n Celebró el partido su décimo aniversario


Refrenda Pablo Gómez el llamado del PRD a un pacto con el PAN

n Cárdenas y Muñoz Ledo se ignoraron mutuamente

Matilde Pérez U. n En la celebración del décimo aniversario del PRD, su presidente interino, Pablo Gómez Alvarez, volvió a ofrecer al Partido Acción Nacional un pacto para la creación de un Estado democrático, pero si éste se niega a la convergencia electoral de oposiciones, de cara a las elecciones del año 2000, el partido del sol azteca -dijo- convocará a una gran alianza democrática y popular. En el evento, que se realizó en la Casa Lamm, volvieron a ser evidentes las diferencias entre Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo.

No dejó de lado el señalamiento de que el PAN "prefiere la convergencia legislativa con el Presidente de la República", porque "sabemos que en la política económica y en los enfoques neoliberales existen coincidencias fundamentales entre el PAN y el gobierno federal", y eso, acotó, le resta capacidad opositora. Agregó que el presidente Zedillo lleva esa convergencia hasta el extremo contra el gobierno de la ciudad de México.

A pesar de ello, Gómez Alvarez consideró que la mayoría de los electores de Acción Nacional quieren un nuevo régimen político y saben que ése no puede ser construido "de la mano del Presidente (Zedillo) y del partido de éste (PRI)".

Advirtió que no habrá un verdadero Estado democrático ni un desarrollo socioeconómico mientras el PRI mantenga en sus manos la Presidencia de la República y pueda bloquear las reformas legislativas. "Esta es una tesis que se confirma a cada paso", enfatizó.

Ante los ex dirigentes nacionales, senadores, diputados y asambleístas perredistas y diplomáticos, Gómez Alvarez destacó que, desde su fundación, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) ha sido unitario y ha buscado las convergencias democráticas. Ahora, ante la proximidad de las elecciones del año 2000, las oposiciones están obligadas -subrayó- a la convergencia en lo que puedan coincidir, sin renunciar a nada de lo que las define.

Por ello, aseguró que el PRD no llegará solo a las elecciones del próximo año. Informó que ese instituto convocará a una gran alianza democrática y popular, no sólo de organizaciones políticas, sino de todos los que estén dispuestos a suscribir un compromiso para construir un nuevo régimen político democrático y pugnar por un programa de cambios económicos y sociales.

Flanqueado por Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, Andrés Manuel López Obrador, Ifigenia Martínez y Patricia Olamendi, el dirigente nacional del PRD apuntó que, mientras "otros partidos pueden negociar prácticamente cualquier cosa y dar giros bajo el frío cálculo político de un pragmatismo de grupo", el de la Revolución Democrática no actúa ni actuará únicamente por la expresión de sus militantes y menos de sus líderes, seguirá basándose en la moral pública, en el escrutinio social.

Unico orador en el aniversario del PRD, Gómez Alvarez destacó que ese instituto nació de la conjunción de varios procesos políticos nacionales, entre ellos, el más importante fue el movimiento político electoral de 1988, y desde entonces sus dirigentes desecharon el camino de la violencia política. En ese año, aseveró, la violencia era factible, pues reinaba la irritación ante el fraude electoral cometido. Sin embargo, destacó, nunca hubo el menor titubeo para evitar el sacrificio inútil de vidas, aunque tal decisión fue interpretada equivocadamente, "por los hombres del poder", como una debilidad.

En estos diez años -abundó-, el PRD ha demostrado lo acertado de su renuncia a la violencia y que ello no implica claudicación alguna, ya que "ha seguido una lucha sin tregua". A los críticos del PRD les pidió reconozcan la capacidad de construir de ese partido.

No cruzaron ni la mirada

En medio de la expectativa de que en la ceremonia del aniversario Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo se saludaran, al menos con la mirada, ambos fundadores del PRD nunca cruzaron palabras ni miradas.

Diez minutos antes de las 19:30 de la noche, y minutos después del arribo de Pablo Gómez, los reflectores de la prensa giraron en torno a Muñoz Ledo, quien habló del "éxito" de su gira en Washington, de su propuesta Nueva República y, luego, se refirió al PRD. Afirmó que sus militantes están unidos en lo esencial, pero "no a cambio de la subordinación, de aceptar procedimientos indebidos, posiciones unilaterales ni ningún tipo de autoritarismo; en la búsqueda de gobernar de a de veras".

Iniciaba la explicación de que el debate con Cuauhtémoc Cárdenas se dará "cuando haya el marco", cuando un reportero de radio le gritó: šAllí viene Cuauhtémoc!, Ƒlo va a saludar?

La expresión del legislador perdió la sonrisa y, a pasos acelerados, se dirigió rumbo al improvisado estrado colocado al centro del jardín de la Casa Lamm.

Ante la insistencia de los reporteros del posible saludo, Muñoz Ledo lanzó: "no estamos en un palenque, estamos en un acto solemne".

Sonriente y recordando la ceremonia que también por el décimo aniversario del PRD había presidido al mediodía en Morelia, Michoacán, Cuauhtémoc Cárdenas destacó que su objetivo es buscar la fortaleza y crecimiento de ese instituto político y ése, dijo, es el compromiso de todos los perredistas.

Ante el interés de los representantes de diversos medios de información de si saludaría a Muñoz Ledo, comentó: "Si nos encontramos lo haré" pero acotó , "las diferencias no se borran por un saludo o no saludo". Las decisiones sobre las diferencias las tomarán los miembros del PRD al votar por la propuesta de uno o de otro, explicó.

A la pregunta expresa de si confiaba en el PAN, el gobernador del DF aclaró: "yo nunca he confiado en el PAN. La alianza será posible si hay acuerdos en torno a una plataforma política".

Pero la búsqueda de la foto del saludo de mano, del posible abrazo y hasta de la frase llegó al estrado, donde separados por Gómez Alvarez, escucharon, impasibles, los gritos de algunos reporteros: šsaludo, saludo, saludo! Y no faltó quien se atrevió a pedir el "abrazo de la Casa Lamm". El esperado encuentro no se dio y al término del evento, ambos evitaron encontrarse.