n Durante la jornada resultaron golpeados siete activistas que apoyan el paro
Se inscriben a extramuros 3 mil 500 alumnos del CCH
Claudia Herrera Beltrán y Alma Muñoz n En una jornada tensa, con interrupciones y en la que resultaron golpeados siete estudiantes promotores del paro de actividades en la UNAM, 3 mil 500 de los 14 mil alumnos que están por egresar del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) se inscribieron en un programa voluntario de clases extramuros.
La dirección del CCH informó ayer que hasta las 19 horas, la cuarta parte de los estudiantes que están por terminar ese ciclo educativo se había registrado en el llamado Programa Emergente de Apoyo Académico (PEAA), además de que repartió tres mil solicitudes para tal fin y recibió 350 por correo electrónico y 32 por el ordinario, correspondientes a estudiantes de los cinco planteles.
No obstante que las autoridades consideraron que la entrega de fichas al PEAA se llevó con tranquilidad, se presentaron situaciones conflictivas que provocaron la interrupción del papeleo para los estudiantes del plantel Oriente; el traslado de las oficinas a calles aledañas, en el caso del CCH Vallejo, y enfrentamiento con paristas de Azcapotzalco. Y sólo en el Sur hubo una sesión sin problemas.
Locales prestados por familiares
o funcionarios de la universidad
La inscripción que inició ayer y concluye este jueves, se llevó a cabo en locales prestados por familiares de alumnos, por académicos o por funcionarios universitarios, mientras en el exterior de los mismos permanecían grupos de alumnos paristas que con altavoces y a gritos llamaban a sus compañeros a no registrarse.
La violencia se desató por la mañana afuera de una casa particular, en las inmediaciones de la Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco, donde se habilitó un local para tramitar las clases. Ahí, un grupo de jóvenes opositores al cobro de cuotas en la Universidad Nacional Autónoma de México acudió para promover que sus compañeros no se inscribieran, sin embargo, ''fuimos recibidos con palos y cadenas'', relató el consejero universitario estudiantil de Azcapotzalco, Alejandro González.
Cinco de los siete jóvenes golpeados acudieron a la agencia 40 del Ministerio Público y ahí obtuvieron un parte médico de sus lesiones.
Daniel Partida y Héctor Espíndola, ambos del CCH Azcapotzalco, explicaron que fueron agredidos por un grupo de jóvenes encabezado por Moisés Aladez Hernández, a quien identificaron como trabajador del departamento de folletería de su plantel.
Explicaron que fueron amenazados por Aladez de que si no se retiraban se atuvieran a las consecuencias, porque ''fui militar''. Ante su negativa de irse del lugar, Hernández explicó que se escuchó la orden: ''šCamarón, sácalos de aquí!''.
Fue cuando los activistas estudiantiles recibieron una tunda con botellas, cadenas y tubos, y después fueron perseguidos por la zona, hasta que se escondieron en las instalaciones de la Universidad Autónoma Metropolitana, señaló Partida, quien resultó con un dedo hinchado y moreteado, y Espíndola con rasguños en el abdomen y contusiones en todo el cuerpo.
Mientras tanto, Daniela Herrera, activista del plantel Azcapotzalco, informó que uno de sus compañeros fue agredido en Plaza Satélite, cuando una veintena de ellos acudieron a pedir a sus compañeros que suspendieran su inscripción en un espacio que se montó para impartir clases extramuros.
En la delegación Iztapalapa, unos 50 estudiantes del CCH Oriente consiguieron el cierre ''temporal'' de las instalaciones a cargo del director de esa escuela, Ernesto García Palacios, con el propósito de inscribir a los alumnos del sexto semestre en el PEAA.
Directivos y funcionarios universitarios ''adscritos en su mayoría a las Asociaciones Autónomas de Personal Académico de la UNAM (AAPAUNAM)'' repartieron entre los estudiantes que se dieron cita en el inmueble dos tipos de boletas de inscripción: una membretada en la que anotaban datos escolares y materia de ''asesoría'' y otra ųque fue recogida ante la llegada de los activistasų sin el escudo de la universidad, con los mismos requisitos, pero con la leyenda ''manifiesto libremente mi decisión de inscribirme en el PEAA, ya que me es imposible continuar mis actividades de aprendizaje en las instalaciones de mi plantel, actualmente cerradas''.
Sobre si serán o no clases extramuros las asesorías que se impartirán a partir de la próxima semana, García se remitió a comentar que, para el caso del plantel que dirige, la intención de la Universidad Nacional es otorgar asesorías en diversas materias a sus 3 mil 500 estudiantes del sexto semestre.
Para ello, una plantilla de cien profesores brindarían información en diferentes asignaturas, sin ningún problema de traslado a esas oficinas.
Como respuesta a este señalamiento, la Asamblea Permanente de Profesores del CCH-Oriente (principalmente integrado por académicos del STUNAM) emitió un comunicado dirigido a la comunidad estudiantil y a los padres de familia, donde indica que unos 150 profesores acuden diariamente en dos turnos a las instalaciones de este plantel para organizar conferencias y diversas actividades académicas y recreativas de interés para todos los estudiantes universitarios.
Confusión entre preparatorianos
Mientras tanto, entre los alumnos que están por concluir el bachillerato, y que no participan directamente en el movimiento estudiantil, hay confusión sobre si seguir o no sus trámites para cursar la licenciatura. Al edificio de Insurgentes 300 ųdonde el lunes pasado hubo un conflictoų ayer todavía acudieron decenas de jóvenes y padres de familia, pero se les avisó que el papeleo se suspendía hasta nuevo aviso.
Los preparativos para las clases extramuros están casi listos y, por lo pronto, autoridades de tres de los cinco planteles del Colegio de Ciencias y Humanidades cuentan con edificios para efectuarlas y ayer comenzaron a repartir a los alumnos credenciales y hojas para que tomen asistencia a dichas cátedras.
Aunque jóvenes de sexto semestre consideraron ilegal que las autoridades promuevan ''conferencias y asesorías'' fuera de las instalaciones de la Universidad Nacional, dijeron que es preferible acudir a ellas porque podrían perder el semestre a punto de obtener su pase reglamentado a licenciatura.
Guillermo González, estudiante del CCH Naucalpan y aspirante a estudiar diseño gráfico, señaló que la mayoría de los estudiantes de la máxima casa de estudios ''tenemos un nivel académico bajo y no podemos darnos el lujo de perder clases'', sin embargo, dijo que también se debe defender el derecho a la educación gratuita. (Con información de Gabriel León)