La Jornada miércoles 28 de abril de 1999

ASTILLERO Ť Julio Hernández López

El rector de la UNAM, Francisco Barnés de Castro, dio ayer un paso al frente antes de que una avalancha lo arrollara.

 

Emplazado por el Consejo General de Huelga a dialogar de manera pública, directa, resolutiva y sin intermediación, y advertido de las propuestas de académicos de crear una comisión mediadora, el rector del neoliberalismo salinista-zedillista prefirió hacer algo que cuando menos aparentara que sí tiene deseos de que se resuelva el conflicto universitario.

 

Por ello, Barnés convocó a los paristas a dialogar de manera no pública y directa pero sí con capacidad resolutiva y sin mediadores.

 

Es lo menos que podía hacer el señor rector de la UNAM, pues la huelga de poco más de una semana estaba entrando en un terreno peligroso, en el que no sólo se advertía una postura indolente e intolerante de la parte rectoril sino que, además, comenzaba a convertirse en un espacio de reyertas partidistas, futuristas, en el que estaban asomando ya la cola las posturas políticas más retardatarias y represivas.

 

El tufo diazordacista

 

Ese olor, esa rememoración del 68 y el diazordacismo, está en la manipulación extrema, ofensiva, innecesaria, que en los medios electrónicos se hace con- tra los jóvenes paristas y los maestros solidarios.

 

Pero no sólo allí estaba creciendo en los medios (a instancias del Estado) el tufo de la derecha deseosa de mantener el orden a cualquier costo. En el Senado de la República, por ejemplo, dos ejemplares altamente representativos de la irascibilidad senil han expresado abiertamente sus posturas autoritarias.

 

José Trinidad Lanz Cárdenas, ex ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y hoy senador priísta, ha pedido que intervenga la fuerza pública en la UNAM, "para restablecer el estado de derecho fracturado por minorías arbitrarias, sin ninguna justificación".

 

Y Alfonso Martínez Domínguez, el popular Alconso que era jefe del Departamento del Distrito Federal el 10 de junio de 1971, también se suma a la campaña de impulso a la mano dura, a la vara de kendo, a los piquetes de paramilitares, al asesinato de estudiantes: no hay que dar marcha atrás, recomienda don Alconso a las autoridades.

 

Y, mientras tanto, los enfrentamientos físicos entre quienes desean seguir la línea oficial de abrir centros alternos de estudio y quienes pretenden impedir ese boicot al paro en curso. Golpes, amenazas, violencia desatada.

 

Frenar las polarizaciones

 

Por ello, porque el camino escogido pareciese ser el que intencionalmente llegase a la crisis, a la violencia, al enfrentamiento, es que Barnés ha tenido que recomponer sus planes. "Estoy preparado para una huelga larga", habría dicho Barnés a Carlos Imaz, según una versión personal dada por éste a la revista Proceso.

 

Cierta o no la frase, lo cierto es que la rectoría parecería estar apostando a la agudización del conflicto, al empantanamiento de la parte estudiantil (leer las crónicas de Hermann Bellinghausen), al estallido de sus contradicciones internas.

 

En ese contexto, es positivo el llamamiento de Barnés, aunque sus términos van a provocar fuertes debates en la parte estudiantil parista.

 

Lo malo son los extremos. Tanto los de quienes desde el flanco juvenil están apostando a la exacerbación, a la guerrilla de asfalto, como la de quienes, desde la franja oficialista, pretenden usar los incidentes como parque en su batalla contra el perredismo y el cardenismo.

 

San Andrés Larráinzar en la UNAM

 

En ese sentido, poco favor le hace a Barnés la declaración hecha ayer mismo por Francisco Labastida Ochoa, el rey por un día de los duros, apoyando su convocatoria al diálogo. Es imposible dejar de pensar en San Andrés Larráinzar cuando Labastida Ochoa habla de diálogo y negociación refiriéndose a la UNAM.

 

De cualquier manera, la postura del rector es positiva y debe analizarse con cuidado. Bien aterrizada, puede ser la llave que destrabe un conflicto en el que los mayores riesgos están en el actuar de los duros, de los acelerados que hay de cada lado.

 

Otro cuento del contador guerrerense

 

En anterior entrega informamos al respetable público de cómo el gobernador de Guerrero, René Juárez Cisneros, contrató como coordinador de comunicación social a un contador para que se dedique a contar cuentos.

 

Ayer, sin embargo, llegó una nueva perla del contador Pano. Resulta que diputados y presidentes municipales de filiación perredista enviaron en días pasados una carta al secretario general de Gobierno, Florencio Salazar Adame, en la que, sin hacer un reconocimiento del impugnado triunfo de Juárez Cisneros, se acepta que para el funcionamiento de sus espacios representativos es necesario mantener relaciones institucionales.

 

En ese contexto, el alcalde de Iguala, Lázaro Mazón, estuvo ausente de la entidad y por ello no firmó la citada carta. A su retorno al terruño, fue entrevistado por un solo medio, La Jornada El Sur, cuyo corresponsal Eduardo Albarrán consignó que Mazón compartía los planteamientos institucionales de sus compañeros y reiteraba que ello no significaba el reconocimiento a Juárez Cisneros.

 

Boletina, que algo queda...

 

Presto, raudo, el contador de cuentos, señor Pano, en cuanto leyó la entrevista con La Jornada El Sur redactó a partir de ella un boletín de prensa que hizo publicar en la mayoría de los medios locales, en el que asentaba que Mazón, al igual que los otros alcaldes perredistas, aceptaban la legitimidad de Juárez Cisneros. "Lázaro Mazón reconoce a René Juárez como gobernador de Guerrero", fue la cabeza sugerida que apareció en algunos diarios.

 

Ante tal cuento del contador Pano, el Departamento de Comunicación e Imagen del ayuntamiento de Iguala le envió al fabulador el oficio DCI-051-99, firmado por Francisco Lara Balderas, en el que se le advierte que el boletín oficial del gobierno estatal estaba elaborado "de manera dolosa y tendenciosa". Aparte de hacerle otros reclamos directos por la misma causa, la oficina igualense pidió al contador que aclarara públicamente las cosas.

 

Hasta ahora el contador se ha mantenido firme con sus cuentos, sin aclarar nada. Entonces, dice el igualense Lara Balderas, "Ƒcon qué autoridad moral pide el contador Pano aclaraciones (a Astillero, en días pasados) si él no las hace teniendo las pruebas a la mano? Eso es preocupante, porque pone de manifiesto cuál será la política del gobierno guerrerense en materia de comunicación social".

 

Astillas: Siempre que hay candidatos priístas a gobernador amparados en el concepto de locales, hay el riesgo de que en cualquier circunstancia puedan ser sacrificados por arreglos cupulares centrales. En Nayarit, Lucas Vallarta vive la doble desgracia de no tener suficientes amarres en el ámbito de la política nacional y sí, en cambio, en lo local, la negativa intromisión del tozudo gobernador Rigoberto Ochoa Zaragoza (Don Rigo, tozudo no es una grosería. Búsquela en el diccionario). Ayer, por lo pronto, en San Lázaro se aprobó investigar los gastos de campaña de don Lucas. El acuerdo fue posible porque los priístas andaban ocupados en otras cosas y no en defender a un personaje local.

Fax: 5545-0473 * Correo electrónico:

[email protected]