n Reclamos privados y ausencias, durante la inauguración de la binacional


Entre México y EU no hay espacio para acciones unilaterales: Green

n Las versiones de la prensa estadunidense sobre Hank y Liébano Sáenz gravitaron en la reunión

David Aponte n Los vecinos ya no tienen alternativa: México y Estados Unidos deben afrontar los problemas de manera conjunta, constructiva y responsable. ''No queda más espacio ni para acciones unilaterales, que por otro lado han probado su ineficacia, como tampoco hay lugar para voces aisladas que buscan escindirnos generando desconfianza, animadversión y malentendidos'', manifestó ayer la canciller Rosario Green Macías.

En ausencia de su contraparte, la secretaria de Estado Madeleine Albright, la representante de la diplomacia mexicana desbordó sus aspiraciones en la inauguración de la 16 reunión de la Comisión Binacional México-Estados Unidos: la relación bilateral debe remontar las asimetrías y promover los consensos, que acote los desencuentros e impulse la cooperación.

Pero sí hubo desencuentros y espacios de diálogo cerrados. La inasistencia de Albright truncó la reunión del grupo político, quizá el más importante del mecanismo bilateral, el que aborda los temas más relevantes de la relación y los asuntos de interés internacional, como la guerra en Kosovo.

La procuradora de Estados Unidos, Janet Reno, trató de suavizar la ausencia de la jefa de la diplomacia estadunidense, y utilizó precisamente la diplomacia para responder a las peticiones de Green, por lo menos en uno de los temas de mayor fricción entre los gobiernos. ''Nuestras naciones están enfrentando el problema de la migración ilegal procedente de terceros países. Vamos a trabajar juntos, no con los codos, sino con todos nuestros brazos''.

Sin embargo, no todo fue cortejo diplomático entre las delegaciones de México y Estados Unidos, en el inicio de la 16 reunión de la Comisión Binacional. Las recientes versiones periodísticas procedentes de Washington sobre presuntos nexos de funcionarios y ex funcionarios mexicanos con el narcotráfico, rondaron en Tlatelolco.

Los procuradores Jorge Madrazo y Janet Reno discutieron airadamente al fondo del salón-comedor de la torre de la cancillería, al concluir la ceremonia de apertura de los trabajos. El funcionario mexicano movía las manos frente a Reno. La prensa sólo captó el lenguaje corporal. Minutos más tarde, el procurador de México declaró a los periodistas que los reportes estadunidenses relativos a las supuestas conductas indebidas de Liébano Sáenz y la familia Hank ''han generado algunas tensiones. Pero afortunadamente hemos tenido la voluntad de seguir colaborando''.

La titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores disculpó en varias ocasiones la ausencia de su contraparte Madeleine Albright, a pesar de la importancia de la reunión entre mexicanos y estadunidenses, la última sesión de este tipo en el siglo XX.

Fuera de la ausencia de Albright -quien la noche del jueves sí tuvo tiempo para acudir al programa de televisión del periodista Larry King-, la ceremonia de inauguración tuvo lugar en la torre de Tlatelolco conforme al programa, en punto de las 9:00 horas. Ante poco más de 600 funcionarios de México y Estados Unidos, la canciller Green Macías presentó un discurso extremadamente diplomático. Lo mismo habló de los excelentes resultados de la reunión de los presidentes Zedillo y Clinton, realizada el 14 y 15 de febrero, del espíritu de Mérida, que de los logros en la construcción de una relación que remontó los problemas de antaño.

''Ciertamente, durante los últimos años las relaciones entre ambos países han experimentado un giro dramático: de la vecindad distante transitamos hacia una interacción activa, y de la atención ocasional, vinculada a momentos de crisis, pasamos a la construcción de un andamiaje en el que se asientan nuestro diálogo cotidiano y los mecanismos de cooperación que hemos diseñado para ponerlo en práctica.

''Una importante consecuencia de esta transformación es que hoy en día, para enfrentar los problemas inherentes a nuestra condición de vecinos, estamos obligados a hacerlo de manera conjunta, constructiva y responsable. Por ello, no queda más espacio para decisiones precipitadas ni para acciones unilaterales que, por otro lado, han probado su ineficacia. Como tampoco hay lugar para voces aisladas que buscan escindirnos, generando desconfianza, animadversión y malentendidos'', expuso.

Enseguida, planteó cuatro parámetros fundamentales para regir la relación bilateral en el futuro: evitar sorpresas innecesarias (como la operación Casablanca) y privilegiar los mecanismos de consulta e intercambio; establecer reglas claras para zanjar las divergencias; mantener en diferentes compartimentos los diversos temas de la agenda para evitar que un asunto contamine la totalidad de la misma, y respetar el derecho a disentir.

