El 10 de junio, en concierto en el teatro Metropólitan
Diamanda: soy mujer, hombre, homosexual, bruja y serpiente
En el teatro Metropólitan, el próximo 10 de junio, se presenta Diamanda Galás con su más reciente producción, Malediction and Prayer/Concert for the Damned. Hoy, el Circo Volador, desde las 20:00 horas, presenta un tributo a la artista con una lectura de El círculo de los narradores malditos y la proyección del video Diamanda Galás en Nueva York, el cual muestra material de su discografía, performances y representaciones escénicas.
A pesar de que a la cantante se le ha ligado a los movimientos dark y gótico, es, por mucho, una artista de vanguardia. Poseedora de una voz en el rango de las tres y media octavas y una necesidad de estremecer a los moralmente indiferentes, es casi imposible describir su trabajo: gruñidos guturales y palabras en múltiples lenguajes, ópera y cantos fúnebres, gritos primarios y ecos electroacústicos. No es una sola voz, son distintos estados mentales que fluyen en lo que ella llama la voz intravenal: de lo simbolista a lo dadaísta, de la forma a la antiforma, de la metáfora al metónimo, del propósito al juego, de la paranoia... a la esquizofrenia: "Mi voz es una inspiración para mis aliados y un vehículo de destrucción para mis enemigos, un instrumento de la verdad".
"A quienes me preguntan 'Ƒcómo te sientes en el escenario?', les respondo: "Me siento una mujer, un hombre, un negro, una lesbiana, un homosexual, una bruja, una serpiente, un vampiro, štodo! No me satisface un solo ser, šes tan limitado! Por otra parte, Ƒcuántos hombres pueden sentirse así? Esa es la ventaja de ser una mujer o un homosexual".
Tan diverso como su arte, lo es la lista de los artistas y grupos con que ha trabajado: Iannis Xennakis, Jim French, Erasure, Barry Adamson, Hal Wilner, Rhythm & Noise, Blake Babies, Fm Einheit, John Zorn, Recoil, Peter Kowold, Test Departament, Granular Synthesis, Kronos Quartet, Wes Craven, Francis Ford Coppola, Clive Barker, W.S. Burroughs, entre otros.
A pesar de ser una artista tiene un profundo conocimiento de la mecánica corporal, pues sus primeros estudios universitarios iban enfocados hacia esa dirección: bioquímica, neuroquímica, inmunología, hematología y psicología. Durante esos años conoció aspectos de la realidad que fácilmente pueden ser identificados como parte de su respaldo cultural en cada una de sus actuaciones: "Máquinas de aislamiento sensorial, confinamientos solitarios, LSD, gritos primarios, sadomasoquismo, baños de agua helada. Estábamos impregnados del marqués de Sade, de Lautremont, de Artaud, de Nietszche y de Skinner. No eran sólo palabras, pasé de ser una mujer griega ortodoxa a ser una enferma mental extrema en sólo un año".
Y no sólo fue estudiante, incluso hubo una época en que fue prostituta, porque "quería ser capaz de caminar por la calle en la peor parte de la ciudad y portar una maldita navaja, saber que era mi calle, nuestra calle, no su calle".
"Durante mi trabajo como prostituta fui violada cuatro veces. Olvídense de ir a la Corte; y sé de corazón que el antiguo principio de venganza personal es la única forma en que se satisface toda rabia. Es la esencia de la cultura griega, es teatro, es música. Nada de eso hubiese existido sin la idea de venganza".
Diamanda es hostil hacia el acto de la procreación, porque considera que una mujer no debe ser definida como tal únicamente al reproducirse, en 1985 fue ligada por su voluntad. "El médico me preguntó: 'ƑQuiere que le ligue los ovarios o que los corte?'. Y yo le dije šQuémelos!".
Ella dejó todo esto detrás por la música, después de una larga temporada en instituciones psiquiátricas como paciente y estudiante. Una vez vio una película sobre Hendrix. "En ese momento decidí que mi trabajo no consiste en estudiar bioquímica, sino hacer arder un escenario".
Así que estudió seriamente un amplio rango de formas musicales y arte interpretativo y visual. Después de graduarse hizo presentaciones donde incluyó hospitales psiquiátricos; este trabajo la condujo a Europa, donde realizó su primera actuación para un auditorio, en el Festival d'Avignon en Francia, 1979. El compositor Vonko Globakar la invitó a interpretar un papel principal en la ópera Un Jour Comme un Autre, que fue llevada a Francia, Italia, Estados Unidos y México, entre 1979 y 1982.
Poco después aparece su primer LP, The Litanies of Satan, entonces tuvo la experiencia para iniciar el proyecto que la conducirá a realizar el trabajo que definirá su vida: Plague Mass, una obra definitiva y única acerca del sida que fluye a través de toda su discografía posterior: Masque of Red Death (Divine Punishment y Saint of the Pit), You Must be Certain of the Devil, Plague Mass, The Singer, Vena Cava, The Sporting Life, Schrei X y Malediction and Prayer. El sida es la musa de Diamanda Galás; de esta enfermedad muere su hermano Philip-Dimitri en 1985, poco después de que ella había terminado la segunda parte de Maque of Red Death. "El sida no es una pesadilla, es la pesadilla hecha carne. Es el horror que está aquí para quedarse. No es un sueño del que puedan despertar los enfermos una mañana. Es una guerra espiritual... veo a la gente enferma de sida siendo crucificada por una sociedad de cobardes, como si un enfermo fuese un criminal que debiera ser cazado".
En las falanges de su mano izquierda tiene tatuada la frase WE ARE ALL HIV+, como un intento de la toma de conciencia como especie de que: "si uno de nosotros está enfermo de sida, entonces todos los estamos". Ella no tiene sida, pero sí hepatitis C. Su cuerpo se ha deteriorado, su visión se ha limitado a 20/2000 (es legalmente ciega) y no puede soportar muy bien la luz, y la técnica vocal que usa es tan compleja que "una ligera pérdida de la disciplina y el control podría provocar una hemorragia en mis cuerdas vocales".
Naturalmente, Diamanda es constantemente malinterpretada. En Berlín se acercó a ella un grupo de mujeres que le rogaron: "Por favor, Diamanda, ya graba otro disco para que podamos escucharlo cuando hacemos brujería, nos inyectamos speed y hacemos pactos con el diablo". Su rostro aparece regularmente en un programa de la Christian Broadcast Nertwork, Hell's Vells, donde la ponen de ejemplo de la influencia de Satán en la cultura actual. "Satán significa opositor, en el Antiguo Testamento es siempre percibido como el enemigo de la sociedad, alguien separado de ésta por elección o por su raza o cualquier otra causa. Sólo soy satánica en ese sentido. Todos los textos de Malediction and Prayer dan voz a aquellos a los que se les exige se entierren a sí mismos vivos, hombres y mujeres, a los que se desea muertos, invisibles, lejos, y que se niegan a hacerlo. La agonía inherente a oda opositor...". Bienvenida, nuevamente, Diamanda Galás.
(Sergio Santiago Madariaga
y Jorge Caballero)