Graba doce canciones populares con el Cuarteto Latinoamericano
La suave patria, singular mapa sobre el cual exploró Eugenia León
La producción discográfica, apoyada por el Instituto de Cultura del DF, contiene 47 minutos de magia
Mónica Mateos n Eugenia León y los integrantes del Cuarteto Latinoamericano descubrieron en el poema La suave patria, de Ramón López Velarde, un singular mapa sobre el cual trazaron una ruta musical de doce escalas: Traigo un amor, Casita blanca, Usted, Caminito de la sierra, A la orilla de un palmar, Tierra de mis amores, Alma mía, Las olas, El preso número nueve, La Ixhuateca, Santiago y Espejito.
Canciones que reflejan diferentes estados de ánimo pero que en conjunto son una especie de canto a la madre, a esa tierra "impecable y diamantina" que, "en el barullo de las estaciones, con su mirada mestiza, pone la inmensidad en los corazones", como dijo el poeta.
Grabado en la sala Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes en octubre de 1998, la nueva producción discográfica de Eugenia y el grupo formado por los hermanos Bitrán, Arón, Alvaro y Saúl, y Javier Montiel, contiene 47 minutos de magia, porque descubre nuevos arreglos musicales en temas que siempre han hecho volar al sentimiento.
"Las canciones tienen otra expresividad. No obstante ser las mismas que muchas personas han escuchado, ya sea en la serenata, en la parranda, en los homenajes a las mamás o donde tú quieras, aquí las melodías no están centradas en la anécdota de la cantina o del pueblito o del cuadro pintoresco. Las canciones son poemas que flotan, que están vivos, pues escuchas cómo hablan entre sí los instrumentos con la voz humana. Los cinco participantes de este disco cantamos la misma canción. La suave patria ha sido uno de los trabajos más interesantes y generosos en los que he participado. Al disco lo puedes oír muchas veces y siempre le encuentras cosas diferentes. Está lleno de sorpresas", señaló la intérprete.
Arón Bitrán, segundo violín del Cuarteto Latinoamericano, agregó que trabajar con Eugenia le ha dado a este grupo la posibilidad de tocar un repertorio que les era cercano como escuchas, pero no como ejecutantes; "ha sido una combinación afortu- nada y deliciosa interpretar esas doce joyas de la música tradicional mexicana".
-ƑCuál fue el criterio para elegir los temas de La suave patria?
-Fue un proceso muy largo. Eugenia, junto con el musicólogo historiador Eduardo Contreras Soto, hicieron la primera gran selección de canciones, alrededor de 50. Finalmente elegimos las doce que más nos gustaban, pensando ya específicamente en el disco.
Eugenia León se ha convertido a través de los años en una especie de exploradora del vasto panorama de la música popular mexicana, y siempre comparte con entusiasmo sus hallazgos. Entre los 17 discos que ha grabado desde 1982 a la fecha, destacan Tangos (1995); el dedicado a Cri Cri, grabado con la orquesta de Baja California (1993); Norteño, con el trío Los Morales (1998), y Corazón mexicano, en donde compartió micrófono con Ramón Vargas y la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (1998).
"Cuando hablamos de música mexicana el territorio es muy amplio. Quisimos elegir canciones de toda la República, de diferentes estilos y épocas. Las primeras 50 iban desde música yucateca y valses del norte, hasta pirecuas michoacanas. Luego dejamos las que pudieran ser más cercanas al concepto del cuarteto y de lo que íbamos a hacer juntos, así nos quedaron como 20. Volvimos a reflexionar acerca de cuál era esa territorialidad que tendríamos que abordar; de repente, vi el libro de López Velarde y, dije, ahí está: el único territorio al que queremos llegar con nuestro trabajo es al sentimental, porque cantar toda la República es muy difícil en un disco de doce canciones.
"Guiándonos en el poema La suave patria, que no es un canto épico sino amoroso e íntimo, nos quedaron las doce canciones. Los arreglos hechos por Javier Montiel, Arturo Márquez y Horacio Uribe fueron fundamentales. Fue un trabajo muy cuidadoso que no le rompe nada a la esencia de cada canción, sino les da una dimensión distinta, un sonido que se cuece aparte", añade Eugenia.
Para Bitrán, el acierto del disco La suave patria es que cada canción está escrita para quinteto: "Cello, viola, violín primero, violín segundo y voz, todos tienen la misma importancia, al grado que si quitaras uno de ellos, ya no sonaría igual. Esa es la diferencia entre grabar a un solista con acompañamiento, y hacer música de cámara. Por supuesto, predomina la voz porque el texto justifica en un cincuenta por ciento la existencia de esas canciones. El resultado sonoro es interesante porque hay que ir siguiendo el contrapunto y las novedades para no perderse del placer de escucharlas. El proyecto arrancó con muy buen ángel, pues la primera canción que grabamos, que fue Usted, quedó casi desde la primera toma; hay un mínimo de edición, esa fue una señal clara de que valía la pena seguir".
Eugenia precisa: "Fue un trabajo muy exacto, donde las cinco voces fluyeron muy contentas. Es difícil describir la magia que se creó a la hora de grabar. He sentido momentos mágicos al realizar mis anteriores discos, pero no se compara con lo que aquí sucedió. Este disco en su totalidad es mágico. La experiencia humana y la experiencia musical que vivimos es inolvidable. El ambiente con el cuarteto fue y es espléndido, eso para cualquiera es un aprendizaje muy importante.
"Además el público no está sordo a las cosas bellas. Al escuchar este disco no hay pero que poner, pues es sincero y tiene para muchas personas una conexión sentimental. Por ejemplo, muchas canciones me remiten a mi niñez, a la niñez de mi madre. Contiene recuerdos íntimos, por eso es un disco muy completo, muy rico, para todos los gustos: desde la anécdota musical hasta el análisis de los arreglos o el trabajo entre el cuarteto de cuerdas y la voz, o el porqué la conexión del repertorio con el poema de López Velarde. Tenemos un disco para mucho rato".
-ƑQué pensaría alguien que por primera vez escuchara estas canciones en esta versión?
México, un país que se puede salvar
-Esa persona diría que México es un país que se va a salvar.
Arón puntualiza: "Será interesante si este disco sale de México, como creo que va a ser el caso. La gente que escuche estos temas por primera vez en estas versiones, pienso que diría que un país que produce esto no puede ser una nación destinada al fracaso, sino todo lo contrario. La cultura musical es mucho más fuerte que los problemas, La suave patria es la evidencia".
La suave patria, un proyecto musical basado en el poema escrito por Ramón López Velarde en junio de 1921, grabado por Eugenia León y el Cuarteto Latinoamericano; producido por Opción Sónica y el Instituto de Cultura de la ciudad de México. Se presenta el próximo 4 de mayo en el Museo de la Ciudad de México (Pino Suárez 30, esq. República de El Salvador, Centro Histórico) a las 19:30 horas.