Ignacio López Tarso: con el dinero de Titanic haríamos películas 100 años
Brutal, la competencia con el cine de EU
Luis Humberto González n Actor de más de 100 obras de teatro y con 50 películas filmadas en su currículum, Ignacio López Tarso habla del cine y el espectáculo actual. Al ex diputado y dirigente de la Anda se le recuerda más como Macario, aprendiz de brujo y sabedor de la muerte, o como aquel mudo y vagabundo en El hombre de papel, que con un billete de 10 mil pesos hace un repaso por la envidia y el sueño. También nuestros tíos se acuerdan de él contando corridos, aquellos raps de mediados de siglo.
Propotipo del actor mexicano, López Tarso concede la entrevista alisando sus canosos bigotes zapatistas y con las señas que los pliegues de sus ojeras muestran de un señor ortodoxo, con ese aire de personaje ranchero. En el camerino responde: "El atractivo de la carrera de actor es encontrarse con muchos personajes. El actor llega a su camerino y empieza a reconstruir su personaje de ese día, luego sale a escena y parece que todos los días se repite lo mismo. En más de 50 funciones vemos las mismas caras y somos los mismos en escena. Vamos a los mismos lugares. No hay posibilidad de inventar cosas. Por ejemplo, que en el escenario se me ocurriera irme a la derecha en vez de a la izquierda. šFriego a todo mundo! Toda la armazón de los demás actores en escena se trastocaría. Todos los días, con la misma disciplina, hay que hacer lo mismo como si fuera nuevo, si no el público también lo notaría... Dirían: no, éstos ya tienen mucho tiempo con la obra. Ya se la saben de memoria. Ya no sienten. Ya no dicen nada. ƑPara qué venir?... No, el chiste es hacerlo muchas veces como si fuera la primera vez. Todos los días, con su personaje el actor debe hacer un trabajo emotivo, intelectual, mental. Debe renovarse".
--Se dice que el teatro mexicano está en crisis, lo mismo que nuestro país; las salas no se ven llenas, pero el público sigue asistiendo al teatro. ƑQué piensa de esto?
--El público asiste menos. Al teatro lo afecta todo, Ƒverdad? Cuando llueve o hace frío o calor. Cuando no hay dinero; cuando hay temor en las calles. Todo afecta al espectáculo. Asiste menos porque el problema económico y la inseguridad es grave. La gente no quiere salir de sus casas y los que salen son unos verdaderos héroes. Salir por la noche en esta ciudad es arriesgar la vida. A todo mundo asaltan y roban, por más que digan que el problema de la inseguridad ya se solucionó. No hay dinero y los que tienen algo, pues vienen al teatro. Son menos que antes. La temporada de martes a domingo que siempre se hacía ya no existe. Ahora es de jueves a domingo. De todos modos, uno ve la cartelera de teatro en los periódicos y hay 60 o 70 teatros abiertos. Y, más o menos, todos viven. No hay grandes éxitos, aunque hay obras que tienen ocho o diez años de representación constante. Y para que el público asista lo suficiente, para que 60 teatros vivan a la semana, en una ciudad de 20 millones de habitantes, quiere decir que el público hace un esfuerzo. Ojalá la situación mejore para que el teatro mejore.
--Sin duda usted ha vivido etapas en la vida de México en que la gente asistía al teatro sin temor a tanta violencia. Luego se iba a cenar. ƑCómo eran esos buenos tiempos?
--Sí, recuerdo a un México mucho más seguro, más teatral. Eran los años sesenta o setenta, cuando el Seguro Social hizo aquella gran temporada de teatro clásico. La respuesta del público fue evidente. Se construyeron muchos teatros. Ahora, una buena entrada a un teatro es de 200 o 300 personas, cuando al teatro le caben 800. Lo ideal es que en cada función el teatro se llenara. Eso sería un éxito, como fue el teatro en México en otras épocas.
--ƑQué está pasando con el cine mexicano? Tal parece que se hace cine efímero, de consúmase y olvídese. Es decir, para sentirnos a gusto con una película mexicana tenemos que volver al llamado cine de la época de oro, el de Buñuel, Indio Fernández, con esos grandes actores como Pedro Armendáriz, Jorge Negrete, Dolores del Río, y usted, entre otros. ƑQué pasa con el cine mexicano?
--Bueno, primero ya se murieron Buñuel, Gavaldón, Pedro Armendáriz, Pedro Infante, las grandes estrellas de entonces. Ese cine que dices no tenía la competencia brutal que tiene ahora con el cine estadunidense, que abarca todo. Que absorbe todo. Imagínate 200 millones de dólares para una sola producción como Titanic. Con ese dinero se harían los próximos cien años del cine mexicano. No tenemos ese dinero. Ellos lo tienen y hacen cine por todas partes del mundo. Y lo que le pasa al cine mexicano le pasa al argentino, francés, español, inglés, italiano, a todo mundo.
--ƑSólo es falta de recursos económicos?
--No, es la apabullante competencia de EU que acaba con todo. Aparte de imponer su Coca-cola y su Mac Donalds, tienen el mundo cubierto. Hasta en los países más pobres llegan las grandes producciones del cine estadunidense. Nadie puede competir con ellos. Claro, además de que nuestra situación económica es lamentable. Eso es lo que le pasa al cine mexicano.
--ƑNo piensa hacer más representaciones con sus corridos mexicanos?
--No tengo tiempo. Ya la compañía se ha desentendido para con los corridos porque ya no colaboro, según ellos... Y tienen razón. Ellos quieren que haga lo que hacía antes: giras con los corridos patrocinados por la CBS u otra compañía. Ya no puedo. Estoy atado a México en la televisión y el teatro.