La procuradora Reno habló en nombre de la delegación estadunidense. De entrada, dio lectura a una carta de Albright, en la cual manifiesta el pesar de la secretaria de Estado por su ausencia en México. Después, el lenguaje diplomático: ''Bajo el liderazgo de los presidentes Clinton y Zedillo, estamos dando a nuestros pueblos las herramientas que requieren para seguir creciendo en el siglo XXI. Estos esfuerzos van más allá de las agendas burocráticas. Su propósito es el de mejorar la vida de las personas a ambos lados de la frontera y están teniendo éxito''.

La funcionaria hizo referencia a dos de las áreas más importantes de la agenda bilateral: migración y narcotráfico. De la primera, dijo que ambos países trabajan en conjunto, con sus brazos, en los migrantes de terceros países. Del segundo, mencionó que con respecto a la demanda y oferta de estupefacientes, hay diferencias en el tratamiento del problema. ''Somos vecinos, no clones el uno del otro'', expresó. Reno agregó que el desafío de la relación está en evitar que las diferencias lleguen a malos entendidos.

A pesar de los buenos deseos, los reportes de dos influyentes diarios estadunidenses que vincularon a la familia Hank y a Liébano Sáenz con el narcotráfico, ocasionaron irritación entre las delegaciones. Las partes culparon a la prensa de querer estropear la reunión y la relación bilateral. No obstante, los funcionarios de ambos países lanzaron algunos reproches por el contenido de los reportes de prensa, al grado que determinaron mejorar sus canales de comunicación con los diferentes medios informativos ''para hablar con mayor transparencia''.

El tema de Hank y del secretario particular del Presidente de la República estalló en la conferencia de prensa conjunta. La canciller Green dijo delante de Janet Reno que la embajada de México presentó una nota diplomática a Washington para solicitar que el gobierno de Estados Unidos desmienta o avale las versiones periodísticas.

Una reunión en la que no se esperaban mayores problemas, pero que derivó en reclamos privados y en ausencias, en la ausencia más importante desde 1981, cuando los cancilleres Jorge Castañeda y George Shultz crearon este mecanismo de diálogo político.


n Conservará 20 para la lucha contra las drogas


Devolverá México al Pentágono 52 de los helicópteros Huey

David Aponte n Las autoridades mexicanas devolverán 52 helicópteros UH-1H, conocidos como Huey, al Pentágono estadunidense, porque resultan inservibles.

La Secretaría de la Defensa Nacional conservará 20 aeronaves de este tipo para destinarlas a operaciones de reconocimiento, y para localizar pistas ilícitas y plantíos de enervantes, acordaron ayer los gobiernos de México y Estados Unidos.

Como resultado de los trabajos de la 16 reunión de la Comisión Binacional, las partes determinaron "reducir la flota de helicópteros UH-1H de 73 a 20, y mejorar la calidad y cantidad del intercambio de información sobre actividades ilícitas de tráfico aéreo y marítimo de drogas", informó la Secretaría de Relaciones Exteriores.

El gobierno mexicano ya hizo las previsiones necesarias para sustituir los 53 helicópteros que serán retirados del servicio por otro tipo de aeronaves de reconocimiento, agregó.

El subsecretario de Relaciones Exteriores para América del Norte, Juan Rebolledo Gout, explicó a la prensa que las autoridades mexicanas comprarán helicópteros nuevos para destinarlos a la guerra contra las drogas. Por ahora realizan el inventario de las naves que adquirirán en Estados Unidos.

Del retiro o devolución de 52 Huey, el funcionario dijo que los 20 helicópteros que permanecerán en México serán totalmente reacondicionados. "Quedarán como nuevos y los gastos de la renovación correrán a cargo del gobierno de Washington". Una vez que estén listos para volar, el costo de mantenimiento estará a cargo de las autoridades mexicanas, agregó.

Entre 1996 y 1997, el Departamento de Defensa de Estados Unidos donó a la Secretaría de la Defensa Nacional una flotilla de 73 helicópteros Huey para destinarlos a la lucha contra el narcotráfico. De inmediato, las naves utilizadas en la guerra de Vietnam causaron problemas a las autoridades mexicanas. Uno de los aparatos se desplomó y quedó inservible. El resto tenía un promedio de vuelo de 15 horas al mes.

A finales de marzo de 1998, el Ejército Mexicano determinó que ya no volarían, a causa de fallas mecánicas "inexplicables". Las partes comenzaron una negociación a principios de 1999 para determinar el destino de los helicópteros donados por el Pentágono, misma que culminó en la reunión de la Comisión Binacional.

