n Fernando Savater, autor del volumen Las preguntas de la vida

Dentro de mil años las perplejidades del mundo serán muy parecidas

n Octavio Paz ayuda a pensar porque en sus ensayos hay abundantes reflexiones, afirma

César Güemes n Fernando Savater ha conseguido lo que hoy parecería imposible: vivir de la filosofía. A ello cabe agregar un segundo obstáculo que también salvó con amplitud: hacer que libros escritos en serio y sobre su tema, se convirtieran en best-sellers. Ahora, luego de varias decenas de publicaciones, decidió por fin escribir una introducción a la filosofía, Las preguntas de la vida (Ariel).

Su nueva visita a México lo ha llevado a encontrarse con su público desde el pasado martes en el Palacio de Bellas Artes, ayer a fin de comentar Despierta y lee (Alfaguara), en el Centro Nacional de las Artes, y hoy a conversar con los alumnos de la Universidad Autónoma de Querétaro a las 17:30 horas y presentar ahí mismo, con los comentarios de Hugo Gutiérrez Vega, su más reciente libro a las 20:00 horas.

-La guerra en los Balcanes al parecer ha hecho que se olvide cualquier recurso interpuesto por la filosofía para una convivencia tranquila. ƑA qué se atienen los filósofos en circunstancias como esa?

-Hay que ver a la filosofía como una reflexión sobre la realidad: donde la hay, se puede pensar. Así que no versa sólo en torno a hechos gratos, felices o luminosos. Sé de libros de filosofía que se han hecho al fragor de la batalla, como los Soliloquios, de Marco Aurelio, que redactaba mientras dirigía las tropas de Roma entre los bárbaros germánicos. Seguramente habrá ahora mismo personas en los Balcanes que estén reflexionando.

-El libro que da a conocer ahora esperó mucho para que se decidiera a hacerlo. ƑA qué se debe?

-Al miedo. Había criticado muchas veces los libros de difusión de la filosofía. El ponerme a hacer uno me situaba a mí en el lugar de los criticados. Los compendios creo que han de ser textos de madurez, implican haber conocido a muchos alumnos y recibido muchas preguntas. A partir de familiarizarse con lo que las personas no saben es que se puede escribir un libro así. Desde luego que al principio los jóvenes no tienen afortunadamente más que su propia ignorancia, ya con los años nos acostumbramos a saber lo que ignoramos más lo que no saben otros y es entonces cuando se puede ayudar al lector a pensar.

Filosofar sin carnet

-Dentro de las figuras que menciona en su libro hay por lo menos un mexicano, Paz, que se dedicó a la estética y la poesía más que a la reflexión, digámoslo así, del ser.

-Con él pasa algo importante que se refleja a otras personas citadas. Me he remitido no sólo a filósofos en el sentido profesional. Creo que nadie necesita un carnet para filosofar, los pensadores no llevan una estrella en la frente. Shakespeare es en realidad un escritor con gran poder reflexivo, ayuda más leerlo a él que a otros autores. Paz ayuda a pensar porque ha pensado mucho, en sus ensayos hay reflexiones filosóficas abundantes, lo mismo Borges que es siempre sugestivo. Por eso en el libro hay fuentes literarias e incluso cinematográficas.

-El volumen inicia con un capítulo dedicado a la muerte, algo que puede funcionar muy bien entre grupos de jóvenes que han adoptado estilos de vida como el dark o el gótico. ƑPensó en estos sectores inquietos desde muy temprano por la muerte?

-Al hablar con muchos jóvenes en promedio de 15 años me di cuenta que el tema les interesa. Mientras las personas mayores siempre se sobrecogen al oír la palabra muerte, a los muy jóvenes les importa porque desean conocer el suelo que pisan. Y me parece que les pasa lo mismo con los temas de la libertad o del universo. Cuando se les dan respuestas estereotipadas o sencillamente se les pide que estudien y dejen de molestar, en realidad no se les aclara nada. Por eso la filosofía puede ser un auxiliar para la maduración. Nos hemos empeñado en no ayudar a los jóvenes a madurar, en mantenerlos como aprendices. Así no vamos a ningún sitio.

