Recibe el líder estudiantil Rodrigo Figueroa cinco amenazas diarias
Blanche Petrich /II y última Ť Rodrigo Figueroa, el destinatario de la amenaza de muerte que desconocidos anunciaron mediante el secuestro exprés con duplicado del adolescente Juan Carlos Zárate, su compañero de preparatoria, es un típico ``hijo del 68'', según su autodefinición. Su madre fue de aquel Consejo Nacional de Huelga, ahogado en sangre en Tlatelolco. Niño de escuela privada, nada menos que del elitista Liceo Japonés, antes de que le despuntara el bigote se ligó a cuanto movimiento político o estudiantil le quedó al alcance de la mano.
El zapatismo fue el primero. Quince años. Como estudiante de secundaria, estuvo en todas las caravanas Ricardo Pozas, de universitarios, en el caliente primer semestre chiapaneco de 1994. En las elecciones presidenciales de ese año fue activista, desde el primer día de campaña de Cuauhtémoc Cárdenas hasta el último, en la triste manifestación de la darrota perredista, en el Zócalo.
Al año siguiente, todavía estudiante de escuela particular, tomó la rectoría de la UNAM junto con la segunda generación del CEU -Belaunzarán, Lluvere, Moreno- en contra de las reformas a los planes de estudio de José Sarukhán. Esa vez "perdimos, salimos golpeados. Se paró el activismo", recuerda.
De ahí, previsiblemente para cualquier joven militante de izquierda, San Cristóbal de las Casas fue la siguiente estación del itinerario, al lado de las propuestas civiles y sociales del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Fue del equipo de seguridad del EZLN para cantidad de actos.
Así hasta que salió de la selva Lacandona custodiando a la comandante Ramona hasta el Centro Médico, al foro fundacional del Congreso Nacional Indígena, en 1996.
Expulsado del Liceo Japonés
Ya para entonces, por su militancia, había sido expulsado del Liceo Japonés y llevaba un rezago de un año en la preparatoria Centro de Estudios Universitarios (CEU).
"Sentí que me faltaba convivir con gente de mi generación y de compartir un proyecto de educación con el que me identificara", dice.
Se inscribió al CCH Sur. Eso era, antes que el gobierno metiera reversa en el proyecto central del Colegio de Ciencias y Humanidades -un sistema para aprender y abrirse al conocimiento en libertad, con más horas de biblioteca que de clase- y ahí comenzó Figueroa de nuevo la preparatoria.
Pero mantuvo un ojo al estudio y otro a la militancia, algo muy propio -según sus propias explicaciones atropelladas- de un niño que de chico se topó en la sala de su casa con Paco Ignacio Taibo II y Cabeza de Vaca. Cuando Rodrigo entró al CCH Sur, el Consejo Estudiantil Universitario (el de los "abuelos" Imaz-Ordorika-Santos) seguía siendo una corriente dominante. Pero entonces, dice Figueroa, "en el trabajo político de los CCH se decidió que el CEU se disolvía y entraba parejo con el resto del estudiantado. Es decir, fortalecer al movimiento antes que a las corrientes".
Desde que ingresó al CCH, con compañeros dos años menores que él, el movimiento estudiantil no ha experimentado más que golpes en contra de lo que ve como su lucha. Perdió la oposición al cambio de planes de estudio de Sarukhán. En 1997 perdió la lucha contra la restricción del pase automático y contra el Reglamento General de Exámenes.
En las fotografías del espionaje
Entre tantas derrotas ese año se incorporó a las Brigadas del Sol para promover el voto por Cárdenas para el gobierno del Distrito Federal. Conoció finalmente el sabor de la victoria. Rodrigo lleva paliacate al cuello, una cola de caballo a media espalda, todo él de mezcilla.
En las fotografías de espionaje, que registraron una reunión de perredistas una noche de mayo en casa del delegado de Benito Juárez, Ricardo Pascoe, con Carlos Imaz y varios dirigentes estudiantiles, la imagen de Rodrigo, entre ellos, es una de las más nítidas.
Desde esa noche, apunta, recibe llamadas amenazantes en su celular. "Un promedio de cinco al día, principalmente después del secuestro de Juan Carlos Zárate", indica. Reconoce que el hostigamiento y las agresiones son el precio a pagar.
"Pero los que nos persiguen deberían entender que esto no va a detener el movimiento. Nos da coraje, claro, pero la indignación nos obliga a ser un movimiento más inteligente".
En 1998 se dio la lucha en contra de la desincorporación del Colegio de Ciencias y Humanidades. Era la renuncia del Estado a un proyecto de educación media que ya contaba en el Distrito Federal con cinco planteles y tenía pendientes cinco más. Era un semillero para las corrientes de izquierda en México. Por eso -entiende Rodrigo- se canceló. El movimiento estudiantil también perdió esa lucha.
