n Exitosa apertura en el Che Guevara del Encuentro Nacional de Estudiantes


La protesta en la UNAM crece y ''contagia''

Hermann Bellinghausen n El Encuentro Nacional de Estudiantes, convocado por los huelguistas de la UNAM, rebasó las expectativas de participación. A tal grado que las instalaciones de la Escuela de Trabajo Social resultaron insuficientes y el encuentro debió trasladarse al inefable auditorio Che Guevara. Representantes de otras 23 universidades y centros de enseñanza superior, de 18 estados de la República, dieron idea de que la protesta universitaria crece. No sólo los rectores se reúnen.

Aunque muchos delegados reconocen que en sus universidades la participación estudiantil es aún escasa, consideran que el estímulo de la UNAM será muy importante.

En este sentido se manifestaron los delegados de la Universidad Veracruzana, en tanto que los de la Autónoma de Puebla de plano reconocieron: ''En Puebla estamos acostumbrados a pagar'', pues desde hace ocho años pasó la reforma en materia de cuotas. Y las autoridades mantienen el control de la UAP de manera autoritaria.

De la Universidad de Guadalajara acudieron muchos estudiantes, de diversos grupos universitarios, incluso antagónicos como la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG) y la Coordinadora de Estudiantes Independientes. De manera inevitable, sus diferencias internas salieron a relucir aquí, y se les pidió que resolvieran los desacuerdos en sus propios espacios. Pero como sea, acudieron todos al llamado de la UNAM.

De la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo asistieron representantes de la Coordinadora Universitaria en Lucha (CUL), quienes también expresaron su disposición a fortalecer la lucha contra la privatización de la enseñanza.

Representantes de las universidades de Sonora, Oaxaca, San Luis Potosí, Morelos, estado de México y Chiapas, también llegaron hasta aquí para llenar a tope el Che Guevara. En su mayoría no venían boyantes, sino con el ánimo de quienes apenas empiezan a tomar impulso.

Las universidades de la capital también presentaron sus demandas y problemas. Los estudiantes de la Universidad Pedagógica Nacional, que además piden la renuncia de su rector, y los de la Autónoma Metropolitana, parecen los más dispuestos a secundar con paros la protesta universitaria.

La Escuela Nacional de Antropología e Historia ''lucha por no desaparecer'', según expresó su representante, lo cual pone a la ENAH en una dramática situación de vida o muerte a la hora de los tijeretazos neoliberales.

El catalizador de la UNAM, con sus insuficiencias, está teniendo un efecto poderoso. Un estudiante tapatío, poniéndose lírico, comentaba que este es un juego de antorchas: ''Nos las vamos pasando unos a otros, prendemos nuestra lumbre y cada vez hay más luz y vemos mejor''.

También participaron en la inauguración del encuentro la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, del SNTE, y el STUNAM. Mientras la CNTE expresó su solidaridad con la defensa que hacen los universitarios de la educación pública y gratuita, el CGH del STUNAM refrendó su apoyo al movimiento estudiantil, y anunció la entrega de un cheque por 280 mil pesos para apoyar la huelga, lo cual fue saludado por un multitudinario: ''ese apoyo sí se ve''.

El Consejo Universitario de la Universidad de Zacatecas, que desde la semana pasada se reunió para respaldar la huelga de la UNAM, dio a conocer un pronunciamiento donde, entre otras cosas, se declara:

''Coincidimos con los estudiantes de la UNAM en que la gratuidad de la educación superior constituye un derecho social irrenunciable. Nos oponemos a la pretensión de despojar a los mexicanos de este derecho, a través del incremento en las cuotas. Más que un asunto de cantidades, se trata de una cuestión de principio: evitar que los derechos sociales se mercantilicen y se transformen en servicios vendidos para unos cuantos, o en dádivas para las mayorías que no pueden pagarlos. Frente a los embates de las políticas neoliberales, el acceso a una educación gratuita y de calidad en todos sus niveles, es uno de los pocos mecanismos redistributivos con que cuentan los mexicanos para mejorar sus niveles de ingreso.

''En tal perspectiva, este Consejo Universitario llevó a cabo una consulta en el seno de la comunidad estudiantil de la UAZ, la cual, al igual que en la UNAM, arrojó como resultado un rechazo tajante al incremento de las cuotas''.

El ''contagio'' de la UNAM lleva a pensar que en materia de cuotas y privatización todavía no está dicha la última palabra, ni siquiera en donde ya parecía que sí, y para siempre.

Piénsese además que el próximo día 7 el magisterio independiente agrupado en la CNTE realizará una movilización nacional de protesta por la reducción del presupuesto educativo, y anuncia un paro nacional el día 12.

Irreverencia y apertura

Una nueva pinta en la torre de Rectoría, por encima de las banderas rojinegras proclama hacia la avenida Insurgentes: ''Irreverencia, nuestra dirigencia'', mientras en el estacionamiento de Economía se celebró un maratón de rock con la participación de La inmortalidad de mi suegra, La Cizaña y Santo Remedio, entre otros.

El clima que prevaleció en el Encuentro Nacional de Estudiantes fue de unidad, aunque las diferencias no dejaron de aflorar.

Una estudiante de CCH, delegada en el Consejo General de Huelga, comentaba su experiencia como ''independiente'' en el rejuego de corrientes, donde siempre tratan de dejar fuera a los que no pertenecen a ningún grupo definido (''histórico''), pero tampoco se manifestó contra la existencia de estas corrientes, pues estimulan las discusiones. Ni modo que ahora haya una ''enfermedad anticorrientes'', agregaba, convencida de que lo importante es avanzar unidos dándose ideas unos a otros, no quitándoselas.

Un miembro de la Coordinadora Estudiantil, estudiante de Psicología, se quejaba de que los periodistas no mencionamos a la CE al hablar de las corrientes, en lo cual tiene razón. Y dijo, con sencillez: ''Mira, existimos y somos buena onda''. Y también en eso tenía razón.

Durante las sesiones del encuentro se recabaron firmas de todos para protestar contra los bombardeos de la OTAN sobre Yugoslavia, contra la represión racista del gobierno serbio, y a favor de la libre determinación de Kosovo. Para que luego no digan que los universitarios no abren sus ventanas al mundo. Un estudiante de Arquitectura decía: ''Tenemos que abrirnos para crecer''.

Nada concluyente ni definitivo, aparte del hecho de haberse reunido, y encaminarse a una organización nacional de estudiantes que pueda oponer un bloque de resistencia a las reformas que cierran, cada día más, los accesos a la educación por razones económicas y de clase social.