n Las mesas de recepción tuvieron una afluencia ciudadana constante
Satisfactoria participación en la Consulta Metropolitana
Con una afluencia constante de votantes y una participación que los estudiantes de la UNAM calificaron de satisfactoria, se realizó ayer la Consulta Metropolitana por la Educación, convocada por el Consejo General de Huelga.
En la Preparatoria 2, el comité de prensa y propaganda informó que lograron muy buena respuesta por parte de la población. En la casilla ubicada afuera del plantel, después de mediodía ya tenían más de 150 votos emitidos por estudiantes, sindicalizados de la UNAM, transeúntes, trabajadores de limpia del Gobierno del Distrito Federal y maestros.
Además, se dio a conocer que personas de entre 15 y 40 años fueron las que más acudieron a opinar, con el propósito de exponer su postura respecto de la educación. El comité de prensa de la Preparatoria 2 apuntó que desde las 8 de la mañana se instalaron 52 casillas (distribuidas en la delegación Iztacalco) y todavía faltaban de hacerlo otras 26, que comenzarían a funcionar alrededor de las tres de la tarde, ya que estaban a cargo de padres de familia y por cuestiones de trabajo no podían hacerlo antes.
Se informó que las casillas se dividieron en seis sectores y contaron con cinco automóviles para distribuir boletas a las mesas que así lo requerían; también hubo personal de apoyo y propaganda.
Los responsables de la organización de la consulta en ese plantel señalaron que hasta las 12 del día se tenía registrado un promedio de 200 votos por cada una de las mesas distribuidas en Iztacalco.
En otro rumbo, en Xicoténcatl y Corina, a dos calles de la Preparatoria 6 Antonio Caso, los estudiantes coyoacanenses calificaron la participación ciudadana de buena. ''La respuesta ha sido muy padre. También se les ha repartido información'', señalaron. En esa urna, con una alta participación de estudiantes, niños y padres de familia, se contabilizaron 150 votos a las 13.50 horas.
Por otra parte, la Coordinadora de la Consulta Zapatista en Coyoacán informó que dicho grupo instaló 20 casillas en esa jurisdicción. En la mesa instalada en Hidalgo y San Pedro se contabilizaron más de 160 votos después del mediodía.
A su vez, la comisión de enlace de la Preparatoria 7 apuntó que se instalaron 14 casillas distribuidas en la delegación Venustiano Carranza. Se tuvo una alta participación de obreros, estudiantes de secundaria, padres de familia y preparatorianos.
Del plantel 5 de la ENP, ubicado en Calzada del Hueso, salió medio centenar de brigadas con cinco alumnos cada una, apoyados por padres de familia, profesores, trabajadores del STUNAM, dotados de 300 boletas en promedio para cubrir fundamentalmente las secundarias de las delegaciones Coyoacán, Tlalpan, Iztapalapa y de algunos barrios de Tláhuac. También estuvieron presentes en instituciones de educación privada como la Universidad LaSalle y el Tecnológico de Monterrey, en mercados, parques y estaciones del Metro.
Los huelguistas del CCH-Azcapotzalco organizaron 68 mesas de votación en las colonias vecinas y las estaciones de las líneas 5 y 7 del Metro. Hubo lugares donde fueron colocadas más de dos casillas por estudiantes de diferentes escuelas, donde fue notoria la participación de personas de la tercera edad y escasa la de estudiantes de secundaria.
En el plantel Azcapotzalco de la UAM, cuya población estudiantil es de alrededor de 15 mil alumnos, fueron colocadas ocho mesas que operaron durante la mañana y que se redujeron a la mitad por la tarde. A pesar de que los jueves no hay clases en todas las carreras, a las 17 horas en cada casilla se había recolectado en promedio la opinión de 400 estudiantes. En esa misma unidad, estudiantes del CCH Azcapotzalco instalaron dos mesas más, cada una dotada de 500 boletas.
