n Agricultores de Tamaulipas y SLP piden declarar a esas entidades zona de desastre


En Sinaloa sólo hay agua para 20 días, dice el gobernador

De los corresponsales n El gobernador de Sinaloa, Juan S. Millán, afirmó que el suministro de agua para la entidad sólo está asegurado para los próximos 20 días, toda vez que la capacidad de las 11 presas del estado está apenas a 10 por ciento, y no entre 21 y 13 por ciento como lo informaron las autoridades federales.

En Tamaulipas y San Luis Potosí, ganaderos y agricultores de distintas organizaciones exigieron que ambas entidades sean declaradas zonas de desastre, ya que se han registrado bajas en los hatos ganaderos y en la producción de granos; sin embargo, en el segundo estado la Comisión Nacional de Zonas Aridas consideró que se puede soportar la situación un mes más.

El jueves pasado, el gobierno federal sólo declaró como zonas de desastre natural por la sequía a los estados de Sinaloa, Sonora, Coahuila, Durango y Chihuahua, en tanto que se estudiaba la posibilidad de adoptar la misma medida en Tamaulipas, Zacatecas, San Luis Potosí y Baja California Sur.

La sequía que afecta a Sinaloa desde hace nueve meses es la más grave que se ha tenido en la entidad, afirmó el gobernador Juan S. Millán, lo que provocará pérdidas de 8 por ciento en el producto estatal bruto y una disminución de mil millones de pesos en los ingresos, mientras que el empleo caerá en más de 3 por ciento.

Señaló que la actividad agrícola se verá severamente afectada, en particular la producción de maíz, ya que en relación con el ciclo primavera-verano del año pasado se dejaron de sembrar un millón y medio de toneladas.

Mientras, el líder de la Confederación Nacional Campesina, Heladio Ramírez, consideró que por el momento el principal problema no es de abasto, sino la disminución de las zonas de siembra, pues tan sólo en los valles del Yaqui y del Mayo serán desaprovechadas 75 mil hectáreas.

En el caso de Sonora, el secretario de Fomento Agrícola, Juan María Escamilla, apuntó que la situación en la entidad aún no es grave, a pesar de la escasez de lluvias en los últimos cinco años; empero, agregó, la decisión de la Secretaría de Gobernación de declararla zona de desastre constituye un beneficio, ya que los apoyos fluirán aceleradamente, permitiendo sortear de mejor manera la crisis por la que atraviesan los sectores agrícola y ganadero de la región.

Por su parte, el gobernador de Durango, Angel Sergio Guerrero Mier, precisó que serán hasta 80 millones de pesos lo que recibirá la entidad al ser considerada zona de desastre por la sequía, fenómeno que ha provocado que en la región del semidesierto la distribución de agua potable se realice por medio de pipas.

Durante una reunión con el Consejo de Protección Civil, el mandatario rechazó que en el campo duranguense exista una gran mortandad de animales y sostuvo que lo que sucede es una baja de peso del ganado.

El representante en Durango de la Federación de Pequeños Propietarios, Gabriel Saucedo, comentó que en los últimos cinco años el hato ganadero se ha reducido hasta en 50 por ciento y ahora se cuenta con sólo un millón de reses productivas.

A su vez, los ganaderos y agricultores tamaulipecos indicaron que es necesario declarar zona de desastre a la entidad por la sequía, sobre todo en municipios de la costa y serranía, donde el impacto ha sido mayor debido a que los aguajes se secaron y el hato ganadero ha disminuido. Señalaron que en los municipios de San Fernando, Burgos, Crucillas y Méndez es necesario otorgar apoyos emergentes para recuperar las pérdidas por bajos rendimientos en la cosecha de granos.

En San Luis Potosí, Gabriel Segura, líder de la Coalición de Organismos Democráticos, Urbanos y Campesinos, indicó que declarar al estado zona de desastre es una medida que debió tomarse hace tiempo, ya que la zona baja de la Huasteca se encuentra en peligro de perder los cultivos de naranja y café. Los municipios del altiplano que han resultado más afectados son Real de Catorce, Vanegas, Charcas y Moctezuma, donde no se ha podido sembrar y el ganado se tiene que alimentar de pasto seco, aunque no se han registrado muertes, reporta la Comisión Nacional de Zonas Aridas. (Cristóbal García, Martín Sánchez y Emmanuel Salazar, corresponsales, La Jornada San Luis y Laura Yssel Hernández)