n La actriz, una de las comentaristas del libro de Víctor Campa Mendoza
La insurrección indígena, una constante: Ofelia Medina
Arturo Jiménez n En Chiapas las luchas campesinas han dejado de tener sólo ese carácter y ahora ya se habla de "pueblos indígenas", los que retoman un liderazgo en la reivindicación de sus derechos y, con ello, generan "la conceptualización del derecho indígena", dijo José Antonio Montero durante la presentación de Las insurreciones de los pueblos indios en México. La rebelión zapatista en Chiapas, de Víctor Campa Mendoza.
Este volumen fue presentado durante el último día de la 28 Feria Metropolitana del Libro y del Salón del Libro de Texto, en una tarde de bullicio dominical. Mucha y variopinta gente hubo en la novena jornada en Exhibimex: niños, adultos, varios jóvenes y hasta algunas sillas de ruedas y carreolas. Una feria familiar.
Día de presentaciones de libros pendientes, un concierto de rock progresivo con el trío de guitarras Metaconciencia (en transiciones de la oscuridad hacia la luz, y viceversa), teatro, talleres, payasos, mimos y una nunca bien ponderada estudiantina.
Día este también propicio para los recuentos de la feria: 70 mil asistentes, 138 expositores, 330 locales. O también: 41 presentaciones de libros, nueve conciertos, cuatro funciones teatrales, 60 talleres infantiles y de fomento a lectura, 38 mesas y charlas, dos espectáculos de danza. Escuetos números que, no obstante, también son contenido.
Incesante rebelión
Las insurreciones de los pueblos indios en México. La rebelión zapatista en Chiapas es una amplia investigación acerca de los antecedentes, problemática, lucha social y movimientos violentos de los pueblos indios en el país, desde la Colonia hasta la rebelión zapatista actual.
José Antonio Montero, del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, dijo que en diversas épocas de la historia de México los pueblos indígenas no sólo se han sublevado contra el poder para reivindicar sus propias causas, sino que han combatido en importantes causas nacionales.
Sin embargo, agregó, "el Estado siempre consideró que los indios debían integrarse al resto de la sociedad, suprimiendo el reconocimiento de los derechos que les corresponden como pueblos".
Campa, señaló Montero, realiza además un análisis histórico y coyuntural sobre las controversias políticas públicas del caso Chiapas y sus posibles soluciones, y agregó que también estudia las causas que dieron origen a ese conflicto armado.
"Esos orígenes que nadie se ha atrevido a señalar como ilegítimos", dijo e indicó: "Lo que es seguro es que no queda duda de que los zapatistas se vieron compelidos al supremo recurso último de la rebelión".
Montero concluyó que este libro de Campa es una herramienta para ampliar en análisis histórico, político, jurídico y social de los derechos de los pueblos indígenas en relación con el levantamiento armado del EZLN.
Por su parte, la actriz Ofelia Medina consideró que este sí es un verdadero libro, pues en varias ferias luego se ofrece "mucha chatarra", y mencionó que Campa dedicó 15 años de su vida a esta investigación. "Este libro comenzará a ser muy importante para la historia de este país", dijo.
Luego de leer este libro, continuó, "uno se da cuenta que las insurrecciones de los pueblos indígenas nunca se han detenido". Después, la también defensora de los derechos humanos pidió al autor que en su próxima investigación continué con esta historia que crece cada día por todo el país.
Medina también planteó que Las insurreciones de los pueblos indios en México sea traducido a las diferentes lenguas indígenas. "Ojalá que el Congreso Nacional Indígena pudiera concretar esa idea".
Después de señalar que el texto de Campa debieran leerlo los funcionarios del gobierno para que conozcan la historia del país, hizo una coperacha con Luis Angel Martínez, moderador, y Montero para comprar el libro y enviárselo a su oficina a Emilio Rabasa, representante gubernamental para el diálogo en Chiapas. Y el público completó los 40 pesos que faltaban.
Tras mencionar los ejempos de autonomías en países de Europa, Campa dijo por su parte que en México existe un grave atraso en el reconocimiento de los pueblos indígenas y en darle su personalidad jurídica. "De ahí vienen los problemas porque al reconocerle sus derechos tendrían también que reconocerle y darle su territorio".
El investigador afirmó que este problema tiene implicaciones económicas, políticas e ideológicas. De este último señaló que las demandas indígenas, al poseer un sustento comunitario, se les ha querido relacionar con "comunismo o socialismo".
El autor, quien considera que Chiapas es un estado que, al final del milenio, aún se encuentra estancado cinco siglos atrás, agregó: "San Andrés es el lugar de la convergencia del mundo indio que contrasta totalmente con el mundo moderno, es el punto negro más visible de México en el que se grita que no puede haber una modernidad real del país si a los indígenas no se les reconocen sus derechos y no se les incluye en las políticas integracionistas".
Consideró que el movimiento indígena chiapaneco es producto de un largo proceso histórico de "rebeliones indígenas cíclicas", del latifundio del siglo XIX y de las inmigraciones de pioneros en las primeras cuatro décadas de la centuria actual.
El dinero recabado por la venta del libro de Campa será donado al Fondo Internacional de Becas para Estudiantes Indígenas.