PARABOLA Ť Emilio Lomas M.
Los empresarios en la sucesión

Un importante núcleo empresarial ya le había dicho tanto al jefe del Ejecutivo, Ernesto Zedillo, como al dirigente nacional priísta, José Antonio González Fernández, que su candidato era Francisco Labastida Ochoa; empero, ambos optaron por aguardar, por diseñar las nuevas reglas del juego. Tampoco Miguel Alemán se precipitó; muchos empresarios, de dentro y fuera del país, le ofrecieron cuantiosas sumas para sufragar los costos de su campaña. Para entonces, el mismísimo primer mandatario ya había decidido no meter las manos en el proceso sucesorio, aunque no le disgustaron ambas propuestas, que no todas, según comentan importantes voces del sector privado que participaron en diversas reuniones con los altos mandos del país, para analizar la sucesión presidencial. Y aunque dijo que no externaría su interés personal, era evidente que al presidente Zedillo no le cuadraron todos los aspirantes a asumir la candidatura presidencial de su partido, el Revolucionario Institucional. Otros más, como el joven político Esteban Moctezuma, entendieron perfectamente que no era su tiempo, pero sí el de su ex jefe, a quien le debía respeto, aprecio y gratitud; una gran gratitud.

A Manuel Bartlett no lo apoyaron ni los empresarios de su estado natal, y dicen que el ofrecimiento que hicieron para emprender su campaña fue sólo para intentar quemar, pero a Labastida. A los dirigentes de las máximas cúpulas empresariales del país, así como a los más prominentes hombres de negocio, les causó muchísima desazón que Roberto Madrazo revelara que tanto su campaña, como la de Colosio y la de Zedillo, las financió Carlos Cabal Peniche; señalaron que eso, en la jerga política, se conoce como deslealtad. Sobre Roque Villanueva afirmaron --respetuosamente-- que su intentona era francamente de dar risa; un empresario con mucho billete, según Forbes, comentó que Humberto se olvidó del papel que hizo cuando su partido aprobó la controvertida iniciativa presidencial que aumentó de 10 a 15 por ciento el Impuesto al Valor Agregado. Un banquero, que en otros tiempos atendió un expendio de lotería, y un destacado representante de la clase empresarial del país, que también empezó desde muy abajo, ofrecieron recursos pero sólo en el caso de que fuera Labastida, el hombre que ya se había entrevistado en Washington con sus homólogos y quien había demostrado verticalidad para combatir al narcotráfico. Y una confesión: todos ellos hablaron también sobre Cuauhtémoc Cárdenas, y dijeron que el problema que fundamentalmente veían era que su equipo no le había ayudado a combatir a la delincuencia en la ciudad de México, pero que no les disgustaba. Hubo también voces que se manifestaron a favor de abrir una nueva corriente dentro del partido oficial, la de los empresarios, pero su dirigente consideró que no era el momento de fragmentar, que se corría el riesgo de crear un partido dentro del partido. Pero, al fin, la sucesión de empresarios políticos y de políticos empresarios pudo fluir, ahora hay que buscar incorporar a los hombres del campo y de las fábricas, porque de otra forma sólo habrá más de lo mismo. Merrill Lynch sostiene, a fin de cuentas, que la fortuna de los 6 millones de hombres más ricos del mundo seguirá creciendo cada día durante el 2000. En el estudio titulado El reporte de la riqueza mundial, elaborado conjuntamente con la consultora Gemini Consulting, sostiene que los hombres más ricos del mundo lo seguirán siendo todavía mucho más y que sus posesiones seguirán creciendo, mínimo hasta el 2003, y con eso de la globalización...

Melée

Y para los que se quedaron fuera de este proceso, no todo está perdido, aunque ahora hay muchos para contender por pocos puestos clave para la próxima administración. El secretario de Hacienda, José Angel Gurría es, por ejemplo, un buen prospecto para contender por el gobierno capitalino, según dicen los mismos empresarios que todo el tiempo pidieron no se les identificara... El titular de la SHCP es visto con buenos ojos por los hombres de los dineros en el exterior del país, quienes durante la pasada gira presidencial comentaron al jefe del Ejecutivo que Gurría hubiera sido un buen candidato. Sin quererlo, ha abierto muchos caminos fuera de México, como Labastida lo hizo internamente, aseguran... El que también se precipitó fue Bours, quien llegó a sugerir que el secretario Luis Téllez pudo haber sido un destacado aspirante presidencial del tricolor; se le olvidó que el secretario de Energía, además de candados, tiene pendiente sacar adelante la iniciativa presidencial para privatizar el sector eléctrico. Por cierto que Téllez apresuró al director de Petróleos Mexicanos, Adrián Lajous, para que le presente una nueva propuesta para desincorporar los activos del sector petroquímico... Parece que el director de la Lotería Nacional, Carlos Salomón, se va a Tabasco en sustitución de Roberto Madrazo.

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