Antes del anuncio del retiro de los Huey, los periodistas preguntaron al director para América del Norte de la cancillería, embajador Miguel Ruiz Cabañas, si ya había un acuerdo para la reducción de la flotilla. El funcionario respondió: "No oigo, no oigo, soy de palo...". Un reportero le dijo que la pregunta era en serio. "Yo no sé. Yo nada más estuve dando vueltas por ahí", respondió el diplomático.

Durante la 16 reunión de la Comisión Binacional, los representantes de los gobiernos de México y Estados Unidos cerraron 10 acuerdos e instrumentos de colaboración, mismos que firmaron en la sesión plenaria realizada en las instalaciones de la cancillería. Además de la devolución de 52 helicópteros, las delegaciones modificaron el Acuerdo de La Paz para evitar el derrame de desechos tóxicos en la zona fronteriza.

Las partes intercambiaron una nota para establecer una moratoria a la demolición del puente fronterizo La Linda-Heath Canyon; determinaron coordinar acciones para la instalación de un ducto de fibra óptica en el área Tijuana-San Diego; firmaron un acuerdo de protección contra incendios forestales y signaron un plan de contingencias para emergencias ambientales causadas por fugas, derrames, incendios o explosión de sustancias peligrosas en la franja fronteriza.

Asimismo, redactaron un memorándum de cooperación en epidemiología; modificaron un instrumento de apoyo en la prevención y control de tuberculosis; llegaron a un acuerdo para la cooperación en materia de vivienda, y la parte nacional depositó el instrumento de adhesión de México a la Convención para el Establecimiento de la Comisión Interamericana del Atún Tropical.

En materia de migración, avanzaron el tema de protección de los derechos humanos de los migrantes en Estados Unidos. En relación con los casos de violencia en contra de los connacionales, presentaron los nombres de los funcionarios que realizarán las pesquisas de estos hechos, y aceptaron la publicación de un informe conjunto sobre los incidentes de esta naturaleza en diciembre de 1998.

"Ambas delegaciones manifestaron su profunda preocupación por las muertes incidentales en la frontera y reiteraron su voluntad y compromiso políticos para instrumentar acciones efectivas dirigidas a erradicar este problema". En 1998, poco más de 300 migrantes mexicanos murieron en su intento por cruzar la frontera.


n Son injustas: Reno


Debe EU aclarar las acusaciones contra Sáenz y Hank: Green

David Aponte n El gobierno de México presentó el miércoles pasado una nota diplomática al Departamento de Estado de Estados Unidos, para solicitar que Washington aclare o desmienta "públicamente" las versiones periodísticas que vinculan a la familia Hank y a Liébano Sáenz, secretario particular del Presidente de la República, con el tráfico de drogas, informó ayer la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Rosario Green Macías.

Al respecto, la procuradora estadunidense, Janet Reno, dijo que no conocía evidencia alguna que permita concluir que existen relaciones entre Liébano Sáenz y el narcotráfico.

Los informes publicados el miércoles en los diarios estadunidenses The New York Times y The Washington Post sobre los presuntos nexos de funcionarios y ex funcionarios mexicanos con el narcotráfico acapararon la atención de los periodistas en la conferencia de prensa ofrecida por la canciller Green y la procuradora Reno, al concluir la 16 reunión de la Comisión Binacional México-Estados Unidos.

La responsable de la política exterior de México dijo delante de Reno que la embajada mexicana en Washington presentó al Departamento de Estado una nota diplomática para solicitar informes respecto "a las últimas cosas que hemos estado leyendo en los medios (para que) se aclare y si no, que públicamente también se desmienta".

--Quisiéramos saber si la nota diplomática que se envió a Washington requiriendo información sobre los casos en que se involucra a funcionarios mexicanos se refiere tanto a Liébano Sáenz a Hank González

--Se refiere a la necesidad de que cuando haya una información que se maneje en los medios de comunicación y que se atribuya a fuentes estadunidenses, el gobierno de ese país certifique o cancele esta información, que no deje que se quede flotando en el aire y creando especulaciones innecesarias que dañan el buen nombre de dos personas, respondió Green en forma airada.

La procuradora Reno calificó de "sencillamente incorrectos" los informes publicados por los diarios estadunidenses.

"Yo tengo completa confianza en el procurador general de México, Jorge Madrazo. El y yo tenemos comunicación completa regularmente. Nos telefoneamos, intercambiamos información y tengo plena confianza en la forma en que él maneja los asuntos".

De acuerdo con información del embajador de Estados Unidos en México, Jeffrey Davidow, el Departamento de Justicia investiga quién filtró a la prensa el "análisis" que vincula a la familia de Carlos Hank González con el tráfico ilícito de estupefacientes. El documento de marras no refleja la posición del gobierno de Washington y fue elaborado con informes de la