n Entregarán los reconocimientos especiales 1998


Aulestia: el de coreografía no competirá con otros premios

n Guillermo Arriaga y Josefina Lavalle, entre los galardonados

Merry Mac Masters n La entrega de los llamados ''reconocimientos especiales 1998" a 14 personajes, grupos y entidades de la danza servirá de contexto para anunciar a la comunidad dancística el proyecto de un Premio Nacional de Coreografía, por parte de la Sociedad Mexicana de Coreógrafos, Sociedad de Gestión Colectiva (Somec) y Vitars, Fomento Cultural. Dentro del mismo acto que se efectuará hoy, a las 13:00 horas, en el aula magna del Centro Nacional de las Artes, la ex bailarina Cristina Mendoza dictará la conferencia Investigación y actividad coreográfica. Se trata de la continuación del ciclo El coreógrafo: creador y autor, actividades de difusión de la coreografía y el derecho de autor, iniciado en diciembre del 98.

Entrevistada al respecto, Patricia Aulestia, presidenta de Somec, dijo que el nuevo premio de ninguna manera competirá con los ya existentes en el país, sino que más bien es un ''ejercicio de oficio".

El Premio Nacional de Coreografía tiene como finalidad ''promover formas de reconocimiento mutuo entre los profesionales de la danza y valorar, de manera más conveniente, las obras de los coreógrafos mexicanos", según la carta acompañante de la propuesta de convocatoria.

Asimismo, dicho galardón está dirigido a obras terminadas y presentadas durante el año que serán propuestas por la propia comunidad, seleccionadas vía ternas por integrantes de Somec mediante votación en asamblea. Luego, de estas ternas un jurado elegirá los premios para cada categoría.

''Queremos que todo el mundo esté vigilante de enero a diciembre de cada año y que nos hagan propuestas", retomó Aulestia. Podrán recomendar obras desde la misma Somec (su membresía rebasa los 130), agrupaciones dancísticas, instituciones públicas de difusión de la cultura, universidades, críticos de danza, promotores, maestros de danza, periodistas y público en general.

Las categorías son: mejor coreografía, opera prima, mejor estreno, mejor reposición, obra infantil, obra didáctica, obra para ejecución solista, así como mención honorífica a ejercicios y prácticas de escuelas. Cada categoría tendrá tres diferentes géneros: contemporáneo, clásico y folclor. De acuerdo con el proyecto de convocatoria, la fecha límite para recibir propuestas será el 28 de enero de 2000. El premio se dará a conocer en marzo del mismo año.

En la medida en que los promotores no están ''casados" con el proyecto original, ''vamos a dar un plazo hasta finales de mayo para que éste se enriquezca, ya que todo esto ha sido un proceso tan largo como la fundación de la misma sociedad", apuntó Aulestia.

Sobre los premios, agregó que el creador en un momento tiene que ser estimulado; a los jóvenes, alentándolos, y los ya muy profesionales tratando de reconocer lo que se ha hecho, pero dentro del ejercicio diario de la coreografía.

Pugnar por los derechos de autor

Respecto de los ''reconocimientos especiales 1998", los galardonados son Guillermo Arriaga, por 50 años en el INBA y labor coreográfica; Josefina Lavalle, por logros en la reposición coreográfica; Raúl Parrao, por su obra Picnic; Centro Nacional y Formación y Producción Coreográfica de Morelos, por su labor; Arte Móvil-Danza Clan, por diez años de labor en provincia; Gerardo Sánchez, quien ha enaltecido durante 15 años el arte de los discapacitados; Raúl Platas, por la obra infantil Para muestra basta un botón; Victoria Ellis, una de las primeras bailarinas de este siglo; a la comisión Dónde está Nellie; Federico Castro, por 35 años de trayectoria; Ballet Independiente, por el Concurso Interno de Coreografía; Gloria Contreras, por el 40 aniversario de Huapango; Sociedad Mexicana de Maestros de Danza, por el Concurso de Ballet Infantil y Juvenil; y Alan Stark, por 30 años de trabajo sobre el renacimiento y el barroco.

Aulestia aprovechó la entrevista para hacer un nuevo llamado al gremio dancístico, porque ''tal vez la situación de crisis nos ha aislado y estamos mirando solamente por lo propio". Y añadió: ''Tenemos que relacionarnos con los otros creadores, vernos más a menudo, tratar, inclusive, de estudiar, analizar, comentar sobre lo que se está haciendo como hecho coreográfico en este momento, y luchar juntos, después de 15 años de gestión, por cobrar lo que la ley nos da como derecho de autor". Sobre este punto Aulestia reiteró la necesidad de fomentar una cultura en nuestro medio dancístico.

-ƑPor qué ha sido tan difícil?

-Hace más de 15 años el Instituto Internacional del Teatro de la UNESCO, por conducto de su comité de danza, nos dio una investigación realizada en 14 países y lo trajimos a México.

''En ese entonces Adolfo Loredo Hill (titular de Derechos de Autor) decía que era muy fácil porque teníamos una ley que protegía mucho a la danza. Pero cuando ya quisimos tener la sociedad de coreógrafos vimos que el gremio todavía no estaba preparado. Y después, cuando ya nos constituimos, vimos que la ley no se podía concretar en hechos. Es por eso que hemos ido al Congreso; estos mismos especialistas de derecho de autor han tenido que aportar muchas propuestas para que se cambiara (la ley).''