n Acusa a Francisco Labastida Ochoa de la instalación del operativo en su domicilio


Presentará Pascoe denuncia penal por espionaje

n Ernesto Zedillo y el secretario de Gobernación actúan con gran irresponsabilidad, frente a los comicios del año 2000, asegura

Humberto Ortiz Moreno, Gabriela Romero, Raúl Llanos y Angel Bolaños n Con todo el apoyo del gobierno capitalino y del PRD-DF, el delegado en Benito Juárez, Ricardo Pascoe Pierce, presentará hoy una denuncia penal en contra de quien resulte responsable del espionaje a su domicilio, donde monitorearon una reunión privada con dirigentes políticos y amigos.

De entrada, acusó al secretario de Gobernación, Francisco Labastida Ochoa, de poner el operativo, y de aliarse con el rector Francisco Barnés para "enredar artificialmente" el conflicto universitario, con el fin de endosárselo al PRD y crear una confrontación con su principal adversario en esta capital.

Convencido de que el aparato de Estado "ha subido la apuesta en forma peligrosa frente a la elección del 2000", anticipó que en la querella judicial planteará que la sociedad y él, como afectado, "estamos en derecho de saber quiénes están utilizando nuestro dinero que pagamos como impuestos para espiarnos...".

El funcionario dialogó con Rosario Robles Berlanga, secretaria de Gobierno del Distrito Federal, sobre las fotografías e información publicadas en el diario Excélsior, relativas al encuentro del titular en Benito Juárez con el diputado Martí Batres, Carlos Imaz y líderes estudiantiles, en su casa del sur de la ciudad.

Habrá una respuesta clara y firme

Ambos acordaron dar una respuesta clara y firme al "grupo de operadores políticos de Bucareli" que intenta enturbiar el clima político en la ciudad.

"Que lo sepan desde ahorita: no nos vamos a dejar intimidar por ellos. El peligro real es que regresemos a una época negra de la historia en que las dictaduras latinoamericanas utilizaron el espionaje para amenazar y dirimir sus conflictos con la oposición", alertó Pascoe en entrevista con La Jornada.

Aseguró que seguirá con su vida normal y, para quienes se interesen, el próximo domingo ofrecerá una comida en su casa a miembros del gobierno del Distrito Federal y a dirigentes políticos.

Indicó que los funcionarios capitalinos deben estar concientes de que el presidente Ernesto Zedillo y el secretario de Gobernación, Francisco Labastida Ochoa, han elevado la apuesta peligrosamente frente a los comicios del año entrante, actuando con gran irresponsabilidad.

Para él, sólo hay tres hipótesis de cómo se dio el espionaje: que alguien se enteró de la reunión; que seguían a alguno de los invitados en particular, o que estaban ocultos en su domicilio. Aseguró que a partir de la publicación de las fotos concluye que el conflicto en la UNAM "es una provocación deliberada del gobierno para crear un ambiente de confrontación artificial con el PRD, de cara a la competencia electoral del 2000".

Por su parte, el diputado Martí Batres, presente en la reunión, manifestó: "Es el colmo que uno ya no pueda reunirse con alguien. Es aberrante, pues demuestra que todos los días Gobernación está espiando a los dirigentes políticos del PRD, y no sabemos hasta qué punto lo está haciendo. Los compañeros platicaremos para ver a quiénes están hostigando y definir qué procede ante esa inadmisible intromisión, que de hecho se configura como un delito".

Expresó que el encuentro en casa de Pascoe fue "de tipo social", y aun cuando se habló de la situación de la UNAM, "el objetivo no era centrarnos en alguna estrategia hacia el movimiento", aseguró. Comentó que hay obstinación de implicar al PRD en el conflicto estudiantil.

A su vez, el líder perredista Carlos Imaz responsabilizó a la Secretaría de Gobernación como autora del espionaje, el cual incide en la vida privada de un grupo de ciudadanos. "Le sugerimos que si está interesada en futuras cenas y reuniones, formales e informales, avise con tiempo para mejorar la calidad de la luz en el exterior de los inmuebles donde se realicen para que les salga bien la película", ironizó.

Aclaró que no existe ninguna conspiración, y los que quieren fabricarla "mejor harían en destinar los costos de sus equipos de espionaje al financiamiento de la educación pública". Nada, remarcó, se ha hecho en la oscuridad.

El diputado Javier Hidalgo fue más allá y denunció que Gobernación tiene "infiltrados" los teléfonos de los dirigentes perredistas, quienes también son objeto de una intensa fiscalización mediante videos y fotografías, situación que, dijo, merece un reclamo hacia las autoridades federales.

Por otra parte, el coordinador de Participación Ciudadana del gobierno capitalino, Oscar Moreno, ex dirigente del CEU, señaló que las fotografías publicadas por Excélsior, el jueves, "de ninguna manera demuestran la presunta conjura o complot" del gobierno local a favor de la huelga en la UNAM y contra las reformas al reglamento de pagos, como pretenden hacer creer a la ciudadanía PRI y PAN, así como las autoridades universitarias.

Consideró lamentable que se use este tipo de "prácticas tan bajas, con la peor mala fe para hacer política", y con la intención de desacreditar al PRD y al gobierno de Cárdenas.

Sin embargo, desestimó la posibilidad de que este caso sea una respuesta por las aprehensiones de los dirigentes priístas Cuauhtémoc Gutiérrez y Silvia Sánchez Rico, apuntó Moreno en entrevista posterior a la instalación del comité para la consulta ciudadana del 16 de mayo en la delegación Venustiano Carranza.