n Mishima no fue su amigo, sino su maestro, dice


En el teatro lo visible sólo sirve para mostrar lo invisible: Oida

Carlos Paul n En el teatro, el espectador tiene que descubrir, detrás de lo que ve, algo invisible que no existe en la vida ordinaria. Y lo invisible no debe mostrarse directamente, sino con una representación visible. Tal es el principio que Yo-shi Oida cultiva y explora en su trabajo como actor.

Considerado uno de los artistas japoneses que encarna la síntesis de tradición y vanguardia teatral, y la conjunción entre investigación y profundo conocimiento del oficio, Oida ofrecerá -como parte del segundo Encuentro Internacional de Teatro del Cuerpo-, por primera vez en México, su espectáculo unipersonal, basado en textos budistas chinos de los siglos XI al XIII. Interrogaciones, palabras de los maestros zen, acompañado por el músico alemán Wolf-Dieter Truestedt, así como una charla abierta sobre su trabajo escénico en el teatro El Granero (La Jornada, 4 de junio).

Yoshi Oida proviene de un Japón donde todo es formal y repetición de la tradición establecida. Cuando conoció en 1968 a Peter Brook, éste estaba comenzando su rompimiento con el pasado para encontrar algo a cambio, "pero Peter no decía qué", entonces el actor tenía que encontrarlo por su propios medios, pero no usando las técnicas que había estudiado, por lo que en ese tiempo se "encontraba totalmente en el desierto, donde tenía que caminar si quería encontrar algo".

Yoshi sostiene que carece de importancia si la forma teatral es occidental o japonesa, "lo que importa es la verdad interna del ser humano".

En la forma tradicional japonesa, agrega quien fuera discípulo de Yukio Mishima, "si uno no piensa en el contenido interno, nada más es una forma, y no significa nada; en el teatro europeo es igual: cuando uno encuentra esa verdad interna, que no puede ser trasformada en una forma, tampoco significa nada. Por lo tanto, lo necesario para comunicar es una forma y un contenido; entonces, es cuando aparece algo. No hay que olvidar ninguno de los dos lados. La forma no significa tradición, pues cada artista nuevo debe de encontrar una forma nueva".

Lo que busca en la actuación son las verdades del ser humano

-ƑCómo combina su trabajo espiritual con el del actor?

-La espiritualidad no es algo especial, todos tienen un espíritu. No hay que pensar en lo espiritual, porque si uno empieza a pensar en eso, se vuelve una forma de la religión, ya sea budismo o cristianismo. Lo que yo busco no es eso, sino las verdades del ser humano. Uno puede establecer una relación espiritual entre el actor y el espectador. No se tiene que hablar de espiritualidad en la representación, sino tratar de encontrar qué clase de ser humano eres o qué es el ser humano dentro de determinada forma (teatral).

-ƑCómo fue su relación con Yukio Mishima?

-Mishima no fue mi amigo. Fue mi maestro. En toda su vida sólo una vez dirigió teatro moderno, Salomé, de Oscar Wilde. El me escogió para actuar el papel del joven soldado, por lo que algunas veces cené con él. El teatro era su hobby; su vida entera era la literatura. Nunca discutimos en profundidad el teatro, pero sí recuerdo una declaración de Mishima que decía que el actor tiene que tener otro sexo dentro de sí mismo. Si es un actor hombre, debe tener una mujer dentro; si es una actriz debe tener un carácter masculino; de esta manera puedes verte objetivamente a ti mismo. Si el actor tiene el ojo de una mujer dentro, entonces puede interpretar a un hombre; y para las actrices es lo mismo, quienes así podrían entender el encanto de las mujeres.

"Aunque esto para mí ya no resulta un tema interesante, sino un bello recuerdo. En el teatro Noh se dice que uno debe tener un ojo fuera de sí, para que cualquier cosa que uno haga la vea desde el exterior, lo cual es bastante similar a la posición que sostenía Mishima. Para mí, no es un problema de sexualidad".

-ƑCuál es el propósito en sus representaciones?

-Se trata de saber qué es lo visible y qué lo invisible. Si es una gran pintura, detrás de las formas y colores uno puede ver algo más, pero si uno no puede ver algo más detrás de una imagen, entonces no es una gran pintura. Lo importante en algo que es visible es que el público pueda ver lo que hay detrás, lo invisible, entonces es una obra de arte. En el teatro el espectador tiene que descubrir, mediante lo que ve, algo que no hay en la vida ordinaria. Tiene que ver algo invisible, que no pertenezca a la vida diaria, lo cuál es muy diferente a la metafísica, a lo espiritual, a lo político o a lo que sea. Lo invisible no se debe mostrar directamente, sino a través de una representación visible. Por ejemplo, si tu dedo esta apuntando hacía la Luna, el público piensa que es un bello movimiento y en ese instante ve la Luna. El actor mostró algo que en realidad no existe. Como actor tiene que saber cómo movió su dedo, porque si el espectador sólo vio un bello movimiento, entonces no es un buen actor.

"Sin embargo, lo que yo digo, hasta ahora, son cosas ideales; lo que intento con mi espectáculo Interrogaciones... es que la gente sienta una limpieza dentro de sí, lo cual es la ambición y la maravilla del actor, cuyo trabajo es encontrar la belleza y el misterio del ser humano".

-ƑCómo ha sido su trabajo como actor de cine?

-En el cine uno da sus mejores materiales al director mediante la actuación, y él hace una obra de arte. En el teatro, cuando actúo, intento que sea como los fuegos artificiales. El actor tiene que hacer que algo suceda enfrente del público, algo que nunca ha pasado antes y nunca pasará después. Por supuesto, en el teatro y en el cine uno representa a un personaje, pero en el teatro, a través del carácter, uno tiene que saber cómo hacer para que suceda algo parecido a los fuegos artificiales.

-ƑQué función tiene el teatro al finalizar el siglo?

-La función social del teatro es muy débil. Es triste pero así es. Sin embargo, pienso que algo muy pequeño se vuelve mejor o algo cobra vida. Aunque cada vez las cosas son peores, Ƒy yo qué puedo hacer?

-ƑQué es lo que enseña en sus talleres?

-No estoy enseñando, me gusta pensar con los actores y los directores qué es el cuerpo y la voz; tratar de buscar el significado de ambos; ya que uno no puede dividir el cuerpo de la energía interior. Entonces, en vez de tener una discusión intelectual para entender esto, hablamos acerca del cuerpo para entender lo que está detrás de él; no hay un mensaje claro, sino una búsqueda. Todo el mundo tiene muchos pensamientos, quiere ser exitoso o muy bueno, pero todos tienen el deseo de la libertad. Si uno deja a un lado las ambiciones y las preocupaciones, uno puede ser libre, pero lograrlo es muy difícil. Más que un trabajo psicológico se trata de conjugar la emoción, el pensamiento y el cuerpo. Se trabaja con el cuerpo para liberar al cuerpo, y como es inseparable del pensamiento, entonces éste también será libre.

Entre los próximos trabajos de Yoshi Oida se encuentra uno con Peter Brook sobre el sufismo africano, en el que representará a un maestro sufi. En Gran Bretaña escenificará El Ruiseñor, de Stravinski, y en Berlín, con tres bailarines africanos, montará un espectáculo basado en Las criadas, de Jean Genet.