ƑCuánto dura hacerla?


Una investigación en ecología

Abraham de Alba Avila

La pregunta parece dirigida únicamente a ecólogos, mas no pretendo buscar realmente cuánto tiempo se invierte en una investigación: la idea, revisar literatura, escribir, buscar cotizaciones, calendarizar, revisar, etcétera, sino más bien cuánto tiempo se tiene para hacerla. Todos los investigadores se quejan, tarde o temprano, de lo reducido que resulta el presupuesto para completar sus ambiciones. El argumento se basa siempre en los montos y no en lo adecuado de los horizontes de los benditos resultados. Para empezar, los estudios biológicos resultan totalmente sui generis, se necesitan días para llevar a cabo un experimento con microrganismos o semillas; meses para comportamiento o alimentación individual; años para detectar cambios en composición o comportamiento de diferentes partes de un ecosistema; Ƒy para detectar cambios globales? Recientemente, Hubbell (Science, número 5,401) esclarece un debate perenne sobre la razón de la variabilidad de biodiversidad en el planeta, "špara hacerlo necesito información de 12 años!" (y probablemente el récord lo tenga el "park grass" con 90 años). Qué decir de las investigaciones en los efectos del calentamiento global como los de Alward et al (Science, número 5,399) en Colorado, que determinó el efecto de incrementos de la temperatura mínima en el desarrollo de un pasto perenne. Este último es particularmente aleccionador, llevado a cabo en uno de los centros LTER (Long Term Ecological Research) establecidos en Estados Unidos bajo la administración de la NSF (algo así como el Conacyt, aunque un poco más incluyente de colegas investigadores en su administración). Esta red de áreas que en algunos casos existían bajo diferentes figuras administrativas, han sido la base (junto con los del Departamento de Energía de EU) para un sin número de investigaciones sobre procesos complicados (como el ciclaje de nutrimentos) y sobre todo demandantes intensos de datos a través de muchos años (šmás de tres!) para detectar oscilaciones de diferentes fuentes o causas.

Feggo-Inv.Ecologica Mi argumento va en la dirección de que esta información está totalmente (con sus honrosas excepciones) ausente en nuestro país. ƑQuién tiene, por ejemplo, una serie continua de productividad de algún ecosistema por más de tres años? Con 111 areas naturales protegidas en papel y 6 por ciento de nuestro territorio en "protección" me pregunto si esto ha servido para algo más allá de presunción internacional. Aun si consideramos la regiones prioritarias para la conservación (www.conabio.gob.mx) que aglutinan áreas mas grandes y que suman más de 20 por ciento de nuestra República, no da idea de la dimensión de la investigación que se lleva, o no, a cabo. Es clara la tendencia en la administración de buscar fórmulas para proteger nuestra biodiversidad por medio de múltiples canales más allá del presupuesto federal, cada vez más extraviado en sus objetivos globalizadores aunque no globalizantes. Si bien esto inherentemente no se contrapone con mi desiderata, es obvio que entre más organismos, con la "n" o sin ella, estén a cargo de la protección de nuestros ecosistemas, será más benéfico para el país. Lo que me preocupa es el conocimiento que deberíamos estar aglutinando para entender nuestros ecosistemas, que rápidamente desaparecen por presiones demográficas o económicas, e. i. los Chimalapas; y de cómo funcionan, para negociar no nada más a la defensiva en múltiples foros (biodiversidad, cambio climático, etcétera), sino con los datos que establecen realmente cómo está siendo afectado nuestro ambiente natural.

La necesidad suena aparentemente externa a nuestros problemas "nacionales", lo cierto es que se ha aprovechado la confusión para minar más de una vez los recursos que deben ser patrimonio primero de sus habitantes, después de la nación y muy lejos de las patentes trasnacionales (Ƒquién está aprovechando el maíz perenne descubierto en nuestra tierra?). Pero en el reducido mercado de la investigación, del cual reconozco que no he visto claramente cuáles son las prioridades (y si se aplican en la realidad, no en programas nacionales), podría decir que en su totalidad ninguna propuesta puede rebasar la barrera de los tres años de financiamiento. De tal suerte que si algún investigador tiene la descabellada idea de hacer la tediosa tarea de recopilar información, para lo cual un año no sólo es inútil biológicamente sino impublicable, tiene que usar el arte de proponer en forma más o menos escalonada una serie de propuestas que tengan nombre diferente pero que de forma velada le puedan resolver este problema. Aun asumiendo que su tasa de aprobación (número de proyectos presentados/número de proyectos aceptados) sea mayor a la media (Ƒalguien tiene idea de cuánto es?), el sistema es por demás riesgoso para el investigador, pero más para la ciencia, puesto que no sirve tener pedazos de información, el valor está en la continuidad absoluta de métodos y personas. Tristemente para algunos, la única salida ha sido competir en el extranjero y esperar que la "moda" por la biodiversidad dure un buen rato. šAh!, y se me olvidaba, que sea sobre el trópico, porque el endemismo de las zonas áridas y semiáridas de nuestro país (o el de los encinos) no está "in" (hay indicios de que esto está cambiando).

Para mí es obvio que la competencia por fondos ha hecho que los investigadores no hayan encontrado formas de organizar las prioridades de nuestro campo, "divide y vencerás". El único caso que levantó revuelo fue el problema de importación de instrumentos, y eso porque la UNAM comenzó, Ƒestaremos a merced de que al coloso se le ocurra que necesitamos investigación más allá de 38 meses? Y por ende, Ƒafectará a aquellas entidades en las que no exista un centro de investigación de "altura"? ƑCuándo tendremos la madurez los investigadores, no sólo en ecología, sino en todas las ciencias de la "vida" (es un misterio para mí por qué mandamos a los agrónomos a un lado, y los biólogos a otro, y los dos estudian lo mismo), de sentarnos a discutir los problemas centrales, prioritarios y jerarquizarlos para nuestro país? La Ecological Society of America lo hizo al lanzar su iniciativa para una biosfera sustentable (Ecology 1991! 72(2)) reconociendo que el techo financiero cada vez está más bajo y cada vez somos más los que competimos por la bolsa, y no por eso se resuelven los problemas más rápido. Creo que ya es tiempo no sólo de proponer áreas naturales protegidas en un contexto biológico y ecológico real, no de necesidades políticas, sino que se hagan compatible con fondos continuos para su estudio. Y a su vez cada vez es más necesario para nosotros como investigadores no sólo aprender a vender un experimento sino más bien un proyecto a largo plazo. Los diferentes peligros sobre la biodiversidad, como las invasiones biológicas o el saqueo o biopiratería, demandan la búsqueda de soluciones creativas, no nada más de decreto, Ƒaceptamos el reto?

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