n Comentaron su libro Aquí llega el sol


Marimón fue una inteligencia táctil, de la piel, dijo Ilán Semo

n Escribió del loco como alguien que dice la verdad: Eduardo Milán

Arturo Jiménez n Una exploración del lenguaje desde la locura, donde el escenario es un manicomio y el protagonista un escritor y periodista que relata desde su interior la experiencia como paciente y desde el exterior como espectador lúcido, es el contexto de Aquí llega el sol, de Antonio Marimón, libro que se encontraba en prensa cuando su autor murió.

La de Aquí llega el sol (CNCA, colección El Guardagujas) fue una presentación en la que la invocación a Maurice Blanchot se convirtió en la constante para entender la obra de Marimón, aunque también se mencionó a Céline, Kafka, Rimbaud y Mann. Anoche, en la Casa Lamm, comentaron el texto Eduardo Milán, Juan Carlos Plá e Ilán Semo; moderó Miguel Angel Echeverría y Lelia Driben leyó un fragmento.

En esta novela, dice un texto introductorio, el autor ''se propone, deliberadamente, explorar en los límites del lenguaje. El delirio de los locos significa una de las diferencias lingüísticas más radicales: el relato parte exactamente de esa diferencia y se desarrolla lenta, meticulosa y fríamente alrededor de ella".

Y agrega que, en un sentido, se trata de ''una tematización literaria de la locura; o, al menos, una seria interrogación a la posibilidad de llevarla a cabo. La narración se realiza en y por el espacio del delirio, desde el principio al fin; y ese movimiento produce un devenir estático, atípico, puntuado por la tragedia y que va proponiendo, a través de dos niveles narrativos, su propio drama".

Estar poseído por otros discursos

Milán, poeta y ensayista uruguayo, señaló que Marimón escribió un texto ''corrosivo, humorístico, satírico y autocrítico", y habló del loco no como el que delira sino como el que dice la verdad.

Juan Carlos Plá, psicoanalista uruguayo, dijo que se trata de un libro ''excepcionalmente díficil" que requiere muchas lecturas y, además, que es una experiencia mediante la propia vida de Marimón.

El loco, señaló, está ''enfermo por la verdad", pues realmente es el que cree en ella. La demencia, abundó, es una desesperación ante Dios por la falta de verdad. ''Pero la locura es también estar poseído por otros discursos, ya que estamos siempre convocados por los muertos y por los vivos".

Plá dijo que existe una presencia de la poesía en el texto de Marimón. ''El grito y la escritura desbordan el lenguaje", dijo y luego aseguró: ''La obra ubica la irrupción de la poesía como algo inesperado, lo que embellece la locura. Me parece un libro difícil por la experiencia difícil, pues el escritor está loco".

Reconoció que con Marimón aprendió ''la experiencia de acompañarlo y ser acompañado por él en el camino hacia su muerte", lo cual para él es ''una experiencia fundamental".

El historiador Ilán Semo recordó que hace más de dos años recibió el manuscrito de Marimón, aunque nunca lo conoció de manera personal y sólo habló con él por teléfono y se enviaron cuatro cartas. ''El fue una inteligencia táctil, de la piel, lo cual es poco común".

Semo confesó que luego de leer las primeras tres páginas comenzó a sudar: ''Estaba y no estaba, miraba y no. Pero de repente, como una ráfaga, me sedujo y no me detuve". Y habló del laberinto de significados que es la novela, ''la prosa de Marimón es cautivadora".

Comentó que al final de la novela el ''sol negro" se transforma en un ''sol a secas", como el de John Lenon. ''El aporte del texto de Marimón es que la locura puede ser planteada de otra manera que no sea la de la gramática de la locura", afirmó y reconoció que otra contribución es la de la ubicuidad.

Luego indicó: ''En el desmontar el umbral entre lo normal y lo patológico faltaba la experiencia de la locura en sí. En otros textos estaba la locura, pero no el loco; faltaba el qué significa estar loco desde la mirada de la locura. Marimón me aportó eso". Para Marimón, finalizó, ''la verdad enloquece", idea contrapuesta al lema ''la verdad nos hará libres".

Al final, Miguel Angel Echegaray confió a los asistentes que Marimón había convocado esta reunión con los mismos comentaristas.