n Se logró integrar a Rusia en la búsqueda de una solución: Occidente


Acuerda el G-8 crear una presencia civil y de seguridad para Kosovo

n Convienen los ocho el desarme de separatistas del ELK n Reitera Moscú: la OTAN no debe participar

Afp, Ap, Dpa y Reuters, Bonn, 6 de mayo n El Grupo de los Ocho, formado por los siete países más industrializados del mundo más Rusia, llegó este jueves al acuerdo de crear una "presencia civil y de seguridad internacional para Kosovo con la aprobación de la Organización de Naciones Unidas (ONU)", en el marco un arreglo sobre las condiciones que se exigirán al gobierno yugoslavo para suspender los bombardeos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) contra su territorio, y comenzar un proceso de paz para la provincia serbia de Kosovo.

Con este pacto, afirmaron diplomáticos, se logró integrar activamente a Rusia en la estrategia occidental para una solución en Kosovo, así como para establecer las características de la fuerza de paz que se desplegaría en esa región de los Balcanes.

El Kremlin, sin embargo, insistió en que la OTAN no podrá integrar dicho organismo pacificador y de verificación, pues el gobierno de Yugoslavia lo ha rechazado, pero Estados Unidos y Alemania insistieron en que dicha fuerza debe tener como núcleo a la OTAN.

Además de la presencia internacional civil de seguridad en la provincia de Kosovo, el Grupo de los Ocho convino exigir el desarme de los separatistas del Ejército de Libración de Kosovo (ELK).

Las demás condiciones del documento ya se habían manejado anteriormente: la exigencia de que Belgrado ponga fin de inmediato a la represión y a las acciones militares en la provincia, y permita el regreso de todos los desplazados. También se exige el comienzo de un proceso político para alcanzar una solución provisional que ayude a Kosovo a establecer una autonomía sustancial, pero sin amenazar la soberanía e integridad territoriales de la República Federal de Yugoslavia.

El documento señala también celebrar gestiones globales para promover el desarrollo económico y la estabilidad de esa región de los Balcanes.

Fuentes diplomáticas dijeron que la importancia del acuerdo de hoy radica en que, por primera vez, Rusia está del mismo lado que los países occidentales que pertenecen a la OTAN, y recordaron que fue Moscú quien promovió el encuentro de los ocho.

Sin embargo, el canciller ruso, Igor Ivanov, reiteró que su gobierno apoyará la exigencia del presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, de no permitir que en la fuerza de paz participen países de la OTAN.

"No se trata de la opinión de Rusia o la de Japón, nosotros hemos escrito en los principios que garantizamos la soberanía de Yugoslavia. Sin el acuerdo previo de ese país (sobre la fuerza de paz) nada es posible", dijo el diplomático.

El mandatario yugoslavo ha insistido en que permitir que países de la OTAN integren la fuerza de paz equivale a aceptar que los "agresores de Yugoslavia" ingresen al país como fuerza de ocupación.

Con todo, tras anunciarse el acuerdo de los ocho, la jefa de la diplomacia estadunidense, Madeleine Albright, reiteró que la fuerza de seguridad para Kosovo "debe tener a la OTAN en su centro e incluir tropas de Estados Unidos y Gran Bretaña", y con ella coincidió el canciller federal alemán, Gerhard Schroeder.

Pese a que persiste este desacuerdo, el secretario general de la OTAN, el ex español Javier Solana, manifestó su esperanza de que los movimientos diplomáticos que permitieron el convenio de los ocho sean "el principio" de la solución negociada que permita que la paz vuelva a la convulsionada región de los Balcanes.

Por su parte, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, celebró especialmente que los ocho involucraran al Consejo de Seguridad del organismo mundial en el proceso de paz para Kosovo.

En una entrevista concedida en Francfort, Alemania, el presidente estadunidense, Bill Clinton, opinó que el acuerdo de los ocho significa que "los rusos se han acercado a nuestra posición", lo cual juzgó benéfico para la solución del conflicto en Kosovo.

Menos conciliador fue el vocero del Pentágono, Kenneth Bacon, quien afirmó que "Milosevic debe aceptar el acuerdo (de los ocho) pues de lo contrario sufriría graves consecuencias".

Clinton comentó, sin embargo, que el presidente yugoslavo parece estar acercándose a cumplir las exigencias de la comunidad internacional, a juzgar por el hecho de que permitió la salida del país del líder kosovense moderado, Ibrahim Rugova, quien llegó el miércoles a Roma acompañado de su familia y se ha entrevistado con el gobierno italiano, y dijo estar "muy feliz" por el hecho de que Rugova "haya sido liberado".

Rugova, quien nunca se ha declarado prisionero de los serbios, invitó a Belgrado a través del diario La Reppublica a dar señales de flexibilidad que puedan llevar a un acuerdo, y se manifestó en favor de que una fuerza de paz "de la OTAN y de otros países" se instale en Kosovo.

Antes de salir de Yugoslavia, Rugova se reunió varias veces con Milosevic y con el presidente serbio, Milan Milutinovic, con quienes dijo haber llegado a varios acuerdos, entre ellos el de instalar en Kosovo un gobierno de transición bajo su mandato mientras se define un estatuto de autonomía amplia para la provincia.

Rugova fue elegido "presidente de Kosovo" en elecciones que no reconocidas por el gobierno de Milosevic, que se celebraron el año pasado.

Este jueves el ELK, que desconoció la autoridad de Rugova y lo tachó de "traidor" por reunirse con las autoridades serbias, exigió al líder moderado manifestar su apoyo a la lucha armada por la independencia de Kosovo y ceñirse al acuerdo de paz de Rambouillet.

Dicho documento no planteaba el desarme de los rebeldes y, según Belgrado, reconocía sólo a los albaneses étnicos como pobladores de Kosovo, ignorando a los demás grupos.

En otro orden, los tres soldados estadunidenses que fueron durante más de un mes prisioneros de los serbios y que Belgrado liberó el domingo, fueron condecorados hoy --en una base militar estadunidense en Alemania-- con la Orden del Corazón Púrpura, además de una medalla destinada a prisioneros de guerra y una distinción especial de la OTAN.

Paradójicamente, voceros del Departamento de Defensa estadunidense afirmaron este jueves a la prensa internacional que los tres soldados no fueron, en realidad, tomados prisioneros por las fuerzas serbias, sino que fueron "secuestrados".

En tanto, tres granadas fueron lanzadas hoy en otras tantas sucursales del banco estadunidense Chase Manhattan en la ciudad portuaria griega de Pireo, que causaron graves daños a los inmuebles.

La policía no descartó que se trate de una represalia contra la alianza noratlántica por los bombardeos contra Yugoslavia, a los que se opone, según sondeos, 90 por ciento de los griegos.

Una encuesta de opinión difundida hoy por la televisión privada alemana reveló que 33 por ciento de los alemanes está a favor de que se idee una acción especial clandestina para asesinar al presidente de Yugoslavia, mientras que 71 por ciento pre- fiere que "el tirano" sólo sea secuestrado por la OTAN.