n Propone a Fix Zamudio, González Casanova, Pérez Tamayo, Peimbert y Moshinsky


Pérez Pascual: personajes de prestigio podrían ser "puente de comunicación"

n Descarta que integren una comisión mediadora; sólo ayudarían a destrabar el conflicto, aclara

Alma E. Muñoz n Personajes de "gran prestigio universitario y político" como Ruy Pérez Tamayo, Héctor Fix Zamudio, Pablo González Casanova, Manuel Peimbert y Marcos Moshinsky podrían convertirse en "puente de comunicación" entre paristas y autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), para "destrabar" el conflicto en torno al Reglamento General de Pagos (RGP).

Rafael Pérez Pascual ofrece esta "propuesta aglutinadora" a la consideración de la comunidad universitaria, en busca de lograr una solución al paro de labores, que hoy cumple 21 días en la máxima casa de estudios.

No obstante, el coordinador del Consejo Académico del Area de las Ciencias Físico-Matemáticas e Ingenierías aclaró que en esta nueva iniciativa no hay cabida para todos, porque "el resto de los universitarios no está en el conflicto". Es decir, la negociación debe ser entre estudiantes y la Rectoría.

Más allá del RGP, para Pérez Pascual hay "elementos más importantes que las cuotas", pues dentro del sistema UNAM es imperativo modificar el concepto mismo de las carreras que se imparten, ya que "corremos el riesgo de quedar estancados, y el sistema de enseñanza superior se vuelva obsoleto".

Además, añadió otro ingrediente a este esquema, darle una nueva orientación a la investigación científica y humanística, "para amoldarla" a los requerimientos de la sociedad contemporánea.

En entrevista, descartó la necesidad de contar con una comisión mediadora porque, ante la presencia de "fenómenos políticos", resulta imperativo lograr el consenso de la comunidad, "de tal manera que obligue a la negociación de las partes".

Consciente de que hay "muchos universitarios" interesados en ofrecer esquemas de solución al problema, Rafael Pérez Pascual afirmó que su propuesta tiende a la aglutinación de unas "personas con merecido prestigio, ganado en la universidad. Un prestigio académico, un prestigio como personas sensatas, prudentes, con prestigio político y que no se aíslan en el radicalismo de ningún bando y no van a subordinar su planteamiento a consignas de ningún tipo".

De tal suerte, "podemos buscar 10 o 20 de esa naturaleza. Entre estos, Ruy Pérez Tamayo, persona prudente, racional, que no se va con radicalismos, que cuenta con una opinión propia sobre la universidad, el país y la sociedad, y es un gran patólogo".

A la lista sumó a Manuel Peimbert, del Instituto de Astronomía; Marcos Moshinsky, del Instituto de Física; Héctor Fix Zamudio, jurista, y al ex rector Pablo González Casanova. "Si nosotros juntamos 20 universitarios distintos, y a cada uno le decimos que nombre 20, vamos a encontrar un traslape muy grande. La solución al conflicto se debe dar a través de una negociación entre representantes de los que están en conflicto. El resto de los universitarios participa del problema pero no están en él. Participan, se ven afectados, tienen opinión pero no están en conflicto", puntualiza.

Pérez Pascual sabe que esta comisión "no es única vía. Esto es lo que yo pienso: puede haber muchas otras vías, canales y fórmulas, pero lo mejor sería a la brevedad posible, dentro del contexto político en que está el movimiento, y se lograra alguna propuesta aglutinadora de la comunidad, no una propuesta mediadora entre las partes. No olvidemos que la comunidad tiene una obligación, que no es responder a sí misma, sino responder a la sociedad, pues tenemos que conducir a la universidad no para satisfacer únicamente los intereses de los universitarios, sino de la sociedad".

Además, "todos tienen que ceder. Una negociación es eso. El chiste es que se llegue a una solución que si bien ambos tuvieron que dejar parte de los resultados, no hiera la parte esencial de ambas posturas".

Reducir los montos de las cuotas, para Pérez Pascual podría ser una solución pero "no haciendo el ridículo. Digamos, pasar de 20 centavos a dos pesos".

El nuevo Reglamento General de Pagos responde, de acuerdo con Pérez Pascual, a "una asignatura pendiente", considerando que la "gratuidad nunca ha sido en educación superior".

Pero después de esto, "hay que dedicarse a las de mayor fondo": la de renovar los estudios de licenciatura, porque el sistema es "obsoleto", y dar un giro a la investigación científica y humanista para adecuarlas a los requerimientos sociales. En este último punto destactó que el problema no es únicamente la falta de recursos económicos, sino impulsar el crecimiento de la ciencia, para evitar que su impacto sea "muy pequeño".