n Comentaron su libro Poeta de amorosa raíz
Alí Chumacero: la poesía es un resplandor de la imaginación
n Ofrece un recuento festivo de su relación con la vida: Gutiérrez Vega
Mónica Mateos n La poesía es un resplandor de la imaginación: ''Antes que el viento fuera mar volcado,/ que la noche se unciera su vestido de luto/ y que estrellas y luna fincaran sobre el cielo/ la albura de sus cuerpos"; apareció sobre la tierra la poesía y, desde entonces, elige almas humanas para anidar en ellas sus versos. Uno de esos seres, convertido en parcela donde floreció temprana la palabra lírica, es Alí Chumacero (Acaponeta, Nayarit, 1918).
''Antes que luz, que sombra y que montaña/ mirarán levantarse las almas de sus cúspides;/ primero que algo fuera flotando bajo el aire;/ tiempo antes que el principio"; la poesía de Alí Chumacero se convirtió en un recuento festivo de su rica relación con la vida, explicó el poeta Hugo Gutiérrez Vega durante la presentación en el Palacio de Bellas Artes del libro Poeta de amorosa raíz, publicado por Ediciones del Ermitaño en su colección Minimalia.
''Cuando aún no nacía la esperanza/ ni vagaban los ángeles en su firme blancura;/ cuando el agua no estaba ni en la ciencia de Dios;/ antes, antes, muy antes"; con letra firme, clara y bien delineada, cuando tenía entre 28 y 36 años, Alí escribió sus tres únicos libros y tornó al silencio porque supo que ya había dicho lo que tenía que decir. Hoy tiene 81 años, y sigue tan campante, señaló su amigo Dionisio Morales en el acto realizado el pasado jueves en la sala Manuel. M. Ponce.
Huir del lirismo subjetivo
''Cuando aún no había flores en las sendas/ porque las sendas no eran ni las flores estaban;/ cuando azul no era el cielo ni rojas las hormigas, ya éramos tú y yo", escribió alguna vez el poeta nayarita para completar su Poema de amorosa raíz (versos entrecomillados en los párrafos anteriores) y se situó con sigilo en un lugar privilegiado de la lengua mexicana porque quizá las musas del limbo lo abandonaron por perverso o, mejor, las convirtió en figuras terrenales para provecho propio, continuó Morales.
Breve pero exacta, nadie ha podido ignorar la única e irrepetible poesía de Alí Chumacero, que a partir del entusiasmo de Marco Antonio Campos y Evodio Escalante, en 1997 se reunió casi todo el material que se ha escrito acerca de la obra del nayarita para conformar el libro que, por ejemplo, se puede leer el comentario de Max Aub: ''(Alí Chumacero) huye del lirismo subjetivo y describe, sin compasión, personajes concretos".
En Poeta de amorosa raíz también están las palabras de Ermilo Abreu Gómez, José Joaquín Blanco, Adolfo Castañón, José María Espinasa, Margarita Michelena, David Huerta, Angeles Mastretta, Carlos Monsiváis, Elías Nandino, José Emilio Pacheco y Octavio Paz, entre otros que sintieron la resonancia de las palabras de Chumacero en su espíritu. Y por supuesto, ''la poesía que no es oscura ni rebuscada ni críptica sólo poesía, es decir, el misterio sin revelarse", añadió Morales.
Unos cuantos poemas más, de factura reciente (1989-1990) se agregan a la obra que Alí Chumacero produjo entre 1946 y 1954, y que en realidad conforma un libro de tres capítulos, ''un mismo momento, un solo recorrido, un viaje hacia adentro para celebrar, desde lo más profundo, su solidaridad con la epopeya de los seres vivos", consideró el poeta chiapaneco Oscar Oliva.
Cuerpo entre sombras, el último poema escrito hasta la fecha por Alí Chumacero y con el que cierra su Poesía reunida, volumen de la serie Lecturas Mexicanas, llama la atención pues ahí se observa ''que el autor trabaja con los mismos universos, sus temas suelen crecer hacia abajo, repetirse, encajonarse en el mismo terreno, como si las palabras y su respiración hicieran sangrar el pensamiento. No es que esté condenado a hablar siempre de lo mismo. Lo que ocurre es que la raíz temática sigue una geometría peculiar", detalló la escritora Myriam Moscona.
El amor, tema supremo
Sonriendo, con voz recia y desdeñando los muchos años que, dicen, habitan en él, el poeta Alí Chumacero, que conserva el brío de la palabra certera, agradeció a quienes hicieron posible esa reunión en la que se elogió ''un oficio ejercido con insistencia y continuidad, una actitud nunca desvirtuada, una vocación cuyo entusiasmo intenta darse la mano con el acierto, en que la pasión por las emociones procura transformarse en formas bellas y donde el amor por la lengua castellana aspira convertirse en páginas que pretenden perdurar.
''Este libro recoge algo de lo poco que he dedicado al tema supremo de la poesía, el amor. El poeta es sólo un ser que aprovecha la multitud de experiencias compartidas con sus contemporáneos y las apresa en sonidos que a su vez se convertirán en la conciencia de los demás, en una revelación grata al universo emocional del sentimiento.
''La poesía es una proyección del espíritu y una confrontación con la realidad. Así, resulta claro que por encima de la palabra, o al menos en su base, se asienta nuestra condición humana. La poesía es un resplandor de la imaginación, una actividad creadora que se sitúa más allá de religiones y plegarias, que se justifica en sí y por sí misma, que desborda el lenguaje, que se nutre de magia, que es indefinible.
''Pero a la imaginación del poeta han correspondido paralelamente tendencias filosóficas más o menos afines. No es exagerado asegurar que la poesía y la metafísica frecuentan los mismos temas, aunque con diferentes técnicas. La filosofía tiende a decir la última palabra, mientras la poesía intenta pronunciar la primera. A veces aquella convierte en teorema de lo absoluto y siempre la poesía hace ascender hacia lo absoluto las preocupaciones cotidianas.
''Hablar de una rosa en las tinieblas, reconocer los espectros que recorren a ciertas horas la imaginación, descubrir comunicaciones con la naturaleza por medio del amor, emprender el disciplinado descenso a los infiernos de lo inconsciente, alentar el dolor como forma de conocimiento, convertir el universo en alma, tocar el cielo al tocar un cuerpo humano, son imágenes y palabras que integran el universo poético en el cual se ha querido ver un primer eslabón de la filosofía. (Por eso) sin filosofía los poetas son imperfectos, pero sin poesía son imperfectos los pensadores y los críticos", concluyó esa voz que cuando truena es ''como piedras que fueran arrojadas desde las nubes", bromeó para finalizar el encuentro Dionisio Morales.