n Comienza hoy el proceso de destitución del presidente de Rusia
Destituye Yeltsin a Primakov; lo releva el incondicional Stepashin
n Fue despedido porque "no mejora" la economía n No detuvo el impeachment, el verdadero motivo
Juan Pablo Duch, corresponsal, Moscú, 12 de mayo n El presidente ruso, Boris Yeltsin, destituyó hoy al primer ministro Evgueni Primakov, a quien relevó por su incondicional Serguei Stepashin, un día antes de que la Duma comience el procedimiento de destitución presidencial, con lo que provocó una seria crisis constitucional que, paradójicamente, le puede facilitar alcanzar por lo menos tres objetivos.
En primer lugar, se deshace en la persona de Primakov de un fuerte aspirante a la sucesión presidencial del 2000, que representaba un peligro para los intereses del actual primer círculo en la era posterior a Yeltsin.
En segundo lugar, coloca a un incondicional suyo, Stepashin, al frente del gobierno y promueve a un hombre muy cercano a la familia, Nikolai Aksionenko, a primer viceprimer ministro, con lo cual la oposición recibe un fuerte golpe para las próximas elecciones pues pierde el acceso a las fuentes de financiamiento adicionales que le brindaba la presencia en el gobierno de Yuri Masliukov y Guennadi Kulik, delegados al gabinete de Primakov por el Partido Comunista.
Por último, casi como capricho, debido a que el impeachment no representa un peligro real para Yeltsin, pero sí una humillación que su talante autoritario no parece dispuesto a tolerar, el presidente puede invertir los papeles e incluso llegar a disolver la Duma (Cámara baja), que este miércoles aprobó una resolución por 243 votos a favor y 20 en contra en la que solicitó a Yeltsin "renunciar" voluntariamente.
No es fortuito que el cese de Primakov se haya dado a conocer apenas un día después de la reunión en que el destituido primer ministro trató de convencer, sin éxito, a los coordinadores de las fracciones parlamentarias de que pospusieran el comienzo del juicio político al presidente.
Desde la perspectiva del Kremlin, la solicitud de ratificar un nuevo jefe de gobierno, indiscutida facultad constitucional del presidente, se produjo antes de que se iniciara la votación para el impeachment.
Por ello, a partir de este jueves se vivirá en Rusia una situación en la cual no será posible disolver la Duma por el impeachment y, al mismo tiempo, la disolución se produce de manera automática en caso de que los diputados rechacen tres veces al candidato de Yeltsin a primer ministro.
Esto es lo que el gobernador de Krasnoyarsk y también aspirante presidencial, el controvertido general Aleksandr Lebed, llamó hoy "una jugada magistral".
La remoción de Primakov, bajo el pretexto de que "la economía continúa sin mejorar", aumenta las posibilidades de que los diputados sobrepasen los 300 votos sobre cualquiera de los cinco cargos que enfrenta Yeltsin, que se necesitan para hacer efectiva la primera fase del procedimiento de destitución constitucional del presidente.
Las siguientes instancias
No es tan claro el curso que tomaría el asunto en las siguientes instancias, la Corte Suprema y la Corte Constitucional, que deben dictaminar si las acusaciones de los diputados tienen o no base legal.
Por lo pronto, cabe recordar que el 31 de julio de 1995 la Corte Constitucional no encontró en las acciones de Yeltsin, como presidente y comandante en jefe de las fuerzas armadas, ningún indicio de violación de la ley en relación con la guerra de Chechenia, y éste es el punto que cuenta con mayor consenso en la Duma, ya que los otros cuatro tienen más sustento político que legal.
Pero en caso de que ambas cortes resolvieran que los cargos sí proceden, lo cual de entrada parece más que improbable por la dependencia del Poder Judicial respecto del Ejecutivo, aún el Consejo de la Federación (Cámara alta) tendría que votar por la destitución de Yeltsin.
Sería necesario que dos tercios de la Cámara alta, es decir 119 de los 178 senadores, se pronuncien por el impeachment y la composición de la Cámara, integrada por los líderes regionales con su propios vínculos con el Kremlin y el centro federal, no parece favorecer un resultado semejante.
En cambio, se considera más probable que la Duma rechace tres veces al candidato de Yeltsin a jefe de gobierno. Entre un extremo y otro puede pasar un mes y medio y, si se llegara a la disolución automática de la Duma, aún habría tres meses de plazo para convocar a elecciones legislativas anticipadas.
No hay ninguna razón para que el adelanto de los comicios, del 19 de diciembre previsto a posiblemente mediados de septiembre, se traduzca en mayor número de votos para la oposición. Quizás, al revés.
Tener un primer ministro en funciones como Stepashin, Aksionenko o quien finalmente decida presentar Yeltsin en la tercera y decisiva votación en la Duma --por ejemplo Viktor Chernomyrdin, ex primer ministro--, puede poner a la oposición en una situación de franca desventaja.
Más aún, Chernomyrdin se pronunció este miércoles porque se disuelva la Duma y la convocatoria a elecciones anticipadas.
De haber comicios anticipados, los grandes beneficiados del cambio de fechas serían los líderes regionales, abocados por el momento a crear coaliciones que podrían desembocar en la postulación del actual alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov.
Todas estas consideraciones culminaron hoy con una destitución que, a pesar de los reiterados desmentidos, se veía venir a partir del virtual acoso que el entorno de Yeltsin había sometido a Evgueni Primakov.
Primakov, 243 días y unas horas después de haber asumido las riendas del gobierno ruso en la cresta de una de las peores crisis económicas de los últimos años, fue sacrificado en la hoguera de la lucha por el poder.
El Banco Mundial congela crédito
Ap, Afp, Dpa y Reuters, Washington n El Banco Mundial decidió congelar un programa de créditos por 3 mil millones de dólares a Rusia apenas se conoció la remoción de Primakov, mientras el Fondo Monetario Internacional dijo que estudiaba lo que puede significar el cambio de gobierno para la convulsionada economía rusa.
Y es que a pesar de que el flamante primer ministro ruso interino, Serguei Stepashin, aseguró que se mantendrá el actual curso de las reformas, la noticia no fue bien recibida en los mercados y el índice RTS de la bolsa de Moscú cayó 16.18 por ciento.
Pese a todo, la Casa Blanca señaló, a través de su vocero Joe Lockhart, que la destitución de Primakov corresponde al ámbito de la política interna rusa, y subrayó que lo importante será que las reformas económicas continúen y no los agentes que las instrumentan.
El gobierno británico indicó que sigue "con interés" la evolución de los sucesos en Rusia, y resaltó que ya ha trabajado en ocasiones anteriores con Stepashin por lo que no anticipa cambios en las relaciones con Moscú, en tanto que el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, Javier Solana, consideró que aun con la salida de Primakov del gobierno ruso no variará el proceso diplomático para encontrar junto con Rusia una salida pacífica al conflicto con Yugoslavia.