n Sería una fuerza de seguridad, aclara Jamie Shea


Insiste Robin Cook en una invasión terrestre a Yugoslavia

Afp, Ap, Dpa, Reuters y Xinhua, Londres, 17 de mayo n El canciller británico, Robin Cook, insistió hoy en que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) debe considerar la posibilidad de invadir Kosovo por vía terrestre. Wa-shington y París, así como fuentes de la alianza, reiteraron que la OTAN no ha aprobado aún esta opción, y agregaron que hasta ahora sólo se ha planeado el ingreso de tropas aliadas a la provincia serbia en el contexto de una fuerza de paz. El comandante del ejército yugoslavo para Serbia y Kosovo, Nebojsa Pavkovic, advirtió que si hay una invasión terrestre la alianza se "enfrentará a un infierno".

El vocero de la alianza, Jamie Shea, afirmó por otro lado que la OTAN no necesita un acuerdo formal previo de Belgrado para que esta fuerza ingrese al territorio yugoslavo, porque "se está hablando de una fuerza de seguridad y no de una de invasión. No hablamos de soldados que irán a pelear a Kosovo". Fuentes de Belgrado reiteraron que el gobierno del presidente Slobodan Milosevic está dispuesto a negociar sobre el ingreso de la fuerza de seguridad al país, que es la única exigencia de la OTAN que aún no ha aceptado.

Cook afirmó que puede haber llegado el momento de tomar una decisión afirmativa sobre el tema. Aseguró "que la OTAN ha dejado claro que no lanzaremos una invasión contra una resistencia organizada y armada, pero debemos examinar cuánto tiempo más puede aguantar el ejército (yugoslavo) antes de llegar a un punto en que no podrá ofrecer ninguna resistencia organizada".

Afirmó que cada vez son más numerosos los informes sobre el creciente debilitamiento de las fuerzas serbias.

Fuentes del Pentágono y del gobierno francés indicaron que las declaraciones de Cook no implicaban un anuncio de que la OTAN fuera a enviar tropas terrestres a Kosovo, al tiempo que Shea afirmó: "Hace tiempo discutimos eso y llegamos a la conclusión de que era mejor que una fuerza internacional de paz ingrese al país cuando la violencia haya terminado".

El secretario general de la OTAN, Javier Solana, descartó también el envío de tropas terrestres a Kosovo al afirmar que "no vamos a estar dando vueltas en Macedonia hasta que haya una gran ceremonia de firma de un acuerdo de paz, con banderas y cámaras".

Shea aseguró, además, que la fuerza de paz, que estará conformada por la OTAN y otras organizaciones, no requerirá la autorización de Belgrado, pese a que Rusia ha insistido en que dicha fuerza debe tener el visto bueno del gobierno yugoslavo. Agregó que, por ello, se ha exigido a los serbios retirar totalmente y de inmediato a sus fuerzas del territorio kosovense, y afirmó que son insuficientes los repliegues de tropas que hasta ahora se han realizado en la región.

Shea afirmó también que se está pensando en aumentar el número de efectivos que conformará la fuerza de paz de 28 mil a 50 mil, por considerar que el número de desplazados y la destrucción en Kosovo han rebasado los cálculos iniciales de la alianza, aunque señaló que aún es prematuro hablar de un número definitivo de soldados.

El presidente de la comisión de política exterior del parlamento yugoslavo Ljubisa Ristic afirmó que Yugoslavia acepta los puntos básicos del plan de paz logrado hace unas semanas por Grupo de los Ocho, que agrupa a los siete países más industrializados del mundo y Rusia, pero señaló que dicho proyecto necesita mayor "elaboración" en el marco de la Organización de Naciones Unidas.

Añadió que ninguna negociación es posible mientras sigan los bombardeos, y que Belgrado, en cualquier caso, rechazará que Kosovo se convierta en un protectorado internacional. El plan del G-8 plantea una fuerza internacional de paz para Kosovo, eminentemente civil, formada en el seno de la ONU.

A su vez, la ministra de Salud yugoslava, Leposava Milicevic afirmó que aún hay un margen de negociación entre Belgrado y la alianza, y afirmó que "si la OTAN cambia ciertas posiciones y hace concesiones, podemos llegar a un compromiso".

Reiteró que de ninguna manera su gobierno aceptará la presencia de tropas extranjeras en su territorio. "Lo que ustedes quieren es convertirnos en sus esclavos, pero le advierto que antes preferimos morir. La alianza quiere matar a Milosevic, pero no hace frente sólo a un hombre, sino a todo un pueblo".

En declaraciones a un diario francés, Milicevic agregó que es "pura manipulación" los testimonios sobre atrocidades contra los kosovo-albaneses y preguntó: "ƑCree usted que organizaríamos campañas de vacunación para los niños albaneses de Kosovo para matarlos al día siguiente o expulsarlos de nuestro país?"

El comandante Pavkovic, a su vez, afirmó que pese a las bajas en equipo y efectivos militares, el ejército yugoslavo ha llevado a cabo "trabajos de alta ingeniería" y ha resguardado al máximo sus fronteras, por lo que una eventual invasión terrestre sería "un infierno para la OTAN", y agregó que los invasores no se enfrenarían sólo a las fuerzas armadas, sino a todo el pueblo.

El líder moderado de los albaneses de Kosovo, Ibrahim Rugova, afirmó que no tiene "ningún valor" un llamado que hizo hace unas semanas para que se suspendieran los bombardeos contra Yugoslavia, pues lo hizo porque él y su familia eran "prisioneros" de Milosevic, y quería que Belgrado les diera "alguna libertad". En declaraciones hechas desde Alemania, el líder afirmó que en sus encuentros con el mandatario yugoslavo nunca firmó documento alguno que pueda demostrar una negociación.

En tanto, Rusia se declaró dispuesta a aprobar una resolución sobre Kosovo en el Consejo de Seguridad de la ONU, siempre y cuando cesen los bombardeos contra Yugoslavia. A su vez, el canciller federal Gerhard Schroeder afirmó su "total apoyo" a la mediación en el conflicto que emprenderá el presidente de Finlandia, Martti Ahtisaari, quien se ha impuesto el objetivo de eliminar todas las diferencias entre Rusia y el resto de la comunidad internacional en una solución para Kosovo. Schroeder se reunió hoy también con el primer ministro italiano Massimo D'Alema, con quien discutió el plan de paz propuesto ayer por Italia.

Sin embargo, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, manifestó inquietud ante la posibilidad de que China bloquee cualquier resolución en el Consejo de Seguridad, luego de que hace 10 días su embajada fue alcanzada por un bombardeo erróneo de la OTAN.

Por último, fuentes del Pentágono confirmaron que los dos prisioneros de guerra serbios que permanecen en una base militar estadunidense en Alemania serán liberados "pronto", pero que aún no se terminan de negociar "los detalles" para concretar la medida.