Por lo que hace a la UAM Xochimilco, cerca del mediodía se agotó casi la tercera parte de las 4 mil boletas que fueron distribuidas en las cuatro casillas colocadas en ambas entradas de la institución, el edificio central y fuera de la cafetería.
Por otro lado, los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN) adicionaron a la consulta diseñada para la UNAM tres preguntas relacionadas con la preocupación por el mantenimiento de la gratuidad en la educación media superior y superior, la defensa de la libertad de expresión, organización, tránsito e información de los estudiantes, sugiriendo la eliminación de los grupos ''porriles o cualquier otro aparato represivo''. Además de convocar a la ''participación democrática para hacer valer tus derechos''.
Se distribuyeron 35 mil boletas para la consulta de la universidad y 50 mil de la consulta politécnica. ''La consulta gira en la misma vertiente que la de la UNAM y es un apoyo al movimiento estudiantil y a su defensa de la educación gratuita, como un llamado a la participación democrática en el IPN'', informaron Alejandro Ochoa y Javier Muñoz, representantes de la comisión organizadora, entrevistados en la Escuela Superior de Economía del Casco de Santo Tomás.
Las urnas paralelas para ambas consultas se instalaron también en las vocacionales 6, 10 y 13. ''En la voca 11 no se pudo organizar porque hay muchos activistas porriles'' indicó uno de los estudiantes que intentaron instalar la casilla.
En la Vocacional 3, las autoridades impidieron que se colocaran las urnas ''porque no queremos problemas''. Aun en la calle, fueron retirados a pesar de que un amplio grupo de estudiantes quería votar. El argumento fue que la sola instalación de casillas afectaba el orden de la escuela. Cuando vieron que se insistía decidieron cerrar la escuela.
Por otro lado, en la Escuela Nacional de Antropología e Historia al menos 80 alumnos se encargaron de instalar 17 mesas de la primera Consulta Metropolitana por la Educación, en la zona aledaña a las instalaciones del ENAH y en la delegación Tlalpan. La afluencia de opinantes fue constante e incluso hubo necesidad de elaborar más boletas, pues en algunas casillas se agotaron. Los alumnos, en coordinación con el sindicato de investigadores de dicha institución, informarán por separado este viernes acerca de los resultados de la consulta.
En la zona del Zócalo se instalaron cinco casillas. Para las 14:20 horas, cada una sumaba unos 400 votos de ''gente de nivel medio para abajo, ya que los de traje están más alejados del problema'', dijo el encargado de una mesa, mientras tachaban la papeleta albañiles, empleados, amas de casa, estudiantes, ambulantes, ancianos y personas de escasos recursos. (Karina Avilés, Alma Muñoz, Susana González, Salvador Guerrero, Arturo Jiménez y Mónica Mateos)
n El referendo rebasó las expectativas; mañana, las cifras finales
Apoyo mayoritario a la gratuidad de la educación, resultado de la consulta
n Hasta las 22:00 horas de ayer se habían contabilizado 25 mil respuestas, casi todas favorables
María Esther Ibarra n La Consulta Metropolitana por la Educación rebasó las expectativas previstas por el Consejo General de Huelga (CGH), pues en un recuento preliminar, después de las diez de la noche, se contabilizaron votos de poco más de 60 casillas. A esa hora se tenían 25 mil sufragios, en su mayoría favorables a la gratuidad de la educacion, desde preescolar hasta universitaria.
Los primeros paquetes en llegar fueron de las 308 escuelas secundarias del Distrito Federal, donde la afluencia de sufragantes se reportaba alta en los planteles de la zona norte y del Instituto Politécnico Nacional (IPN). El conteo no incluía aún la votación por internet.
En el auditorio Ché Guevara, de la Facultad de Filosofía y Letras, donde se instaló el centro de acopio, la comisión organizadora de la consulta comenzó ayer, alrededor de las ocho de la noche, la apertura de los primeros paquetes. Los voceros del Consejo General de Huelga (CGH) informaron que los resultados finales se darán a conocer mañana sábado durante la plenaria que se efectuará, a partir del mediodía, en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM.
