n Deparará más secretos el milenarismo de esa cultura
Cambiar la fecha-era maya, un acto mítico de Akul Ahnab III
n La cámara funeraria requiere más investigación, dice De la Garza
Adriana Malvido/ II y última n El pasado abre su camino. En complicidad con los arqueólogos, los epigrafistas e historiadores que siguen su huella milenaria, los mayas levantan su voz esculpida en piedra y estuco y anuncian que de aquí a fin de año aún tienen muchos secretos listos para ser revelados. Como regalo de fin de siglo para la humanidad.
Los dos importantes hallazgos dados a conocer la semana pasada en Palenque por Arnoldo González Cruz y Alfonso Morales Cleveland, iluminarán una serie de actos que la cultura maya tiene programados para abrir el nuevo milenio.
En junio: las mesas redondas de Palenque, que reúnen a mayistas de todo el mundo para descifrar el pasado, coincidirán con la apertura en el museo de sitio y de la muestra Recientes hallazgos en el área maya.
El 15 de julio aparecerá el Compendio Xcaret de la escritura jeroglífica maya descifrada por Yuri V. Knórosov (producido por Editorial Sestante y coeditado por la Universidad de Quintana Roo y Promotora Xcaret).
El 4 de agosto, San Ildefonso abrirá sus puertas a la exposición más grande de arte maya que se ha hecho nunca y que viene directamente de Venecia, con 540 obras maestras.
Y a medida que trabajan los arqueólogos en los templos XIX y XX de aquella ciudad prehispánica, cada tablero, cada glifo, cada ofrenda, cada pintura, irán apareciendo para contar un nuevo capítulo de ese pasado que sigue cada vez más vivo.
Mercedes de la Garza, premio UNAM 1995 por su labor como catedrática de civilización maya desde hace 25 años, autora de Palenque (Editorial Porrúa, 1992) que será reditado próximamente y de Rostros de lo sagrado en el mundo maya (Paidós y UNAM, 1998), entre muchos otros, continúa, en entrevista, su interpretación de los recientes hallazgos en Palenque.
Poder con origen sagrado
Cuando se descubrió el trono o altar de Akul Ahnab III en el Templo XIX, uno de los elementos que más llamaron la atención fue la aparición de una nueva fecha en la historia escrita de los mayas que, según se publicó en la mayoría de los medios, ''modifica el calendario maya" y ''altera la historia de Palenque para moverla 200 años atrás".
Desde su oficina en la dirección del Museo Nacional de Antropología, la historiadora aclara:
''Se trata de la fecha-era de los mayas. La fecha-era es, como para nosotros el nacimiento de Cristo, una fecha a partir de la cual se cuentan los años hacia adelante o hacia atrás. Esa fecha-era, que se ha encontrado en muchas obras del área maya, es el 13 de agosto de 3114 aC, de acuerdo con la lectura de los epigrafistas. En maya se escribía 13.0.0.0.0., 4 Ahau, 8 Comhú y se refiere al origen del cosmos.
''Dicha fecha era está en Palenque, pero también en Cobá y en la estela 'C' de Quiriguá que encontraron Linda Schele y David Freidel, es decir, es una fecha que manejaron todos los mayas y no sólo los palencanos, para ubicar el origen del mundo actual, de la era cósmica que vivimos, se trata de un mito cosmogónico."
-ƑCómo lo contaron los mayas?
-Para los gobernantes palencanos fue esencial arraigar su estirpe en seres divinos, como la mayoría de los pueblos antiguos, en los que el poder de los mandatarios se justifica por su origen sagrado. Así, en la historiografía palencana los hechos se presentan mezclados con acontecimientos de los dioses ancestrales y la genealogía se inicia con una pareja divina, el dios G1 Padre, quien nace el 16 de junio de 3122 aC y la diosa Zac-Kuk, su aspecto femenino, la primera madre, y para 3114 aC, crean el universo. Según Schele, G1 estableció el orden del tiempo y el espacio inmediatamente después de la creación del mundo actual. Se trata entonces de un dios creador y su consorte la diosa madre. Estas deidades son los padres de los dioses de la tríada G1, GII y GIII, de quienes proceden los gobernantes palencanos, que son mencionados por Pacal y su hijo Chan Bahlum.
Este mito cosmogónico aparece, entre otras fuentes, en la estela 'C' de Quiriguá. En la parte posterior de dicha pieza hay una representación del dios creador del mundo G1, que en yucateco se dice Itsamná y que significa ''serpiente emplumada", lo que corrobora que esa fecha, 3114 aC, es para todos los mayas el día que nació el mundo.
En el altar o trono de Akul Ahnab III aparece una fecha muy anterior: el 10 de marzo de 3309.
