultivaba el género de manera más fiel era Andreu Martín, el que respetaba más las reglas. Por mi parte lo que intenté desde el comienzo de la serie de Carvalho es una novela de conocimiento social mediante la estrategia policiaca. Luego vino el premio Planeta a Los mares del sur y aparecieron en España colecciones que tradujeron de manera sistemática la novela negra estadunidense. Los editores pensaron entonces que el género era negocio y los escritores creyeron que era un rubro muy fácil de hacer. Eso multiplicó las colecciones. Después Taibo II comenzó sus encuentros en Gijón en los que se defendía el rigor literario. Con el tiempo todo lo que menciono se va deshinchando y quedan sólo algunos autores que lo cultivan.

 

Personaje dotado de rasgos fijos

 

ųLa novela policial contemporánea permite acceder a realidades que no están ni en la novela intimista ni en los noticiarios de tono amarillo. ƑQué sucede?, ƑEntonces a los escritores en castellano no les interesa más lo que pasa bajo la epidermis?

ųLa poética del neocapitalismo, en mi opinión, es la novela policiaca. Entendido por neocapitalismo no el que ahora avanza, sino el puro y duro, el que estalla en Estados Unidos en los años veinte y es un ensayo general de lo que será el sistema productivo. Eso genera una sociedad cargada de tensiones, de relación entre política y delito, de doble moral. La poética de la novela negra describe todo eso. A medida que las otras sociedades se han ido pareciendo a ésa es que se hace verosímil la lógica y el discurso de la novela negra. Es una poética adecuadísima para describir los conflictos sociales de cada época. Por eso hay toda una tendencia incluso trotskista, de narradores inspirados por Mandel, quien llegó a escribir un libro en el cual sostiene que la única novela legítima y ética de nuestro tiempo es la policiaca.

ųCarvalho no cede terreno. Es un personaje con el que ha realizado experimentos estructurales y anecdóticos. Ese es uno de los secretos que lo mantiene con vida en el mundo de las letras.

ųMantengo un cierto pacto con el lector: no asume la serie de Carvalho como policiaca, sino como novelas en las que aparece un investigador privado que no se parece a los detectives al uso. Luego, he tratado de no caer en el recurso de la fórmula; hago lo posible por introducir las suficientes variantes como para que cada libro se legitime por sí mismo. La única fórmula que respeto es la de un personaje dotado de rasgos fijos. Salvo eso, me he permitido muchas libertades con él porque me da horror la novela de receta.

ųSi Carvalho se fatiga e incluso se le mueren los amigos, Ƒno se cansa usted del personaje?

ųDe vez en cuando sí, y mientras descanso una temporada me dedico a hacer barbaridades como el libro sobre Fidel Castro o vengo aquí a encontrarme a caballo con Marcos.

''Son momentos en que dejo aparcado al personaje y escribo otras novelas. Pero de vez en cuando necesito volver a él porque me facilita mucho la descripción de los procesos de la realidad. Descubrí la metodología para hacer algo así y no caer en todo lo que pensé que ya estaba quemado como mecanismo de aprehensión de la realidad en la novela social de este siglo: están quemados el naturalismo, el sicologismo, el realismo socialista.

''La estructura central de Carvalho se basa en la arbitrariedad de que se va a investigar la violación de un tabú. Con la libertad que eso me genera puedo hacer novela-crónica sin sentirme agobiado por el riesgo de caer en el panfleto o en la novela ideológica.''

 

Poner en duda el poder

 

ųSin embargo, ideológicamente el personaje sí tiene una carga a veces anarquista, en ocasiones de izquierda, aunque no sea radical.

ųEs un izquierdista esencial, aunque el aparato formal no es identificable ni con los anarquistas ni con los comunistas. El pone en duda el poder, sea el político, el económico o el cultural. Seguro que el poder ha cometido algún pecado. Si hacemos un análisis más profundo del personaje es en todo caso más anarquista que dependiente del socialismo científico. Sabe que la dominación implica crueldad e injusticia.

ųƑQué lo llevó personalmente a situar uno de sus libros en Argentina y qué pudo ser tan poderoso como para que Carvalho saliera de Barcelona?

ųA finales de los años ochenta trabajaba en mis proyectos y de pronto me llamaron unos argentinos que deseaban verme para proponerme un proyecto sobre Carvalho. Les dije que no tenía por lo pronto la perspectiva de ir a Buenos Aires a lo cual me respondieron que ellos me visitarían. Fue una pareja, formada por ex montoneros que habían estado en la clandestinidad; la mujer exiliada en México, y el varón en un sitio perdido de la Patagonia, para que no lo encontraran los milicos. Me hablaron de un grupo de personas involucradas en esa experiencia que después se dedicaron a trabajar en los medios y que contaban con la posibilidad de hacer una serie de televisión. Querían, pues, que fuera Carvalho a Buenos Aires. El planteamiento estaba claro: un extranjero que llega a Argentina para ver qué pasa ahí después de los militares, Alfonsín y la primera etapa de Menem.

 

A fin de milenio todo está en crisis

 

''Me encantó el proyecto. Me fui a Argentina, estuve allá un mes y comencé a adquirir una serie de conocimientos que luego me fueron muy útiles. La única solución que encontré fue la de apegarme a la mirada del extranjero que llega a Buenos Aires con tres conocimientos básicos: ahí hay tango, desaparecidos y Maradona. Así resolví los 13 guiones de la serie, pero el proyecto no pasó del programa piloto. Entonces se me hincharon las narices y con todo el material que había reunido hice después la novela, respetando la estructura original que me había planteado. Hay una novela base que es el encuentro de un desaparecido y después otras historias particulares. La escribí y al acabar mi única gran duda fue cómo iba a caer eso en Argentina con lo dueños de lo suyo que son los argentinos. Pensé que iban a decir: Ƒpor qué este gallego de mierda se ha metido en lo que no le importa?"

ųFinalmente no fue eso lo que sucedió, Manuel.

ųNo, por fortuna. La presenté en Buenos Aires y la respuesta fue espléndida. Les pareció un libro que no se hubiera atrevido a escribir un argentino. Y me lo explico: he contado con la desfachatez del extranjero que no tiene por qué respetar determinados elementos. Me atreví a publicarla con mucho pánico aunque mis temores resultaron infundados.

ųEste martes por la noche participa en una mesa redonda sobre la izquierda. ƑCuál es su balance de la izquierda de habla castellana?

ųCreo que una nueva izquierda se conformará a partir de la comprobación del desorden existente. Muchos somos de izquierda porque ya estaba así codificado el mundo, ya estaban avalados los discursos marxista, comunista o socialdemócrata. Pero a final de siglo todo eso está en duda y en crisis. Hay que dar una respuesta al hecho de que hoy exista más hambre en el mundo que hace 70 años, que haya más injusticia, que no es lo mismo ser globalizado que globalizador. Eso requiere de una respuesta de carácter político. La izquierda nueva se tendrá que conformar a partir de pautas y usos de este tiempo nuevo, asumiendo y rescatando lo que reste del naufragio del siglo XX.