n Entre elogios mutuos, eluden hablar de sus aspiraciones políticas
Consulta abierta, el mejor método de selección: Labastida y Alemán
n Reprueba el secretario de Gobernación la descalificación a priori de la auscultación entre priístas
José Gil Olmos, enviado, y Raymundo Jiménez, corresponsal, Jalapa, Ver., 6 de mayo n Tras coincidir en que el presidente Ernesto Zedillo no tiene candidato y en que ''el mejor método'' de selección interna sería la consulta abierta con voto secreto y universal, el secretario de Gobernación, Francisco Labastida Ochoa, y el gobernador Miguel Alemán Velasco aseguraron que esperarán hasta el 18 de mayo, cuando aparezca la convocatoria del Partido Revolucionario Institucional, para dar a conocer formalmente su decisión de competir por la candidatura presidencial o apoyar a quien resulte electo.
''El que escoja nuestro partido, por lo pronto, yo acepto. El (del) Presidente de la República es un voto de calidad y en momentos de decisión tendrá esa calidad moral por haber ganado por un gran porcentaje las elecciones libres de 1994; en esa calidad, viene siendo nuestro jefe político, pero no comparen el PRI de hace 70 años con el PRI de 1999'', respondió Alemán cuando le preguntaron si compartía la percepción de que Labastida era el favorito de Zedillo.
Según Alemán, ''los misterios de la política mexicana no los conocen los analistas políticos a fondo; pienso que es más fácil dilucidar los problemas de Kosovo en Yugoslavia en menos tiempo del que los analistas políticos puedan dilucidar los misterios de la política mexicana''.
Por su parte, el secretario de Gobernación, quien aseguró que no tiene ''ningún sentimiento de intranquilidad'' por el activismo de los demás aspirantes priístas y que tampoco padece insomnio porque trabaja jornadas de 15 horas diarias, afirmó también que está preparado anímicamente para no ser el candidato del PRI a la Presidencia.
''Uno tiene que estar preparado a apoyar al candidato que surja del partido, con madurez, pero también con sentido institucional, con sentido de defender a las instituciones en las cuales uno ha trabajado, laborado y ha contribuido a su formación, que ha trabajado al lado de ellas'', argumentó Labastida, quien insistió en que ''las instituciones se construyen con leyes, con reglamentos, con su historia, pero se construyen también con las actitudes de los hombres que formamos parte de ellas.
''Tiene que haber siempre una actitud de apoyo a las instituciones, de apoyo a las mejores causas del país y luchar por ellas; si no, estamos poniendo los intereses personales por encima de los intereses del país'', remarcó el sinaloense, luego de afirmar: ''El Presidente de la República está impulsando un cambio muy profundo en el partido a favor de la democracia'' y, ''congruente con esa decisión, no está soportando ni apoyando a ningún candidato o precandidato.
''ƑQué quiere decir esto? Que si ése fuera mi interés simplemente el sistema hubiera seguido sin modificarse; es decir, hubiéramos continuado con el sistema tradicional si el Presidente hubiera deseado tener y defender a una de las gentes que quisiera impulsar'', argumentó.
Labastida resaltó que el cambio ''de gran vigor y profundidad en la democracia'' que promueve Zedillo en el Revolucionario Institucional no es de forma sino de fondo y ''no ha habido en toda la historia del PRI un cambio propuesto y en vías de ejecución de la magnitud, tamaño y profundidad del que hoy está estudiando el partido.
''Me parece que es normal, lógico, que un cambio de esta magnitud origine un debate, diferentes posiciones, una discusión; me parece que es conveniente, propio y saludable para el partido.
''Dicen que hay riesgos. Es cierto: cualquier gran cambio implica un riesgo, pero diría que hay más riesgos por no cambiar. A veces nos pasa que le tenemos más miedo a las soluciones de los problemas que a los propios problemas y tenemos que entender que cuando queremos avanzar hay riesgos, pero una sociedad, un país, un partido, no pueden vivir sin evolucionar''.
Labastida dijo que la democratización del PRI ''tiene muchísimas más ventajas que problemas, tiene una gran potencialidad en sus beneficios y, obviamente, tiene riesgos que yo identifico como menores'' porque ''hay una gran madurez, básicamente en la clase dirigente, y creo que va a culminar en la unidad del partido''.
El funcionario reprobó la descalificación a priori que algunos aspirantes han hecho del trabajo de auscultación que ha realizado el dirigente nacional del PRI, José Antonio González Fernández. ''Sacar conclusiones anticipadas de un proceso de auscultación me parece que es equivocar la línea de análisis y razonamiento'', expuso.
Entre elogios y reconocimientos mutuos, Labastida y Alemán concedieron en la Sala de Banderas de palacio de gobierno una conferencia de prensa de aproximadamente una hora, en la que respondieron alrededor de 23 preguntas, todas relacionadas con el tema de la candidatura y la sucesión presidencial del año 2000.
El secretario de Gobernación pidió no buscarle ''interpretaciones políticas a estas fechas'' y explicó que su visita a Veracruz, 24 horas antes de que los 400 miembros del Consejo Político Estatal del PRI le soliciten a Alemán que se registre como precandidato presidencial, estaba programada desde hace tiempo, pero ambos acordaron diferirla debido a la agenda legislativa que estaba por desahogarse en el Congreso de la Unión.
Labastida refrendó que su relación de amistad con Alemán ''no sólo es buena, sino espléndida'', y definió al gobernador como ''un político con emoción social que conoce muy bien el sistema mexicano institucional; un hombre al que respeto, aprecio y al cual le tengo gran estimación y cariño.
''Estoy seguro de que Miguel es, sin lugar a dudas, un cuadro muy valioso, un hombre de extraordinaria valía, con el cual hoy y siempre, lo recalco, nos va a unir una gran y estrecha amistad'', reiteró.
Cuando a ambos se les preguntó si pese a su amistad ''de a de veras'' estarían dispuestos a competir por la candidatura presidencial del PRI, Alemán respondió que primero tendría que consultar al millón de veracruzanos que votaron por él para llevarlo a la gubernatura y luego conocer las reglas de la contienda, pero ''para contestar con toda claridad su pregunta, el señor secretario sería mi precandidato y a lo mejor yo soy el precandidato del señor secretario. Así, clarito''.
Labastida secundó al gobernador: ''Creo que Miguel planteó en palabras tan exactas los términos que yo me sumo. Eso lo vamos a definir y comentar con posterioridad''.
Luego de la conferencia de prensa, cerca de las tres de la tarde, el secretario de Gobernación y el mandatario veracruzano se fueron a comer a un restaurante especializado en carnes ubicado en la zona universitaria, frente al estadio Heriberto Jara Corona, donde en diciembre pasado Alemán rindió protesta como gobernador, como su padre, Miguel Alemán Valdés, lo hizo en 1936.