La respuesta favorable a la consulta obligó a que ayer se tuvieran que emitir 400 mil boletas extra, que se suman al millón originalmente impreso.
Desde las ocho de la mañana se instalaron poco más de 2 mil 300 casillas en escuelas secundarias, instituciones de educación superior, museos, centros culturales, así como en sitios públicos, particularmente mercados, parques y plazas. En cada una de las 16 delegaciones políticas se colocaron 150 en promedio e incluso Alma Maldonado, de la comisión organizadora, informó que en el estado de México se instalaron 600 casillas.
Explicó que en Ciudad Universitaria únicamente se colocaron cuatro casillas fijas y otras dos itinerantes, porque la mayoría de los integrantes del movimiento estudiantil se desplazaron hacia los diversos puntos de la ciudad para llevar a cabo la consulta o bien apoyar en los sitios donde hiciera falta material. En el campus se instalaron mesas en las facultades de Filosofía y Letras y Odontología, y una más en la alberca.
Un grupo de estudiantes se hizo cargo de recoger el voto en las distintas dependencias universitarias, y el de los estudiantes paristas que se quedaron de guardia en sus respectivos planteles o en las tareas de resguardo de las instalaciones.
Alma Maldonado indicó que, por ejemplo, en el plantel Oriente del CCH se requerían 50 mil boletas, pero sólo se pudieron dar 6 mil. En el caso de la Universidad Autónoma de Chapingo, en Texcoco, se envió por fax el formato de la boleta para que pudieran hacer la consulta.
Salvo pequeños incidentes, esta acción convocada por el CGH se realizó sin mayores contratiempos. En algunos casos se informó que a un grupo de estudiantes se les impidió colocar la casilla fuera de una secundaria para mujeres, ubicada en la calle de Londres. ''Los compañeros optaron por ponerla un poco más lejos del plantel y no hubo mayor problema'', dijo.
En un escrito, la sección X del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación solicitó a los directores y subdirectores de las escuelas secundarias del Distrito Federal que otorgaran las facilidades necesarias a los estudiantes de la UNAM para la aplicación de la consulta.
Asimismo, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), en el marco de la Jornada Nacional por la Defensa de la Educación Pública y Gratuita, anexó una hoja para recabar firmas en contra de la política de privatización, bajo el postulado de que a partir de las reformas al artículo tercero constitucional, la promulgación de la Ley General de Educación y la firma del Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica, se inició un proceso de desintegración del sistema educativo nacional, mediante la transformación de la responsabilidad de dar el servicio educativo, primero a las entidades federativas y ahora a los municipios.
Esto, considera la CNTE, implica la privatización de los servicios educativos que son obligación del Estado. Asimismo, señala, la política educativa implantada por el gobierno, atendiendo las directrices del neoliberalismo, ''pone en riesgo la universidad pública, lo cual se demuestra con la embestida del rector Francisco Barnés de Castro contra la Universidad Nacional Autónoma de México'', en alusión al incremento de cuotas.
Mientras se realizaba la consulta, las autoridades universitarias, en voz del secretario general, Xavier Cortés Rocha, advertía que no darán marcha atrás en las clases extramuros. Para el Consejo General de Huelga, esto es una muestra más de que el rector Francisco Barnés de Castro no está dispuesto a dialogar.
n Cientos de miles participaron en la consulta
Copiosa respuesta popular al llamado de los universitarios
Hermann Bellinghausen n Una vez más, el movimiento de huelga de la UNAM superó las previsiones más optimistas: del millón 400 mil boletas distribuidas para la Consulta Metropolitana por la Educación, celebrada ayer, anoche se calculaba que la mayor parte habrían sido cruzadas.
