Los reflectores de Francisco Labastida restaron importancia a otros sucesos políticos que serán cruciales para el pri.
Uno esencial: ¿A quién está dedicada la apertura de los candados en el Distrito Federal?
El presidente de ese partido, José Antonio González Fernández, anunció que en el Distrito Federal no habrá candados, es decir, podrán ser candidatos personajes que no hayan ocupado puestos de elección popular ni hayan sido dirigentes del partido.
En los cuarteles del pri se cree que el cerrajero González tiene nombres y motivos:
-Jesús Silva Herzog, para romper una eventual cuarta fuerza o una candidatura de la coalición opositora en el df;
- José Angel Gurría, como premio de compensación para los tecnócratas que no pudieron disputar la candidatura presidencial;
-Juan Ramón de la Fuente, como candidatura externa que convenza a los ciudadanos renuentes a votar por el pri.
Pese a las artes de González Fernández, se mantienen en la disputa por la candidatura las senadoras María de los Angeles Moreno y Elba Esther Gordillo, enfrentadas entre sí.
Y, de menor peso, se apuntan Roberto Campa, Manuel Jiménez Guzmán y Oscar Levín.
La pregunta básica, sin embargo, es cuál será el peso de los precandidatos en la elección del aspirante al gobierno capitalino. ¿O alguien cree que Francisco Labastida, Roberto Madrazo y Manuel Bartlett no tendrán candidato?
Por lo pronto, en las filas priístas se asegura que el operador de Madrazo en la capital del país se llama Amado Treviño.
``Para dirigir o presidir un partido político, así como para ser responsable de las finanzas del mismo, sólo se tienen dos candidatos, a saber: una persona apta y capaz o una persona a la que se pretende deshacer o eliminar -viene siendo lo mismo- en la vida política.
``Si algún consejo me fuera permitido dar, diría que por lo menos se les conceda, tanto al presidente de un partido como a su secretario de finanzas, la garantía de una fianza oficial y obligatoria. De esta manera, durante los años siguientes tanto él como sus partidarios podrán vivir tranquilos.
``Querámoslo o no, la política cuesta y cuesta mucho...''
(Miguel Alemán Velasco. La finanzas de la política. México: Diana, 1995).
El parto fue en Zacatecas. Con los auspicios formales del Partido del Trabajo, aunque verdaderamente organizada por el gobernador Ricardo Monreal, se realizó el sábado 15 la reunión de las fuerzas políticas que integrarán la alianza opositora del 2000.
Alberto Anaya, Dante Delgado, Jesús Ortega y Amalia García -ausentes Manuel Camacho Solís y Jesús Silva Herzog- armaron el marco para que brillara la figura de Cuauhtémoc Cárdenas.
Ahí se perfilaron los acuerdos que tomarán forma en las próximas semanas:
-El pan no le entrará a la alianza. Un experimento como el de Nayarit será imposible por ``los compromisos'' de ese partido con el gobierno.
-Pronto habrá descartes: ``Hay que ponerle un plazo al pan. No podemos estar sujetos a sus tiempos'', sostuvo Anaya.
-El candidato de la Alianza al gobierno del Distrito Federal puede ser un aspirante ``ciudadano'', como el todavía priísta Jesús Silva Herzog, quien no llegara a inscribirse como precandidato pese a la apertura de los candados.
En días pasados, entre los líderes opositores comenzó a circular un documento, elaborado por Dante Delgado, donde se dibujan los primeros trazos del Convenio de Coalición: primero, una plataforma común; luego la definición de los requisitos y la forma de registro de los aspirantes; más tarde un debate entre los aspirantes y la integración de una especie de Consejo Electoral que organice la elección.
El último acto sería la elección primaria de la oposición.
En el pan también se cuecen habas. El próximo fin de semana reformará sus estatutos generales en una asamblea nacional extraordinaria que comienza con un tropiezo: la idea panista de elegir a su candidato presidencial en una elección primaria nacerá muerta. El pri la mató con su anuncio.
De todos modos, la iniciativa del pan será innovadora. La elección se celebrará de manera simultánea en centros de votación instalados en, al menos, todas las cabeceras de los distritos electorales. En ella podrán intervenir los miembros activos del partido y los adherentes mayores de 18 años. Ganará el precandidato que obtenga mayoría absoluta.
Una semana después, en una Convención Nacional, el candidato electo rendirá protesta.
En las filas panistas hay consenso sobre el método. Empero, se espera que haya un debate sobre los participantes en la consulta. Hay una corriente en el cen que propone que sólo voten los militantes activos.
Por lo demás, el pan está en franca apertura. Ya anunció que consultará a la población para elaborar su plataforma política Proyecto 2000.
La consulta se reduce a dos preguntas:
- ¿Cuál es el problema que más te afecta?
- ¿Cuál es el problema que más afecta al país?
El trabajo lo coordinará el senador Salvador Beltrán del Río, ex presidente de la fundación Rafael Preciado Hernández, quien así asciende a la pléyade de ideólogos panistas. Véase la lista de antecesores: hace 12 años la elaboración de la plataforma la coordinó Bernardo Bátiz; en 1993 la hizo Felipe Calderón Hinojosa; en 1994, Luis Felipe Bravo, y hace tres años, Francisco José Paoli Bolio.
Pena de muerte o pena de
color
De los 500 prisioneros ejecutados en Estados Unidos entre 1977 y 1998, más de 81% fue condenado por el homicidio de una persona blanca, a pesar de que en el ámbito nacional negros y blancos son víctimas de asesinatos en números casi iguales. La probabilidad de una condena a muerte cuando los negros han matado a un blanco es hasta 11 veces mayor que cuando un blanco asesina a un negro. Amnistía Internacional, en un informe que difundió esta semana, acusa al gobierno estadunidense de aplicar la pena de muerte por medio de un sistema judicial infectado por el prejuicio racial. La sentencia de un crimen ``parece ser determinando en gran medida por el color de su piel y la raza de la víctima'', afirmo Pierre Sané, secretario general de Amnistía Internacional. Sané afirmó que las autoridades estadunidenses rechazan que haya un elemento racista en la aplicación de la pena de muerte. ``La renuencia de las autoridades estadunidenses para admitir y abordar el hecho de que la pena de muerte es aplicada de acuerdo con la raza, la etnia y el estatus social es una indicación clave de la dimensión del problema''.
Su ley: los diez mandamientos
Los ciudadanos del pueblo de Brooksville, Alabama, están solicitando a los tribunales estatales su incorporación como una ciudad autónoma que se rija por una sola serie de leyes: los diez mandamientos. Frente a lo que perciben como el deterioro moral de los pueblos vecinos, los residentes de ese pequeño poblado desean tener el derecho de abolir todas sus leyes, prohibir los impuestos y el empleo de la burocracia municipal. En su lugar, desean tener como la carta legal del pueblo la Biblia y los diez mandamientos como sus únicas leyes locales. ``Es nuestra intención conducir esta comunidad en torno a las enseñanzas de Jesucristo'', declaró el grupo en su solicitud a los tribunales estatales. Varios pueblos y grupos de derechos civiles en la zona se oponen a la medida, la cual será decidida por los tribunales de Alabama.