Todo esto, sintetiza, fue "la antesala del plan Barnés, las cuotas y su consecuencia, la huelga".
ƑBurns vs. Marcos?
Montgomery Burns, dueño de una planta nuclear en Springfield, es el malo, egocéntrico, autoritario, intransigente y neoliberal en la serie de Los Simpsonƀs. Así que aunque los estudiantes resulten ser Bart o Liza, sus mamás Marge y sus papás -órale- nada menos que Homero, el rector de la UNAM, el químico Francisco Barnés, viene siendo para el estudiantado de hoy en día, simpsoniano además de zapatista y guevarista, nada menos que Montgomery Burns.
Pero, según el análisis de Rodrigo Figueroa, Barnés (o Burns) hizo una apuesta equivocada: "Apostó que ganaba su Reglamento General de Pagos porque había tres sectores, el que se oponía, el indeciso y el que lo favorecía. Y que el indeciso apoyaría al que estaba a favor. Fue al revés. El sector de indecisos cada vez más se suma al sector que se opone a su RGP. Pero surgió un problema. Ahora ya no se puede echar para atrás porque hay un bloque que se formó, yo lo identifico con Máximo Carvajal, director de la Facultad de Derecho, de derecha, que no lo permite. Y que si Barnés acaso aceptara retractarse, ellos, los de Carvajal, no lo dejarían. Burns está entrampado".
A Rodrigo Figueroa -que dibuja y dibuja bocetos a lápiz en su libreta mientras escucha y piensa- le gustan las frases bien armadas. Por eso dice que cuando se realizó el Consejo Universitario en Cardiología se impuso "el lenguaje de las púas sobre el diálogo". Ese fue el primer error de Barnés.
Y que desde entonces "un sentimiento rebelde recorre la UNAM". Este sentimiento, agrega, derrotó en primera instancia al individualismo.
"Porque las cuotas no afectan a los que ya están, sino a los más pequeños. Entonces se pensó en que al no cobrarle cuotas a los que ya están, sino a los que vienen, no iba a haber oposición. Pero no, miles en la UNAM están dispuestos a luchar por los más pequeños".
Segundo error de Barnés, pensar que el conflicto iba a decrecer. "Ha ido escalonando. A cada una de las marchas ha ido más gente. En las consultas organizadas por el movimiento cada vez más estudiantes están contra la cuotas. Este movimiento es cada vez más plebiscitario, horizontal, anticaudillista. Y crece".
-ƑY los ultras? Negarlos sería querer tapar el sol con un dedo.
-Es complicado hablar de esto. Sí hay ultras, no radicales, porque radicales somos casi todos. Queremos un cambio de raíz. A veces logran imponer un clima de linchamiento. Por eso no quiero mencionar nombres o corrientes. Pero son los compañeros que apuestan a la hpp, es decir, la huelga popular y prolongada, los que pretenden escalonar la huelga a un túnel sin salida.
"En realidad siento que hay dos huelgas: una en la que están metidas las corrientes, en permanente choque en sus luchas intestinas. Y otra, la del resto de los estudiantes, que no están en las corrientes, que van y cumplen y luchan. Que simplemente están".
Corrientes principales dentro de la huelga de la UNAM
4 Coalición Democrática Estudiantil: aglutina principalmente al Consejo Estudiantil Universitario (CEU) y la Red de Estudiantes Democráticos (RED). Se les intenta vincular orgánicamente con el PRD. Muchos de ellos efectivamente reivindican su militancia en el partido del sol azteca. Su postura es, como la de todas las demás corrientes, que el pliego petitorio debe ser resuelto en su totalidad como condición previa para levantar la huelga.
4 Coordinadora Democrática Estudiantil: son una escisión del CEU. Proponen constantemente iniciativas de movilización.
4 Comisión Estudiantil Metropolitana. Ellos fueron los que propusieron agregar como sexto punto del pliego petitorio la desincorporación del Consejo Nacional de Evaluación (Ceneval, institución privada que aplica los exámenes de admisión y de calidad profesional), mismo que fue aceptado por el Consejo General de Huelga.
4 Bloque Universitario de Izquierda, del cual forman parte, entre otros, la Corriente en Lucha y los pequeños grupos trotskistas, anarquistas, marxistas-leninistas y hasta estalinistas que conviven en la UNAM. Tienen relaciones con el Movimiento Urbano Popular (MUP) y con el Movimiento Proletario Independiente (MPI). Promueven el apoyo de otras universidades a nivel nacional y de otros movimientos populares a la huelga.