n La directiva nacional del PRI dará a conocer en breve las condiciones para la elección de su candidato presidencial y ese mismo día o, a más tardar, el siguiente, se conocerá el elenco completo de los precandidatos. En realidad no habrá un registro numeroso, pues a como está la situación, los nuevos inscritos serán tres que ya se mencionan continuamente en los medios de comunicación, pero que hasta ahora se han contenido por los cargos públicos que desempeñan: los secretarios de Gobernación, Francisco Labastida, y de Desarrollo Social, Esteban Moctezuma, así como el gobernador de Veracruz, Miguel Alemán.
Con todo respeto para los otros dos, el destape que se prevé de mayor trascendencia es el del también ex gobernador de Sinaloa y ex secretario de Agricultura, Labastida Ochoa, pues por su larga trayectoria en cargos administrativos y políticos se supone que tendrá mayor respaldo entre los cuadros priístas. De antemano, numerosos gobernadores, senadores y diputados federales priístas, así como otros cuadros que actualmente no tienen cargos de elección popular pero que gozan de influencia por sus tareas previas, ya se han manifestado por Labastida y sólo esperan que confirme su propósito de participar en la contienda para reafirmarle su respaldo.
Muchos ya saben o intuyen que su abanderado renunciará a su actual cargo en cuanto se conozcan las reglas del juego; es ya es un secreto a voces.
En el mejor de los panoramas para sus propósitos, el actual titular de Gobernación recibirá la cargada que lo pondrá probablemente en primera posición entre todos los aspirantes, pero también le significará una pesada carga, pues en la actualidad ser el candidato oficial puede convertirse en un lastre, incluso dentro de las filas priístas, sobre todo si la elección se hace por voto universal y secreto, como el propio Labastida lo ha recomendado.
De acuerdo con las encuestas, quien tiene amplias simpatías en la sociedad es el gobernador de Veracruz, pero no se puede saber si conservará ese respaldo popular cuando ya esté en plena disputa por la nominación presidencial. Además, ha dicho que espera que le propongan la candidatura, no que trabajará para conseguirla, como son los casos de Manuel Bartlett, Roberto Madrazo Pintado y Humberto Roque Villanueva, por mencionar a quienes ya están en plena campaña.
Respecta a Moctezuma, aún hay dudas de que se decida, sobre todo porque las encuestas tan de moda lo ubican generalmente en los últimos sitios y, segundo, en muchos círculos políticos se le considera parte del equipo de Labastida. De ser así, tal vez la estrategia más indicada resulte no inscribirse.
La cosecha
Como la renuncia de Labastida se da por descontada, ya se manejan los nombres de posibles sucesores y los más mencionados son Diódoro Carrasco, subsecretario de Gobierno, y Liébano Sáenz, secretario particular de Ernesto Zedillo. El único que sabe lo que sucederá es el Presidente y la experiencia demuestra que no es muy afecto a tapar un hueco y abrir otro... En un comunicado que aparecerá hoy en varios periódicos, el PT expresa su repudio al acuerdo PRI-PAN para designar a los integrantes de la Junta de Gobierno del IPAB, por considerarlo una concertacesión que afecta a todos los mexicanos pues tendremos que pagar una deuda pública de 730 mil millones de pesos.