n Sandoval Iñiguez: el responsable, Jorge Carpizo
Se ocultan videos relacionados con el asesinato de Posadas Ocampo
Con excepción del arzobispado capitalino, la jerarquía eclesiástica mexicana manifestó su insatisfacción con las investigaciones del asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo y, por medio de Juan Sandoval Iñiguez, acusó a Jorge Carpizo, ex titular de la Procuraduría General de la República (PGR), de "hacer perdedizos" videos relacionados con el suceso que "ni siquiera fueron integrados a la investigación", según expresó en entrevista a Televisa y varias estaciones de radio.
La jerarquía pidió asimismo contener la tendencia a evitar "castigar a los verdaderos culpables" de los asesinatos de personajes en México, y estimó que las versiones sobre la existencia de "peces gordos que impiden la investigación" es un elemento que genera impunidad.
Carpizo "esconde pruebas" afirmó Sandoval Iñiguez, cardenal de Guadalajara. Lo hizo, acusó, "porque se lo encargaron; eso le pidieron que hiciera".
Entrevistado después de su homilía, señaló que no han faltado voces que han querido enlodar la memoria de Posadas Ocampo.
Anunció que presentará "un reclamo oficial" ante la PGR por los videos que "extravió" Carpizo, pues, afirmó, "está comprobado que se los entregaron y nunca los integró a la averiguación".
Publicaciones de Guadalajara reprodujeron fragmentos del periódico italiano 30 Giorni, en el cual se sostiene que personajes como el ex secretario particular de Carlos Salinas, Justo Ceja, pudieron estar involucrados en la planeación del homicidio.
El arzobispado de México atemperó la opinión de los demás clérigos. El informe sobre el crimen, indicó mediante un comunicado, "es muy positivo". La arquidiócesis reconoció que hay "esfuerzos" para que las investigaciones se realicen "con estricto apego a la ley".
El resultado hasta ahora es "muy poquito, pero es sustancial. Como provisional está bueno, como definitivo sería un fracaso", comentó el cardenal de Guadalajara en diálogo con reporteros en esa ciudad. Las líneas, manifestó durante una entrevista con Multivisión, "siguen siendo dos: la confusión o el asesinato premeditado". Mencionó que se mantiene la sospecha de encubrimiento de responsables.
Agregó que "le gusta" que en el informe se descarta la hipótesis del fuego cruzado, que la memoria del cardenal se mantiene limpia y que se reconoce que se le disparó directamente. Reiteró su impresión de que los Arellano Félix "no tienen nada que ver". Posadas fue intermediario para que aquéllos fueran recibidos por el nuncio Girolamo Prigione, a quien le reiteraron su inocencia en el caso.
La Iglesia
católica "vive en la confusión" ante un crimen "que
pareciera un asesinato político", externó el obispo
Genaro Alamilla. El vocero del Episcopado Mexicano, Onésimo
Cepeda, sostuvo: "Existen intereses poderosos que no permiten llegar a
la verdad total en este asunto". El arzobispo emérito de
Hermosillo, Carlos Quintero Arce, manifestó su malestar ante la
presentación del informe: "Pasarán los años y
nunca se sabrá la verdad".
En el proceso 335/97-C que abarca la investigación iniciada el 24 de mayo de 1993, cuando el cardenal fue acribillado en un presunto tiroteo entre narcotraficantes, el expediente ya acumula 26 tomos y contiene más de 12 mil fojas.
El arzobispado de México llamó a la PGR a mantenerse "abierta a las aportaciones" que puedan contribuir a que se esclarezca el crimen.
A seis años del asesinato que movilizó a Guadalajara al entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, la jerarquía católica mantuvo posiciones que van desde la duda hasta la franca condena por la presunta insuficiencia de la actuación de la PGR.
Ramón Godínez, ex secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), recordó que él viajaba en el avión en el que Salinas arribó a Guadalajara: "Se le notaba preocupado y su actitud era como de una gran impresión por lo sucedido". Indicó que hay 30 inculpados en la cárcel y faltan 30 órdenes de aprehensión por cumplimentar. Lamentó que en los últimos seis años se hayan registrado "tantos cambios en la PGR" que han afectado la continuidad de la investigación.
Los seis obispos de Veracruz demandaron la resolución definitiva de la averiguación "conforme a derecho y con pleno respeto a la autonomía del Poder Judicial" indicó el vocero de la diócesis de Veracruz, Manuel Díaz Mendoza. Los religiosos rechazaron las versiones de la PGR, vigentes a la fecha, sobre el carácter "accidental" del crimen.
En Tarimoro, Guanajuato, donde vivió en su infancia Posadas Ocampo, miles de feligreses realizaron una marcha "para que las autoridades del gobierno hablen con la verdad", según expresó Roldán Gallegos, un ahijado del prelado.
El Semanario, órgano oficial de la arquidiócesis de Guadalajara, publicó un sondeo en el cual 25 por ciento de los encuestados "no sabe" la razón del homicidio, 6 por ciento cree en la versión oficial, 22 considera que fue "por problemas políticos" y 17 estima que el clérigo poseía información confidencial.
Durante la homilía en la catedral de Guadalajara, el cardenal Sandoval Iñiguez consideró que el informe presentado por la comisión interinstitucional del gobierno de Jalisco, el arzobispado de Guadalajara y la PGR "no es una respuesta total" a las preguntas que surgieron desde el crimen.
El Tema, de la capital jalisciense, reproduce declaraciones atribuidas a Joaquín Gúzman Loera, El Chapo, quien en mayo de 1995 acusó a Rodolfo León Aragón, ex director de la Policía Judical Federal, así como al ex gobernador de Morelos Jorge Carrillo Olea ųquien fungió como coordinador de la Lucha contra las drogas en la PGRų de haber recibido cantidades millonarios a cambio de protección policiaca.
"Alguien" ordenó al grupo de los Arellano Félix asesinarme el 24 de mayo de 1993, dijo El Chapo. Agregó que el atentado fue planeado y ejecutado "por miembros de la Policía Judicial .
Las opiniones de Sandoval Iñiguez fueron consideradas como "estrictamente personales" por el obispo de Mexicali, José Isidro Guerrero Macías. Le sugirió diferenciar su "certeza moral" de la "certeza jurídica", necesaria para hacer justicia. (Andrés T. Morales, Cristóbal García, Cayetano Frías, Claudio Bañuelos, Manuel Carrillo, corresponsales; Gustavo Castillo y Salvador Guerrero Chiprés)