Casi dos meses después de lo anun-ciado, por fin las autoridades del gobierno del Distrito Federal instalaron la Coordinación de Lucha Contra el Sida para la Ciudad de México. En un evento donde participaron los delegados capitalinos entre otros funcionarios, se dijo que la función del nuevo organismo será la de coordinar los esfuerzos de las diferentes dependencias y direcciones afines con el fin de aprovechar al máximo los recursos disponibles.
En una situación de austeridad y escasez de recursos, creemos que esa decisión es la más acertada. Una coordinación de ese tipo permitirá con una inversión mínima echar andar un programa sobre sida para esta capital en donde se involucre a organismos como la Secretaría de Salud, el DIF, la Secretaría de Desarrollo, las delegaciones políticas, el programa para mujeres, etcétera, que puedan coordinar esfuerzos e integrar el combate al sida dentro de sus actividades institucionales.
Pero para que una coordinación de este tipo de verdad funcione tiene que contar con el respaldo de la máxima autoridad de gobierno. Lo más conveniente es que dicha coordinación dependa directamente de la jefatura de gobierno del DF. Sin dicho respaldo difícilmente un organismo como ése tendrá la suficiente autoridad para coordinar y supervisar los esfuerzos.
No se parte de cero, ya existe un antecedente. En la Dirección de Programas para la Juventud se realizó una extraordinaria labor bajo el mando de Andrea González, quien dejó la dirección en abril pasado. El trabajo ejemplar realizado ahí en conjunto con las organizaciones civiles de lucha contra el sida puede servir de modelo para el diseño del futuro trabajo de la nueva estructura instalada el pasado miércoles 28 de abril.