GALERIA Ť Johanna Faulhber Kammann
Estructura corporal de la población mexicana
Mujer, antirracista, antifascista, perseguida, pionera en estudios antropométricos de la población mexicana, la única sobreviviente de la primera generación de antropólogos físicos que se formó en México, investigadora al fin, Johanna Faulhber (Essen, Alemania, 1911), quien dice ser más mexicana que el chile, llegó a nuestro país ųtambién el suyo desde 1936ų a labrar camino.
Egresada de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, maestra en Ciencias Antropológicas por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, Johanna Faulhber explica que la antropología física es equivalente a la biología humana, que a diferencia de otras disciplinas biológicas que se ocupan sólo de hombre en forma individual, ésta también se ocupa de las poblaciones humanas.
"Mi trabajo ha consistido en estudiar poblaciones de la República Mexicana, específicamente su estructura corporal, a través de estudios antropométricos. En este contexto, estudié cómo difiere la población prehispánica de México de la población mestiza actual. Analicé restos óseos hallados en la Huasteca de Veracruz, en la Quemada, Zacatecas, y de entierros de Tlatilco. En ese lugar, reconstruí 204 entierros."
Agrega: también llevé a cabo medición de mujeres en Tepoztlán, de cuitlatecos de Guerrero, de nahuas en Chiconamel, de totonacos, tepehuas y otomís de Veracruz. Estudiábamos el aspecto físico, es decir, como era el cuerpo de aquellos individuos que integraban la población, hombres y mujeres, en relación con su entorno ecológico y social.
Entre otras aportaciones realizadas por Johanna Faulhber, se encuentra el establecimiento de normas de crecimiento en México, ya que se dio cuenta de que los pediatras usaban las obtenidas en los años veinte, que ya no eran válidas para los cincuenta, o las estadunidenses, que pertenecían a una población genéticamente diferente a la nuestra.
"Así inicié el estudio longitudinal del crecimiento de niños y niñas, que fue el primero de esta índole en Latinoamérica". Un estudio de este tipo implica seguir el crecimiento de los mismos niños a través del tiempo.
Abunda: comenzamos con observaciones mensuales a niños de un mes de edad, después a los 15 meses, los observamos a los 18 y 21, hasta los dos años, y después seguimos cada medio año hasta los once. "Así obtuvimos las nuevas normas mexicanas de crecimiento infantil, que fueron de mucha importancia práctica para la pediatría y para todos los profesionistas que de alguna manera se ocupaban de la infancia."
Así, la especialista midió periódicamente a 250 niños y 250 niñas hasta obtener una de sus aportaciones más importantes, con el establecimiento de nuevas normas de crecimiento longitudinal en niños de estrato social medio en la ciudad de México. Posteriormente continuó el mismo tipo de trabajo junto con la investigadora María Elena Sáenz. En colaboración, ambas organizaron y midieron a 280 varones y 230 niñas adolescentes, de 10 a 15 años. Además de la antropometría, se consideró el desarrollo físico en la edad ósea determinada por radiografías del carpo, por la menarquía y el desarrollo de las caracteres sexuales secundarios y de la dentición.
Por último, estudiaron mil 190 varones y mil 110 mujeres. En ese análisis se relacionó su forma física con el deporte que practicaban o no, siendo la primera vez que estudios de este tipo complementan seguimientos tan amplios desde un mes de nacido hasta los 18 años de edad. Sin embargo, la investigadora señala que aún falta ampliar esos trabajos hacia el resto de la República, y que ese es terreno fértil para los futuros investigadores.
Además, agrega la doctora Johanna Faulhber, a quien le fue otorgado el premio Universidad Nacional en ciencias sociales y el doctorado honoris causa en 1996 en la UNAM, que en estos últimos seguimientos se registraron indicadores de maduración que nos permiten observar cómo los cambios físicos se relacionan con los cambios sociales.
"Se puede monitorear las condiciones socio-económicas y nutricionales que está viviendo una población por medio de los patrones de crecimiento y ver si éstos afectan positiva o negativamente el desarrollo de los niños mexicanos". (Mirna Servín) (Fotos: Carlos Cisneros)
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