n Los 72 helicópteros están en tierra hace un año
Equipo del Pentágono dictaminará en México el estado de los Huey
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 18 de mayo n Un equipo de altos funcionarios del Pentágono viajará a México en los próximos días para discutir el estado de los 72 helicópteros UH-1H Huey, otorgados por Estados Unidos para operaciones antinarcóticos, que desde hace más de un año están en tierra ųoxidándoseų por consideraciones de seguridad.
En marzo de 1998, los militares mexicanos prohibieron los vuelos de los aparatos ųfabricados durante la época de la guerra de Vietnamų por una advertencia sobre seguridad emitida por Estados Unidos, y aunque funcionarios estadunidenses insistieron en que algunas aeronaves podían ser utilizadas después de verificar su seguridad, los helicópteros han permanecido en tierra.
El ejército de Estados Unidos emitió una segunda advertencia sobre seguridad el 7 de mayo de este año, y recomendó nuevamente mantener los aparatos sin volar, incluyendo a los que están en México.
Ahora, algunos funcionarios mexicanos y por lo menos un senador estadunidense cuestionan si los Huey sirvieron alguna vez para las funciones antinarcóticos. El senador Charles Grassley ha indicado que estos helicópteros no tienen un ''propósito legítimo'' dentro del programa antidrogas de México, y en una misiva demandó al Pentágono una explicación.
Una fuente del Pentágono informó que el gobierno mexicano ya había sugerido que podría regresar los helicópteros a Estados Unidos, pero los funcionarios estadunidenses insisten en que las aeronaves pueden ser útiles para México.
''Hay algunas preocupaciones por parte de los funcionarios mexicanos'', dijo hoy un vocero del Pentágono a La Jornada, y agregó que ''continúan las negociaciones entre el Departamento de Defensa y el gobierno de México''. Como parte de estas negociaciones, un equipo de funcionarios de Washington se reunió con militares mexicanos en abril pasado, y el equipo del Pentágono que está por viajar a México en los próximos días espera concluir estas negociaciones con un entendimiento de qué hacer a fin de cuentas con los Huey.
''Estamos explorando un número de opciones, incluyendo el otorgar apoyo estadunidense para una flota (de helicópteros) reducida'', explicó Brian Sheridan, el subsecretario asistente de Defensa para Operaciones Especiales y Conflicto de Baja Intensidad, al testificar sobre este tema ante el Congreso a fines del mes pasado. ''Las aeronaves restantes podrían ser regresadas a Estados Unidos o trasladadas a otros países para uso antinarcóticos'', agregó. Washington ha ofrecido cerca de 2 millones de dólares en apoyo adicional para repuestos y otros equipos para los helicópteros en México, pero algunos oficiales mexicanos opinan que las aeronaves ''no valen la pena''.
Además, según varias fuentes del Pentágono, el gobierno mexicano ha estado irritado con el debate público y las restricciones que se establecieron sobre el uso e los helicópteros por el Congreso de Estados Unidos, incluyendo la condición de no utilizarlos en el conflicto de Chiapas. Los funcionarios estadunidenses insisten en que los militares mexicanos nunca tuvieron la intención de usarlos en ese estado, pero aun así el debate en Estados Unidos sobre las condiciones provocaron tensiones.
Ahora, los helicópteros están enfrentando al Pentágono y al presidente del caucus Antinarcóticos del Senado, Charles Grassley. ''Parece que no puede conseguir una respuesta derecha de la administración (Clinton) sobre qué plan existe para estos helicópteros'', indicó Grassley en comentarios por escrito a La Jornada. ''Como lo señaló un funcionario de la embajada de Estados Unidos a mi oficina el año pasado, qué hacer con y sobre los helicópteros... es un lío''. Pero el senador por Iowa insiste en que es un problema creado por Washington.
''La justificación principal cuando se otorgó esta contribución (los helicópteros) fue detener el narcotráfico aéreo que llegaba a México'', dice Grassley. Pero lo que deja perplejo al senador es que el gobierno de Clinton le informó que la amenaza mayor del envío de drogas vía aérea al país vecino se diluyó en 1995, antes de que los helicópteros fueran enviados. ''Le dimos a México una capacidad para abordar un problema que ambos países sabían que ya no enfrentábamos'', indicó.
Ahora, el senador está demandando que el Pentágono le presente un plan que explique en particular qué papel podrían jugar los helicópteros en la lucha antinarcóticos en México. Grassley ha tocado este mismo tema durante años en el Congreso, y en marzo escribió a la funcionaria encargada de asuntos antinarcóticos del Pentágono, Ana María Salazar, para solicitarle el plan en torno a estos aparatos. ''Hemos estado señalando esto desde hace tres años'', comentó la vocera de Grassley, Jill Kozeny. ''Pero hasta donde entiendo, no hay respuesta'', comentó a La Jornada.