Para dar una idea de cómo iban las cosas, a las 23 horas, con 68 casillas computadas (de alrededor de 2 mil 300) había 21 mil 430 votos; cinco minutos después, con 71 casillas, ya eran 24 mil 772 votos. ''De seguir esta tendencia podrían ser 600 mil votos y hasta más'', decía anoche un brigadista en el Che Guevara, donde se estaban recibiendo los paquetes.
''Del norte, las urnas vienen gruesas'', comentaba una estudiante de Ciencias Políticas. Gruesas de llenas, a reventar algunas. Una casilla en el Metro Pantitlán recogió 780 votos y sólo en esa zona se instalaron alrededor de diez casillas, casi todas a cargo de estudiantes del CCH Oriente. En algunas casillas hubo que instalar urnas adicionales para recibir los votos.
La consulta demostró que la educación se encuentra en el centro de la atención ciudadana. Durante la jornada hubo diálogos, discusiones, esfuerzos por entender. La copiosa votación provocó que numerosas casillas tuvieran que cerrar antes de la hora anunciada (las 20 horas) porque las boletas se habían agotado.
Dando señales de cansancio, como no queriendo mostrarse optimistas, un centenar de estudiantes, regados por todo el auditorio Che Guevara, prosegúian esta medianoche el recuento de los paquetes conforme iban llegando.
No faltaron personas que regañaran a los brigadistas. ''Hay que pagar por todo en esta vida. Trabajen'', decía un hombre en el Metro Zapata, pero aun así votó. Por supuesto, la mayor parte de la votación fue a favor de los planteamientos de los huelguistas. Ahora la Rectoría podrá ocultar la consulta, pero no desoírla. Tampoco el Consejo Universitario: un clamoroso sí respalda al movimiento estudiantil y sus demandas.
La consulta en la montaña
Llegó a las escuelas, a los barrios, las unidades habitacionales, las estaciones del Metro, las colonias, los mercados. Llegó al núcleo duro de la ciudad de México, a las ciudades conurbadas del estado de México, y todavía se tomó la libertad de llegar a la montaña. La Consulta Metropolitana por la Educación fue una movilización más grande que la huelga que la originó, y dio una idea aproximada de cuánta gente del pueblo cuenta con la UNAM.
''ƑPor qué voy a votar? Porque quiero ir a la Universidad'', dice Marianela, sencillamente, haciendo cola en la casilla instalada frente a la primaria del pueblo de San Miguel, entre el campo y la ciudad, en las alturas del Ajusco.
Marianela tiene 13 años y cursa sexto año en la primaria 1417 de la SEP, Leyes de Reforma del 57. El suyo es el máximo grado escolar que alcanza la mayoría de los pobladores de los llamados pueblos de la montaña: Santo Tomás Ajusco, San Miguel, San Miguel Xicalco y Magdalena Petlacalco.
Estas comunidades, todavía campesinas, que cuentan con autoridades tradicionales y hasta ejidales, por alguna razón tomaron como propia la lucha de los estudiantes de la UNAM desde que éstos iniciaron su huelga, que hoy cumple 38 días.
Los jóvenes aquí salen analfabetos funcionales de las primarias y tienen como horizonte la albañilería y el servicio doméstico. Unos cuantos, muy pocos, logran llegar al CCH Sur, a la Preparatoria 5 de Coapa, y todavía menos a estudios profesionales. Estos pocos estudiantes han sido suficientes para que los hombres y mujeres de Santo Tomás y los dos San Migueles hagan suyas la huelga y la consulta. Tanto así que el próximo domingo 30 celebrarán un Encuentro de Pueblos de la Montaña por el Derecho a la Educación.
En esta zona existen una secundaria y una telesecundaria técnica. Para llegar a ellas los niños de La Aldea deben caminar una hora (no hay transporte), y los de Cedra y La Loma, unos 40 minutos.
Los brigadistas universitarios instalaron frente a la telesecundaria técnica 96, Lic. Miguel Alemán Valdés, una caja de cartón, y llenaron de carteles el muro de piedra, al otro lado de la estrecha carretera que atraviesa Santo Tomás.