-Las preguntas de la vida será quizá el último libro que publique en este siglo. Aunque es muy posible que el primer día del 2000 las interrogantes sean las mismas.

-Por eso vale más no hacer caso de esas convenciones temporales. Hay autores que manejo en el libro y que se hicieron preguntas muy interesantes antes de nuestro milenio. Aristóteles, Platón o los estoicos ya se habían cuestionado sobre asuntos similares a los de ahora. No tengo por qué pensar que dentro de mil años, quienes vivan, se desentenderán de rubros como la justicia o la libertad. Habrá cambiado el tono o el planteamiento de las preguntas, pero las perplejidades serán muy parecidas.

-Es posible, entonces, que suceda con los procesos de pensamiento algo similar a lo que ocurre con la poesía: se vuelven una constante.

-A mi juicio sí. Unamuno dijo en su momento que la filosofía se acostaba más del lado de la poesía que de la ciencia. Y María Zambrano, que pasó largos años en México, escribió muy bellas páginas sobre esa misma relación. Aunque hay otras ramas filosóficas que se han planteado lo contrario. El mismo Platón no permitía entrar a su república a quien no supiera matemáticas y a los poetas los expulsaba de ella, en firme. Creo que en cuanto indagación de las realidades, el pensamiento filosófico es un último término al que se llega por muchos caminos. Es verdad, por otra parte, que mi sensibilidad va mucho más por el lado de la poesía, son los poetas los que me ponen filosófico. Aunque habrá pensadores que sólo ante las paradojas de las matemáticas o la teoría del big bang se sientan motivados.

Los políticos, más cercanos a la historia

-Ha sostenido que no hay ejercicio filosófico sin democracia. ƑQué sucedió entonces durante el franquismo?, Ƒcómo explica que el pensamiento pudiera sobrevivir bajo ese régimen?

-Ese planteamiento tiene un matiz: ahí donde ha llegado noticia de la democracia, ésta se instala siempre en la forma de pensar, aunque Pinochet o Felipe II no la respetaran. Pero una vez que la idea de que las leyes deben hacerlas los hombres y discutirlas en conciliábulo existe, permanecerá aunque alguien imponga dictatorialmente su voluntad. Es decir, ahí donde no existe cultura de la democracia, donde ni siquiera se plantea, como sucedió en la sociedad jerárquica india tradicional, nunca hubiera podido nacer la filosofía. El problema no es la democracia de hecho. En la España de Franco el concepto democrático flotaba en el ambiente, pensábamos en ella mucho más que ahora.

-ƑQué tan cercano o familiar le parece que está José María Aznar de los intereses propios de la filosofía?

-No creo que sea su mayor afición. El hombre a veces muestra un interés cortés por el ensayo y la cultura. Pero la verdad es que políticos aficionados a la filosofía he conocido muy pocos. Los hay más cercanos a la historia.

-Ya que en su obra hay novela, Ƒes posible que cayera en la filosofía-ficción?

-He resistido a esa idea, aunque hay quien la ha llevado a término con éxito. Lo que intento escribir es ensayo filosófico porque parte de la formación es enseñar al joven a leer precisamente algo que no sea ficticio.

-Hace diez o quince años sus libros se leían en grandes cantidades. Hoy su obra se ha vuelto más selectiva. Sus textos se han desmasificado. ƑEstá de acuerdo, lo deja tranquilo saberlo?

-Depende de qué tipo de libros. Hay algunos que venden mucho como Etica para Amador, Política para Amador o El valor de educar. En cambio, es verdad que otros trabajos más personales alcanzan a menos individuos. Hay libros que me gustan mucho, como Criaturas del aire, y que llegan a lectores que tienen una relación casi amistosa conmigo. Hay escritos que son para todo el mundo y otros que son como un guiño para determinadas personas. Eso está bien cuando uno se lo puede permitir. En el fondo, claro, si quieres vivir de lo que escribes hay que vender ejemplares. Pero cuando uno tiene esa parte cubierta y existe la tranquilidad de que se podrá seguir viviendo con un título que lean muchos, entonces me doy el gusto de hacer textos más interiores.

-Ha de ser algo cíclico, en su caso. Felizmente cíclico.

-Me parecería horroroso estar produciendo siempre best-sellers .