n Cuarta gira del año en Chiapas
Zedillo: el gobierno, listo para la negociación con el EZLN
David Aponte, enviado, Tapachula, Chis., 17 de mayo n El gobierno federal nunca ha dejado la negociación con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) ni ha abandonado la mesa, "porque nos comprometimos a no hacerlo, y sabemos que el diálogo es el único camino hacia la tranquilidad que todos queremos", afirmó aquí el presidente Ernesto Zedillo.
Al mismo tiempo, la administración federal sigue lista para la negociación y el acuerdo. "El gobierno nunca actuará con la violencia ni con la represión frente a quienes se han inconformado. El gobierno quiere el diálogo, quiere la negociación", insistió. El mandatario manifestó que la violencia no resuelve ninguna clase de problemas. Quien diga lo contrario, incurre en el engaño, indicó.
Acompañado de los titulares de las secretarías de Desarrollo Social, Esteban Moctezuma Barragán, y de Agricultura, Romárico Arroyo, el jefe del Ejecutivo realizó la cuarta gira en lo que va de 1999 a Chiapas, la 26 en el curso de su administración, para atestiguar los avances en los programas de reconstrucción de las zonas afectadas por las inundaciones registradas en septiembre del año pasado.
En el municipio de Pijijiapan, región costera de la entidad, participó en la entrega de 643 viviendas del plan Nuevo Milenio, en la unidad habitacional Renacimiento 17 de Mayo, la cual integran modestas construcciones de 36 metros cuadrados cada una, que en su conjunto albergarán a unas tres mil personas que vivían asentadas en 15 barrios afectados por las lluvias de 1998.
Moctezuma Barragán expuso que el programa emergente ha logrado ya un avance general de 80 por ciento. De tal manera que la entrega de Renacimiento representa el mayor número de viviendas en un frente de trabajo, agregó.
El presidente Zedillo recordó los momentos de destrucción ocasionados por las inundaciones en la zona costera de Chiapas y las promesas del gobierno federal por ayudar a los damnificados.
"Pero esto que hoy vemos aquí no hubiera sido posible sin la gran voluntad, sin la gran entereza de todos ustedes. No se dieron por vencidos. No hubo desastre que pudiera doblegar su voluntad", expresó el Presidente.
Al mediodía, el mandatario viajó al municipio de Mapastepec para sostener un encuentro con ejidatarios y productores de palma de aceite.
En el ejido Nicolás Bravo II, el jefe del Ejecutivo dijo que su gobierno seguirá apoyando el desarrollo productivo del campo en todas las regiones de Chiapas y continuará adelante con la reparación de las vías de comunicación, caminos rurales, puentes y vías de ferrocarril.
Las acciones de reconstrucción culminarán en el curso de 1999. "Nuestra meta, como ustedes lo saben, es que las cosas que se destruyeron o se dañaron queden mejor que antes, porque en eso consiste el verdadero desarrollo: seguir avanzando, mejorar lo que se tiene y construir lo que hace falta", manifestó.
Ernesto Zedillo dio su mensaje político en la cabecera municipal de Tapachula, en el contexto de la inauguración de una planta torrefactora de café orgánico de la Sociedad de Solidaridad Social Indígenas de la Sierra Madre de Motozintla, y aprovechó la ocasión para felicitar a la organización indígena.
La sociedad empresarial ha logrado construir una nueva forma de trabajo y de vida en plena armonía con el medio ambiente, y ha probado que es posible ser un productor competitivo a nivel internacional ųel café de la organización indígena vale hasta 50 dólares más por quintal, en relación con el costo del resto de los productoresų, indicó.
Entonces, el fortalecimiento de las capacidades y mejoramiento en las condiciones de vida sólo pueden lograrse a través de la tolerancia, elemento esencial en una sociedad plural como la mexicana, continuó.
El Presidente expuso que las diferencias étnicas, religiosas y políticas enriquecen a la sociedad mexicana y no deben ser motivo de pleitos, de conflicto y odios. Afortunadamente, en México no hay persecución de ningún tipo, señaló.
"Es por eso que nos entristece mucho y debe preocupar a todos que existan divisiones y enfrentamientos en algunas comunidades de Chiapas, especialmente comunidades indígenas. Es muy triste que por intolerancia política, étnica o religiosa sigan dándose divisiones y enfrentamientos entre hermanos indígenas".
Ante esa descripción, hizo un llamado a todos los chiapanecos a fortalecer el respeto mutuo, la tolerancia y el diálogo entre quienes piensan diferente.
La falta de esos principios lleva a la violencia y la violencia no resuelve ningún problema, siguió.
Sin mencionar al Ejército Zapatista de Liberación Nacional, reiteró que su gobierno nunca actuará con violencia ni con la represión frente a quienes se han inconformado. El gobierno quiere el diálogo y la negociación.
"Nunca ha sido el gobierno el que ha dejado la negociación. Nunca ha sido el gobierno el que se ha retirado de ella (...) Y al mismo tiempo que seguimos listos para la negociación. Seguiremos trabajando con las organizaciones sociales, con las comunidades indígenas, con los trabajadores del campo y de las ciudades, con las autoridades locales, para resolver los problemas de fondo".
Sin embargo, los problemas no pueden resolverse de un día para otro ni por arte de magia ni con soluciones radicales, mucho menos con la violencia.
"Quien diga lo contrario se está engañando o quiere engañar a los demás", añadió el mandatario.
Entrevistado en la planta torrefactora de café orgánico, el obispo de Tapachula, Felipe Arizmendi, consideró que las peticiones de los zapatistas son justas, pero sin la utilización de las armas.
La dirigencia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional debe entender que las armas sólo producen más divisiones entre las comunidades indígenas.
"El día que dejen las armas, les vamos a creer más", advirtió.