n Si no lo acepta, se lo impondremos: OTAN


Favorable acogida de Belgrado al acuerdo alcanzando en el G-8

Afp, Ap, Dpa y Reuters, Belgrado, 7 de mayo n El gobierno del presidente Slobodan Milosevic recibió favorablemente el acuerdo que alcanzó el jueves el Grupo de los Ocho (G-8), formado por los siete países más industrializados del mundo más Rusia, en el que se propuso la creación de una fuerza civil que garantice la paz en la provincia serbia de Kosovo.

El mandatario yugoslavo indicó que está dispuesto a discutir el plan cuando se declare un cese de los bombardeos contra su país por parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

El representante yugoslavo ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), Vladislav Jovanovic, resaltó que su gobierno entiende que la "presencia internacional eficaz, civil y de seguridad" aprobada por el Consejo de Seguridad de la que habla el acuerdo de los ocho implica efectivos desarmados, y advirtió que de lo contrario persistirá el desacuerdo de Belgrado al ingreso a su territorio de dicha fuerza.

El secretario general de la alianza, Javier Solana, afirmó que si Milosevic no acepta el plan de los ocho "habrá que imponérselo", y aseveró que si al mandatario yugoslavo le queda "un ápice de razón" comprenderá que se trata de un buen plan.

De su lado, el vocero de la OTAN, Jamie Shea, afirmó que es indiscutible que la OTAN será el núcleo mayoritario de la fuerza de paz que el jueves acordó el G-8, y subrayó la intención de la organización belicista de continuar los bombardeos contra Yugoslavia.

El separatista Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) rechazó el acuerdo de los ocho por considerar que "no garantiza una solución estable al problema ni el fin de la tragedia" en la provincia serbia poblada mayoritariamente por albaneses étnicos.

"Buena dirección"

Fuentes no oficiales de Belgrado afirmaron que, en general, el sentir del gobierno yugoslavo es que en el convenio del G-8 "se tomó una buena dirección" en pro de una solución pacífica al conflicto.

La agencia oficial de noticias Tanjug señaló que el acuerdo es el primer paso de un proceso que "será muy largo, pero seguramente exitoso". Editoriales de la agencia opinaron que el acuerdo implica "el fracaso de la idea de enviar 28 mil soldados de la OTAN a Kosovo por vía terrestre".

Tanjug estimó también que el documento logró que "se afectara seriamente la idea de que Estados Unidos debe ser la policía del mundo", al tiempo que Moscú demostró que no habrá salida a la crisis de Kosovo "sin bipolaridad".

Observadores señalaron que esta reacción por parte de Belgrado se aúna a una serie de indicios de que Milosevic está flexibilizando su postura. El mismo presidente indicó hoy que estaría dispuesto a discutir una solución del conflicto en el marco del plan del G-8 si la alianza noratlántica cesa sus bombardeos.

Jovanovic advirtió, no obstante, que "la palabra 'seguridad' no está definida en el acuerdo. Si es un eufemismo para describir a una presencia militar internacional, entonces eso será un problema porque nuestra posición fundamental sigue siendo oponernos a toda presencia militar extranjera".

Confirmó, sin embargo, que Belgrado recibió favorablemente el documento y lo estudia cuidadosamente.

Aunque el documento especifica que la presencia internacional para la paz en Kosovo será civil, Estados Unidos y Alemania insistieron el jueves en que el núcleo de dicha debe ser la OTAN, mientras que Moscú afirmó que la alianza sólo podrá integrar esta fuerza si Belgrado lo permite.

El gobierno yugoslavo ha reiterado que no aceptará que ninguna fuerza de pacificación en su territorio debe estar integrada por países miembros de la OTAN que perpetraron la agresión contra Yugoslavia.

Shea dijo que aunque el documento del G-8 no especifica este punto, es evidente que la OTAN será el núcleo de la fuerza de paz para Kosovo "porque las condiciones claves de la OTAN están claramente reflejadas" en los principios del acuerdo.

A su vez, Solana afirmó que la fuerza de pacificación en Kosovo "deberá ser similar a la que existe en Bosnia y que fue capaz de frenar la guerra en 1995", que está integrada por la OTAN.

El presidente Bill Clinton, por su parte, también afirmó que la presencia internacional en Kosovo deberá ser como la de Bosnia y tener su núcleo en la OTAN, y sugirió aplicar en Kosovo un acuerdo político como el que se usó para solucionar aquella guerra, que fue dividir la región en disputa en tres sectores.

La secretaria de Estado estadunidense, Madeleine Albright, manifestó su disgusto porque "el gobierno yugoslavo todavía no ha respondido a las propuestas contenidas en el acuerdo del G-8" .

El canciller federal alemán, Gerhard Schroeder, se reunió hoy con el presidente de Francia, Jacques Chirac, y el de Polonia (país que está en proceso de integrarse a la OTAN), Aleksander Kwaniewski, en la ciudad francesa de Nancy, y coincidieron en que es imprescindible que la alianza sea la parte principal de la fuerza de paz.

El primer ministro albanés, Pandeli Majko, manifestó su apoyo al documento.

De su lado, el canciller ruso, Igor Ivanov, instó a la OTAN a cesar los bombardeos a Yugoslavia ante la existencia del acuerdo del G-8 que, consideró, "no es un avance importante sino un paso adelante. Habrá un avance importante cuando cese la guerra".

Enojo de los separatistas

El ELK, grupo que aspira a la independencia de Kosovo de Yugoslavia y su anexión a Albania, se convirtió en el único sector que rechazó el acuerdo, pues su vocero Bilal Sherifi calificó de "inaceptables" las condiciones y dijo que "sólo la continuación de los bombardeos y el despliegue de las fuerzas terrestres de la OTAN pondrán fin a la tragedia de Kosovo", por lo que el documento no ofrece garantía alguna.

Agregó que la fuerza de seguridad que se plantea debe ser armada y de la OTAN, pues sólo así los refugiados podrán volver sin peligro a sus hogares.

Otro vocero del ELK, Jakup Krasniki, afirmó hoy que el líder de los albaneses moderados de la provincia serbia, Ibrahim Rugova, "no tiene mandato para negociar sobre el problema de Kosovo; el dirigente fue electo "presidente" en comicios no reconocidos por Belgrado celebrados en la región el año pasado, pero no forma parte de un grupo político al que el ELK considera "el gobierno provisional" de Kosovo, parte del cual funciona en el exilio.

Los países de la Unión Europea aceptaron hoy someterse a que sean interceptados e inspeccionados por autoridades de la OTAN barcos suyos sospechosos de transportar petróleo a Yugoslavia, en el marco de un bloqueo marítimo impuesto contra dicha nación por la alianza.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, designó hoy como sus emisarios en los Balcanes al canciller de Eslovaquia, Eduard Kukan, y al político conservador Carl Bildt, en lo que observadores consideraron el regreso de Naciones Unidas a la escena del conflicto de Kosovo.