Emilio Zebadúa
Educación pública gratuita* (Primera parte)

Hace casi exactamente cuarenta años fue creada ųmediante decreto del 13 de febrero de 1959ų la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos con el fin de hacer accesibles textos indispensables para la educación primaria en todo el país. Con dicha acción el Estado mexicano dio un paso más en el esfuerzo que había venido realizando durante varias décadas para remediar los vaivenes del mercado de libros; volver accesible a un número cada vez mayor de niñas y niños mexicanos materiales para el estudio, y contribuir al fortalecimiento de la "unidad nacional".

La introducción de libros de texto gratuito en la primera mitad de la década de los sesenta no estuvo exenta, sin embargo, de conflictos entre distintos grupos, profesionales, sociales y políticos, interesados en el contenido y el rumbo de la educación; incluso del control de la propia educación. Este es el tema de análisis y estudio que abordan Ana Cristina Avila y Virgilio Muñoz en un muy sólido e interesante trabajo intitulado precisamente la Creación de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos: La perspectiva escolar, 1958-1964.

El propósito original de los autores era "esclarecer las posturas asumidas por (los maestros)" frente a la introducción de los libros de texto gratuito, y el desplazamiento de los libros comerciales. Como sucede en la investigación histórica, sin embargo, las fuentes disponibles (y el Archivo Histórico de la Federación de Escuelas Particulares en concreto, al que tuvieron acceso) determinaron el rumbo de la investigación y las conclusiones. "El Archivo de la Federación de Escuelas Particulares es (más bien) una fuente muy rica para comprender el papel que jugaron los colegios particulares y la Iglesia católica en la disputa por los libros de texto entre 1960 y 1964".

Pero la segunda razón, además del acceso a fuentes inéditas de investigación histórica, por la que el libro sobre la Creación de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos representa una contribución muy importante al conocimiento nuestro sobre la historia de la educación y la política de la educación, es la calidad de los autores mismos del libro que el día de hoy presentamos. No se trata de historiadores amateur o advenedizos al tema de la educación. Ana Cristina Avila y Virgilio Muñoz son especialistas, que combinan una experiencia práctica en varias de las disciplinas de la educación.

Conocer la historia de la educación en México es indispensable para entender la política educativa hoy, los conflictos en la educación pública, y el futuro de la cultura de los mexicanos en el siglo XXI. El libro de Avila y Muñoz nos lleva en un recorrido por uno de los momentos de mayor decisión y compromiso del Estado mexicano con la educación pública y gratuita, con la lucha contra el analfabetismo y a favor del desarrollo nacional.

Con la creación de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos, el Estado mexicano materializó el principio de una educación pública y gratuita, y llevó adelante el esfuerzo nacional por extender la educación entre población todavía mayoritariamente analfabeta. A fines de la década de los cincuenta, resultaba imprescindible modernizar los métodos pedagógicos, adoptar nuevos programas educativos y dotar de libros a todos los niños mexicanos. En 1950, de cada 100 niños inscritos en las escuelas sólo 16 llegaban a sexto año de primaria.

En una de las facetas del dilema que produjo la modernización que el país registraba desde fines de la Segunda Guerra Mundial y el inicio del proceso de industrialización, y que en su conjunto vendría a conocerse (justamente a partir de 1958) como el Desarrollo Estabilizador, el rezago educativo era percibido en la década de los cincuenta como una verdadera "crisis". La economía nacional se caracterizó entre 1950 y 1962 por un rápido crecimiento, pues durante este periodo el producto interno bruto real creció a una tasa promedio de 6.2 por ciento. Sólo en 1954 el PIB creció 10 por ciento en términos reales y entre ese año y 1957 creció a una tasa promedio de 8.2 por ciento. El Desarrollo Estabilizador terminaría por modernizar a México en la siguiente década.

Pero la educación no marchaba a esos ritmos. Se estimaba que de un millón 536 mil 304 niños en edad prescolar, sólo la recibían 100 mil 648, es decir, 6.56 por ciento; de un total de 6 millones 074 mil 486 niños que deberían asistir a escuelas primarias, sólo lo hacían 3 millones 051 mil 411 (50.23 por ciento). La deserción escolar tenía niveles abrumadores: un altísimo porcentaje de estudiantes inscritos en el primer año de primaria abandonaba sus estudios antes de terminar el ciclo de estudios. El analfabetismo continuaba siendo un grave problema, casi 40% de la población.

Una de las formas en que el gobierno de Adolfo López Mateos (1958ų1964) y la Secretaría de Educación a cargo de Jaime Torres Bodet intentaron responder a estas circunstancias fue a través de la distribución de libros de texto gratuitos. Con ello, buscaron enfrentar una crisis educativa concreta en el marco de desarrollo económico que implicaba ųparadójicamente o noų un rezago e importantes limitaciones en el ámbito educativo. Algo que, a su vez, ponía en riesgo al propio desarrollo.

* Intervención en la presentación del libro Creación de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos: La perspectiva escolar 1958-1964, Ana Cristina Avila y Virgilio Muñoz, Noriega Editores, México, 1999.