El director del plantel, horrorizado, mandó cerrar las puertas, para que los estudiantes no salieran a votar. No pudo evitar que muchos de los 500 alumnos, al terminar las clases, fueran a ver qué rollo con los cecehacheros y preparatorianos que les ofrecían las papeletas.
''Las preguntas están complicadas'', acepta la responsable de la casilla, considerando el nivel de conocimiento real de unos estudiantes cuyos maestros son, a veces, conserjes y empleados de la escuela ascendidos por el director.
Aquí, donde la educación es tan escasa y pobre, el interés por el destino de la UNAM resulta conmovedor. Una mujer, secándose las manos con el delantal en el quiosco de San Miguel, se hace leer las preguntas y cruza sí en todas, menos en la del Ceneval, donde pone no sé. Asegura no conocer la Universidad, y no cree que sus hijos puedan llegar ahí un día. Pero le gustaría.
La secundaria diurna 151, Estado de Quintana Roo, al pie de los arenales del Ajusco, entre milpas y casas, tiene otra casilla de la Consulta Metropolitana. Y recibe a cientos de sufragantes relajientos.
Algunos maestros de estas escuelas votan a escondidas, por temor a represalias.
Hace exactamente un mes, el 27 de abril, los comuneros de los pueblos de la montaña habían hecho pública una declaración, en la cual decían: ''Reivindicamos en su totalidad el derecho a una educación libre, justa y democrática y demandamos la abrogación de toda disposición que atente en contra de esos principios en las instituciones públicas de educación del país. Hoy reconocemos en el movimiento de huelga esas banderas, y en los universitarios un bastión de la lucha popular''.
Hasta acá llegan las ondas expansivas del movimiento estudiantil.
Siempre hay una primera vez
Hay una hora de la ciudad en que las calles se llenan de chavos vestidos de color café y chavas con falda gris, o escolapios de verdes y azules espantosos y uniformes. A veces visten a cuadros, o deslavados pantalones príncipe de Gales. Liberados de las clases, salen, desmadrosos, insidiosos, en plena edad de la punzada, y por Mixcoac, Tacubaya, San Rafael y la Guerrero crean un momento de cotidiana zozobra en las calles.
No los vayan a atropellar, con toda la energía que traen. Y toda la timidez disimulada en el relajo. Hoy toparon con las casillas y los maestros o estudiantes que los invitaban a participar. Los chavos no están acostumbrados a que les hagan caso, a que les pregunten su opinión, a que existan en la calle para algo más que cállate, quítate o siéntate.
Hoy fue su día, y no lo podían creer. Por cortesía de los estudiantes en huelga. En algunas escuelas los maestros apoyaban la consulta; en otras la desdeñaron y obstaculizaron; no obstante, se llevó a cabo en centenares de planteles de todo tipo.
Junto a la casilla instalada en la Prepa 8, en Plateros, un grafitti dice: ''Bienvenidos a zona rebelde''. Allí también votan los chavitos de secundaria que se animan, ponen sus cruces y se dejan manchar el pulgar, con alguna tinta indeleble, quizás por primera vez en su vida.
Las casillas ambulantes se internaron en los mercados, las unidades habitacionales y las partes más pobladas de la ciudad buscando sufragios. La cosecha de opiniones sobre la educación, sin más recursos que los humanos y casi nula difusión en los medios, penetró muchas corazas de la metrópoli.
También señoras de diversos estratos sociales se mostraban muy interesadas y se animaban a votar en el metro Mixcoac, el mercado de La Bola, la plaza de Coyoacán y cientos de lugares más en la zona metropolitana.
En medio de la aparente indiferencia de la urbe, la consulta puso a la UNAM en la calle, en el mejor sentido de la expresión y permitió que cientos de miles de personas de todas edades tuvieran, por primera vez en su vida, algo que ver con la Universidad.