n Washington y Londres insisten en continuar los bombardeos


Proponen París y Bonn una nueva reunión del G-8 para Kosovo

n Reservas de la OTAN sobre la nueva postura de Milosevic n Socava toda iniciativa de paz: Moscú

Afp, Ap, Dpa y Reuters, Tolouse, 29 de mayo n Los gobiernos de Francia y Alemania propusieron hoy celebrar una nueva conferencia de los países del Grupo de los Ocho (G-8), que reúne a las siete naciones más industrializadas del mundo y Rusia, para buscar una solución pacífica al conflicto de Kosovo ahora que Belgrado ha aceptado, al mediador ruso Viktor Chernomyrdin, los principios básicos de un acuerdo logrado por la agrupación.

YUGOSLAVIA_BOMBING Sin embargo, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) mantuvo sus reservas sobre la nueva postura del presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, y reiteró que los bombardeos contra Yugoslavia continuarán mientras Belgrado no cumpla "las exigencias de la comunidad internacional".

El canciller ruso, Igor Ivanov, acusó a la alianza noratlántica de socavar todas las iniciativas diplomáticas de paz de Moscú y afirmó indignado: "Es incomprensible. A santo de qué la OTAN se toma la libertad de afirmar que actúa en nombre de la comunidad internacional".

Bonn y París aprovecharon una cumbre bilateral que celebran en Tolouse para emitir un comunicado conjunto en el que señalaron que es necesario que el G-8 se reúna rápidamente para "verificar si el contenido (de la aceptación de Milosevic del acuerdo) puede llevar a una solución política sobre la base de nuestros principios".

El canciller federal alemán, Gerhard Schroeder, y el primer ministro francés, Lionel Jospin, se mostraron entusiasmados ante el anuncio hecho ayer por Chernomyrdin de que Belgrado había aceptado los principios que el G-8 acordó el pasado 7 de mayo.

Schroeder se dijo "esperanzado" ante la aparente flexibilización de Belgrado y afirmó que es el primer éxito concreto de los esfuerzos diplomáticos para Kosovo, en tanto que Jospin opinó que "debemos ver sin ingenuidad, pero tampoco con pesimismo, lo que viene de Belgrado".

Por el contrario, el canciller británico, Robin Cook, consideró que la nueva postura de Belgrado "es un fruto de las presiones contra Milosevic" más que un gesto de apertura y recalcó que "antes de ver si se trata de un verdadero progreso tenemos que averiguar si Milosevic acepta el despliegue de una verdadera tropa internacional con importante participación de la OTAN, que pueda acompañar a los refugiados de regreso a sus hogares".

El acuerdo del G-8 prevé una fuerza multinacional de paz para Kosovo creada por la Organización de Naciones Unidas (ONU) y el desarme del separatista Ejército de Liberación de Kosovo (ELK), así como la concesión de una amplia autonomía para la población de origen albanés de la provincia que, sin embargo, permanecerá bajo soberanía yugoslava.

Chernomyrdin anunció el viernes que el gobierno yugoslavo estudia ya una nueva propuesta de paz de Moscú que prevé que los serbios permitan la entrada a Kosovo de fuerzas de la OTAN, lo que hasta ahora Milosevic ha rechazado, pero con la condición de que permanezca en la provincia un número limitado de fuerzas yugoslavas.

Todo esto se cumplirá a condición de que la OTAN suspenda sus ataques contra Yugoslavia. Chernomyrdin ha afirmado que Belgrado ha mostrado disposición a aceptar esta propuesta.

Ivanov acusó a la OTAN de no mostrar ninguna comprensión hacia la diplomacia de Moscú, ni hacia la labor de Chernomyrdin, a quien --en tono burlesco-- el subsecretario de Estado estadunidense, Strobe Talbott, acusó ayer de "no actuar como mediador sino como transmisor de la postura de su gobierno".

Agregó que la alianza trasatlántica se empeña en torpedear toda iniciativa proveniente de Rusia, que se opone a la campaña bélica contra Yugoslavia, y afirmó que la organización se ha adjudicado injustificadamente el derecho de hablar en nombre de la comunidad internacional.

Al respecto, la jefa de la diplomacia estadunidense, Madeleine Albright, respondió que quienes critican los ataques contra Yugoslavia "y afirman que deberíamos emplear la razón antes que la fuerza tienen memoria corta, pues hemos intentado hacerlo varias veces".

Sostuvo que "la OTAN está muy atenta a limitar y prevenir pérdidas civiles y hemos expresado nuestro profundo pesar por los errores que hemos cometido".

En tanto, dos australianos que trabajaban para la organización humanitaria Care fueron sentenciados este sábado por un tribunal de Belgrado a 12 y cuatro años de prisión, al ser encontrados culpables de es- pionaje, en tanto que un yugoslavo que trabajaba con ellos fue condenado a seis años de prisión por el mismo cargo.