Ruptura en la dinastía
De la Garza interpreta: ''David Stuart, epigrafista de mucho prestigio, quien se encuentra en Palenque, dice que Akul Ahnab es sucesor de Cham Bahlum o Kan Balam, pero no heredero directo, es decir, hay una ruptura en la dinastía. No sabemos quiénes fueron sus padres o cómo llegó al poder, entonces él pudo haber inscrito esa fecha para justificar su linaje llevando más atrás el origen del cosmos".
-Luego, Ƒesa nueva fecha se refiere a un acto mítico?
-Tal vez. Quizá la inventa, quizá refiere a un mundo anterior al actual puesto que según los mayas han existido cuatro mundos. Hay que tomar en cuenta que los mayas eran matemáticos y astrónomos por excelencia y ponen fechas, lo que no sucedió con todas las culturas. Por ejemplo, el Génesis nunca dice la fecha en que Jehová se levantó y dijo ''hágase el universo'' y el universo se hizo, porque los hebreos no sabían escribir fechas. Los mayas, sí.
''Ahora lo importante es averiguar porqué aparece esa fecha que obviamente es mítica. Es un error decir que con ella se altera la historia de Palenque, no tiene nada que ver. El inicio de la cultura maya no va más allá del 2000 aC, la historia de Palenque inicia en el 300 dC, y esto es 3 mil 300 años antes. Son 4 mil años de diferencia, todavía ni se hacían sedentarios los hombres de Babilonia. Insisto: son fechas míticas, no históricas."
De la Garza considera que así como Pacal cambió la fecha del nacimiento de su madre para que coincidiera con el de la diosa madre Zac-Kuk y pudiera decir ''mi madre se identifica con la primera creadora del mundo y por tanto yo soy sagrado". Akul Ahnab, cuyo origen parece oscuro, se construye su plaza e inscribe la fecha de un acto mítico anterior, quizá para dejar por escrito: ''Akul Ahnab quiere decir miren, no es cierto que en 3114 se creó el mundo actual, fue en 3309 y tal vez vaya a asociar su origen, como lo hizo Pacal, a los orígenes del cosmos".
El otro hallazgo, realizado en el Templo XX de Palenque, requiere mucho trabajo de los arqueólogos para darse a la luz. Se sabe que se trata de una cámara funeraria impregnada de pinturas al fresco porque mediante un orificio en el muro lograron introducir una cámara de video para mirar lo que guarda su interior.
Según se publicó, la imagen revela personajes antropomorfos y zoomorfos entre los que identificaron al ''Dios bufón" (bautizado así por Linda Schele debido al tamaño de su nariz) que aparece como parte del tocado de un personaje plasmado en el lado oeste de la cámara y mencionan también la presencia del dios Kawil representado en el cetro de otro personaje situado en la pared este.
El dios de los gobernantes
La especialista en religión maya, quien también dirigió durante 13 años el Centro de Estudios Mayas de la UNAM y es curadora de la exposición que se abrirá en San Ildefonso, nos introduce a esta deidad que es la misma pero tiene diversos nombres: Dios K o Bolon Dz'acab o Kawil.
''Es un dios muy importante, un dios de los gobernantes que siempre aparece con ellos. Schele decía que era de los gobernantes de Palenque pero no, es de todas las ciudades mayas, lo traen en la mano los de Copán, los de Yaxchilán, los de Quiriguá, los de Piedras Negras. Está directamente asociado al poder.
''Pienso que este dios era una de las manifestaciones del dios supremo, el dios celeste, pero a nivel de los hombres porque está relacionado con el maíz y con la sangre que se ofrece en el autosacrificio. Es decir, está asociado con la sangre del linaje ilustre. Diego de Landa lo menciona en su relación de textos yucatecos como Bolon Dz'acab que significa 'nueve generaciones', habla de un linaje gobernante.
''Desde hace tiempo, muchos investigadores empezaron a hacer el vínculo de este dios con el llamado Dios K de los códices que algunos llaman Kawil y me parece bien porque significa algo así como dios de los maizales. Y está representado en todas partes. Generalmente, los gobernantes lo llevan como cetro maniquí en la mano.
En su libro Rostros de lo sagrado en el mundo maya, Mercedes de la Garza introdujo la ilustración de un vaso maya donde aparece Kawil. Tiene cara de serpiente y cuerpo humano y una larga nariz que se bifurca en plantas. La pierna convertida en serpiente de cuyas fauces sale un anciano, quizá -dice- el dios Itsamná que parece llamar una voluptuosa mujer, tirada, con un gran seno, enroscada por la serpiente.
Este es el Dios K, el que está pintado en la cámara del Templo XX.
La historiadora hace una aclaración: ''No es, como se ha escrito en la prensa, el único ejemplo de pintura mural en Palenque, tal vez sí, el único dentro de una tumba en esa ciudad".