n Demanda de legisladores, académicos y ONG


El Grupo de Río debe manifestarse contra conflicto en los Balcanes

Andrea Becerril n Legisladores, académicos, defensores de derechos humanos y otras organizaciones de la sociedad civil que participaron en el seminario Hacia una solución negociada y pacífica del conflicto en Yugoslavia demandaron que los jefes de Estado y de gobierno del Grupo de Río que a partir de hoy se reúnen en México se manifiesten por el cese inmediato del bombardeo que lleva a cabo la OTAN contra ese fragmentado país de los Balcanes, donde pese a todo, como lo resaltó Guillermo Almeyra, debe insistirse en la "utopía de la paz".

Pidieron asimismo que los miembros del Grupo de Río formulen un llamado al presidente Slobodan Milosevic a aceptar el derecho a la autonomía de Kosovo y que, de la misma manera, exhorten a la OTAN a cubrir los gastos de la reconstrucción de Yugoslavia.

En el acto, organizado por la fracción del PRD en el Senado, Jorge Calderón, responsable del área internacional del partido en ese órgano legislativo, resaltó que con la misma legitimidad que México jugó un papel decisivo en la solución negociada de diversos conflictos armados, debe hacerlo ahora a fin de que la OTAN deje de atacar a Yugoslavia.

Igualmente, agregó Calderón, sería fundamental que México influyera en una resolución especial del Grupo de Río, para llamar al restablecimiento de negociaciones directas entre los países de la OTAN y Yugoslavia y para condenar las acciones unilaterales que violan el derecho internacional y ponen en peligro la paz mundial.

Al inaugurar el seminario, al que asistió el embajador de Yugoslavia, Dusan Vasic, el coordinador del grupo parlamentario del PRD, Ernesto Navarro, hizo notar que no sería justo exigir una salida negociada y pacífica al conflicto de Kosovo si no se insistiera en igual demanda al gobierno mexicano en el caso de Chiapas.

En su intervención, Almeyra advirtió que de prolongarse el conflicto en los Balcanes se corre el riesgo de una nueva guerra mundial.

Catedrático universitario, ensayista político y experto en materia internacional, presentó un amplio panorama del "explosivo rompecabezas" que es "la atormentada península de los Balcanes" y advirtió que en forma alguna está de acuerdo con el nacionalismo granserbio de Milosevic, pero se opone a la guerra de la OTAN.

Ninguna persona sensata, agregó, pensaría seriamente que Estados Unidos está preocupado por los derechos humanos de los kosovares -basta recordar en Irak han muerto un millón 800 mil seres humanos por el bloqueo y los bombardeos estadunidenses-, ya que su real interés es retardar la unidad política europea que llevaría a una política militar y de seguridad sólida y a una mayor firmeza al único competidor que en este momento tiene Washington.

Se preguntó luego si Estados Unidos aceptaría ser bombardeado por países que consideraran intolerable el racismo y las violaciones que se cometen con los negros en su territorio. ƑPor qué debe entonces aceptarlo Serbia?, se preguntó.

Advirtió luego que la única forma de detener esa "acción aventurera de la OTAN en Yugoslavia" es que crezca el movimiento internacional de repudio contra los bombardeos. Para impedir una nueva guerra balcánica, agregó Almeyra, es necesario acabar con el ataque aéreo y que Milosevic acepte abrir el camino a una amplia autonomía de Kosovo.

n Agradeció el apoyo recibido para detener la guerra en TYugoslavia


Las relaciones con México, cordiales: embajador Vasic

Andrea Becerril n El embajador de Yugoslavia, Dusan Vasic, informó ayer que sus relaciones con el gobierno mexicano y la cancillería son cordiales y se desarrollan en un ámbito de normalidad. Precisó, en ese sentido, que aclaró ya a la Secretaría de Relaciones Exteriores que oficialmente no recibió ninguna indicación o sugerencia de las autoridades de su país sobre intención alguna de pedir el envío de tropas a Kosovo.

En torno a ese controvertido punto hay un malentendido, explicó, ya que el periodista que desde Belgrado envió la información retomada por la prensa mexicana se refirió a los planteamientos de algunos miembros del gobierno yugoslavo sobre el posible envío a la zona de conflicto de "una misión civil, no militar".

El diplomático participó ayer en el seminario Hacia una solución negociada y pacífica del conflicto en Yugoslavia, que organizó la fracción del PRD en el Senado. Ahí, Dusan Vasic insistió en la urgencia de parar el ataque que la OTAN lleva a cabo contra su país, violando la carta de la ONU y el derecho internacional.

El embajador Vasic resaltó que el nivel del daño económico y financiero en los dos meses de bombardeos sobre Yugoslavia sobrepasan los 120 mil millones de dólares, ya que se han destruido caminos, puentes, escuelas, hospitales: toda la infraestructura que se construyó después de la Segunda Guerra Mundial, además de monumentos históricos, como dos monasterios del siglo XIII de Kosovo, que son sólo escombros.

Lo más grave en estos momentos, agregó, es que hay el riesgo de una epidemia, ya que 80 por ciento de la población yugoslava no tiene agua ni luz, y 3 millones de niños duermen en sótanos insalubres.

Es imprescindible detener los bombardeos, agregó, pues además de los destrozos, cada ciudadano de Yugoslavia ha recibido 1.6 kilogramos de explosivos por las bombas disparadas, cifra tres veces superior a la que se desplegó en Hiroshima.

Vasic hizo una amplia explicación de las agresiones y ataques que ha sufrido su país, incluso antes de constituirse en república, en el siglo IV, de parte de muchos imperios, debido al papel estratégico que juega en Europa: es el único camino entre sur y norte y entre sur, oriente y sur occidente del viejo continente europeo.

Es también, agregó, el único camino para la exportación del petróleo desde Oriente Cercano a Europa y el Danubio, único río que vincula al Mar Negro con los centros de Europa, está dentro de Yugoslavia. Por esas razones estratégicas y políticas, las invasiones han sido muchas, y "en este momento estamos viendo que un nuevo imperio, de Estados Unidos con sus aliados, también quieren ocupar ese territorio".

Acusó a los miembros de la OTAN de provocar una crisis en Yugoslavia, luego de la caída del Muro de Berlín, y de propiciar conflictos entre los diferentes grupos étnicos -hay 26 minorías nacionales en esa nación- para justificar luego la agresión.

No es una guerra, resaltó, ya que los bombardeos son de noche, a una altitud de 8 a 10 mil metros y desde aviones y misiles de largo alcance.