n Buscan acercamiento para terminar con la huelga y afirman ser neutrales
Inicia una comisión de académicos contactos con Rectoría y estudiantes
n Se aceptaría la intermediación de investigadores con el formato de diálogo propuesto por el CGH
Alma E. Muñoz n Ayer se iniciaron los contactos de la comisión ''negociadora'' de una parte del sector académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) con la Comisión de Enlace del Consejo General de Huelga y la oficina del rector Francisco Barnés de Castro para promover el acercamiento de ambas partes y resolver el conflicto en la máxima casa de estudios.
Los académicos buscarán un acercamiento porque les interesa que la crisis universitaria se resuelva pronto; además, preguntarán a las partes de qué manera pueden colaborar y dejarán en claro su posición neutral.
Sergio Zermeño, del Instituto de Investigaciones Sociales y representante de la comisión, aclaró que no pretenden representar a todos los investigadores universitarios, pero no hay otros intentos de este sector para actuar ante la crisis de la UNAM.
''No queremos ahondar en quién tiene que ceder o quién tiene que poner. Comenzamos metiéndonos en el terreno de los otros actores universitarios. Tenemos claro qué queremos como académicos y somos muy respetuosos de la flexibilidad de los otros sectores'', aclaró.
A sabiendas de que los académicos ''estamos siendo requeridos moral y políticamente por el resto de los universitarios, sabemos que los próximos días son valiosísimos para intentar sacar adelante las cosas. No queremos empantanarnos en largas discusiones, sino buscar rápidamente la buena voluntad porque entendemos que en un proceso de huelga en ocasiones algunas posiciones se vuelven rígidas y es lo que más tememos. Queremos romper eso y llegar a una solución'', dijo el investigador.
Para resolver el conflicto, dijo Amparo Martínez, del Centro de Ciencias de la Atmósfera y también integrante de esta agrupación, ''sabemos que tanto Rectoría como los paristas deberán ceder algo, pero no podemos profundizar sobre estos aspectos mientras no tengamos el contacto directo con ellos''. Por lo pronto, hoy por la tarde se reunirán con miembros del Consejo General de Huelga.
''Nos interesa que se discutan muchas cosas de la Universidad. Justamente es un momento de conflicto en el cual se necesita resolver con inteligencia, buena voluntad y no estar buscando ningún beneficio personal''. Para los académicos, agregó, es urgente que se levante el paro en la máxima casa de estudios.
Desde ayer la comisión de enlace se declaró en sesión permanente y nombró subcomisiones encargadas de hacer contacto con las partes en conflicto. Para el Consejo General de Huelga se designó a Elvira Concheiro, Sergio Zermeño y Tim Munzoni, y para el contacto con Rectoría se nombró a Francisco Fernández, Raymundo Cea y Juan Echevarría.
Inicialmente se dijo que la propuesta surgió de entre los académicos de 12 institutos, pero ayer Zermeño dijo que podrían participar investigadores del resto de los centros académicos que forman parte del sistema UNAM (26 institutos y 17 centros).
Desconfianza entre los estudiantes
María Esther Ibarra n La iniciativa de un grupo de investigadores universitarios de integrar una comisión ''de buena fe'' para obligar a la Rectoría y al Consejo General de Huelga (CGH) a dialogar fue tomada con cautela por algunos integrantes del movimiento estudiantil; los estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades plantel Vallejo la rechazaron tajantemente por considerar que está rebasada, pues ya es un acuerdo de todas las escuelas y facultades en paro de no aceptar mediación alguna.
Renuentes a hacer declaraciones ante el clima de ''linchamiento'' y las acusaciones de caudillismo o de pretender arrogarse el movimiento, consejeros universitarios y representantes de las distintas corrientes estudiantiles plantearon, en entrevistas por separado y a título personal, que los investigadores presenten directamente su propuesta al CGH.
José Luis Cruz, consejero universitario de Ingeniería, consideró que la iniciativa era una opción más en la búsqueda de una salida al conflicto en la Universidad Nacional Autónoma de México, pero recalcó que corresponde al CGH determinar si la acepta o no. ''Es legítima la preocupación de los investigadores, pero el único interlocutor del movimiento estudiantil es el CGH, que además ha aprobado de manera unánime la exigencia de un diálogo público, abierto, directo, resolutivo y sin ninguna intermediación''.
Fernando Limón, consejero universitario por Economía, coincidió con esta postura, pero rehusó hablar más. ''No queremos dar motivo o pretexto para que haya un conflicto por hacer declaraciones''. Francisco Cruz Retama, también de esa facultad, afirmó que si la comisión de investigadores está dispuesta a hacer suyo el acuerdo para el diálogo propuesto por el CGH su intermediación sería aceptada.
Higinio Muñoz también evadió el tema y alegó que la comisión de prensa del CGH era la única autorizada para dar información a los medios. Hasta la fecha dicha comisión no se ha presentado a los periodistas, no ha emitido comunicado alguno y muchos menos ha citado a conferencias de prensa.
Roberto López, de la Coordinadora Estudiantil, recalcó que hasta ahora la postura del CGH es no aceptar intermediarios. Convino en que la Comisión de Prensa sea la vocera oficial, pero para ello ''debe funcionar y trabajar, porque no lo ha hecho. Tampoco se vale que nos quieran linchar por dar un punto de vista como corriente''.
Al respecto, Marco Antonio Vázquez Elías, alumno de Letras Hispánicas de la Facultad de Filosofía y Letras, consideró peligroso y preocupante que se limite la libertad de los universitarios para expresar sus opiniones o discrepar de los procedimientos del CGH o del movimiento. ''Hay un clima de linchamiento y algunos mecanismos para la toma de decisiones no están muy alejados de los utilizados por el mismo rector Francisco Barnés, quien ordena a los directores votar en bloque''.
Las discrepancias por las entrevistas con ciertos personajes, grupos o corrientes del movimiento han llegado a casos extremos en días recientes. Hace unos días un grupo de estudiantes de Filosofía y Letras pretendía que toda la información de los medios se sometiera antes a la aprobación de la Comisión de Prensa, y en caso de que no se aceptara por consenso, se prohibiría publicarla.