Alberto Aziz Nassif
ƑLas reglas son el mensaje?

El establecimiento de las reglas para la elección interna del candidato del PRI se ha convertido en un gran escudo con el que ese partido quiere combatir sus inercias y excesos. La situación actual del PRI tiene menos que ver con un proceso de renovación para lograr la democracia interna, y más con la búsqueda de un antídoto que pueda volver a inyectarle vida a ese organismo que poco a poco se fue anquilosando, perdió identidad, se desfasó del país que quiere seguir gobernando, y por ello, empezó a perder el poder.

Las famosas reglas parecen tener varios objetivos, que se pueden resumir en uno solo: cómo evitar que en la lucha interna por el poder el PRI quede atrapado por sus propios demonios. Para ello se tiene que hacer una estrategia muy fina que logre un buen acuerdo interno. En esa ruta es necesario atemperar los ánimos para evitar posibles rupturas entre los grupos internos que se han polarizado, pero no por diferencias de proyecto político, sino por los grados de cercanía con el poder, es decir, por el lugar que se tiene en la cola. En ese juego los personajes de la obra han cambiado el lenguaje; si antes todos eran "revolucionarios", hoy todos se han vuelto "democratizadores"; si antes el Presidente de la República designaba al sucesor y todos se disciplinaban y al que no le gustaba se tenía que ir, ahora, el dedazo se tiene que terminar, porque si los demás jugadores sospechan que los dados están cargados, el juego puede terminar en tragedia. Para ello se tienen que generar los arreglos necesarios para que todos los aspirantes puedan competir dentro de reglas equitativas. ƑSerá posible que el PRI pueda hacer una competencia interna con equidad? Resulta difícil imaginarse a los priístas ųque son especialistas en llevar la ventaja en recursos públicos y privados, en acceso a medios, y que han sido los enemigos de los topes de campañaų competir de forma moderada sujetos a un tope real. Si eso se logra, será una novedad.

ƑEl PRI, que toda su vida institucional se ha movido dentro de una fuerte cultura de la línea, podrá ahora tener un proceso interno real de elección de su candidato? ƑCómo neutralizar los métodos de la alquimia electoral que han sido practicados con singular precisión por el priísmo durante décadas? En las últimas semanas se ha visto una clara "cargada" en favor del secretario de Gobernación, y en los últimos días ha crecido a tal grado que ya se empezó a hacer la colecta (la charola); varios gobernadores ya se pronunciaron por Labastida, entre ellos, Miguel Alemán. ƑY las bases? El discurso de los candidatos rebeldes (Madrazo y Bartlett) ha sido por una consulta directa a los militantes y la decisión del Consejo Político del partido fue por el método de la consulta directa de los militantes, simpatizantes y de cualquier ciudadano en los 300 distritos. De nuevo, nos preguntamos: ƑSe puede dar una elección interna limpia y transparente? ƑDónde están los instrumentos para ello (padrón de militantes confiable, organización de mesas, sistemas de cómputo)? Después de ver lo que le pasó al PRD en su pasada elección interna, con variables más sencillas, no será fácil ver que el PRI pueda innovar fácilmente, es decir, hacer una elección interna directa y limpia.

Cuando los retos están a la medida de las instituciones resulta interesante observar los cambios y la incertidumbre que se genera en esos procesos, pero cuando los retos superan las posibilidades, entonces el final se vuelve predecible, se pierde interés y el resultado puede ser decepcionante. En las próximas semanas el PRI se moverá entre estos dos niveles. De cualquier forma, será extraño ver a ese partido metido dentro de un laboratorio lleno de sustancias explosivas: en una consulta directa, voto secreto, urnas transparentes, con topes de gastos, mecanismos de auditoría, equidad en la competencia, fiscalización efectiva y sanciones a los infractores, o sea el mundo al revés de lo que han sido su práctica y su cultura política. Si todo eso se da sin conflictos graves, entonces ya no será el PRI, sino un partido diferente y, entonces sí, las reglas serán el mensaje. ƑY ahora qué va a hacer la oposición?