La Garufa, restaurante abierto a propuestas culinarias
Salvador Castro n En un barrio capitalino caracterizado por la reciente proliferación de restaurantes con terrazas es notorio el triángulo de Las Bermudas, espacio entre las calles de Tamaulipas, Michoacán y Vicente Suárez, en la colonia Condesa. La tentación de comer en esta zona pasa inevitablemente por El Zorzal, La Fonda Garufa y Mamá Rosas, pero existe más de una decena de lugares donde internarse.
Hace siete años La Fonda Garufa sentó el precedente de ofrecer una cocina de gusto muy general, basada en pastas y carnes a la parrilla, con la dirección de Fernando Ocampo y Ramiro Ruiz. El proyecto, que inició con una estufa casera Mabe, una freidora, un refrigerador de cervezas y un gran entusiasmo, fue tomando forma con un marcado ambiente informal, ligero.
Hoy, Garufa es un lugar de excepción que ha logrado conjuntar gastronomía, arte y cultura del vino, lo que ha creado un concepto de restaurante, galería y cava, que también puede visitarse en la internet, en la dirección www.garufa.com. En esa página se encuentran las recetas de todos los platillos del menú, una descripción de los vinos y la obra de los artistas que han sido invitados.
La pasta es el centro de las propuestas con inspiraciones diversas que posibilitan el juego de especias, corrientes migratorias y sabores, pues en relación con la pasta no hay un acuerdo acerca de su origen. Probablemente se creó en China, pero no fue Marco Polo, sino los árabes quienes, cuando la conocieron en Persia, la llevaron a Sicilia y desde allí se introdujo su consumo en Occidente.
No es extraño que en el menú del restaurante esté incluido un fettuccini hindú, con pollo en salsa de semilla de cilantro, jengibre, yoghurt, cebolla y un toque de chile piquín, servido sobre una cama de cilantro.
Vale destacar los capítulos de "especiales de la semana", "especiales del mes" y "vino de la semana".
La culinaria es compartida con la exposición Los caprichos de Gurrola, una serie de dibujos a tinta china para cerrar el milenio, como se lee en el menú, acerca de "la mujer como forma total, la hiperconciencia permanente del potencial de su voluptuosidad seductora". De nuevo, Juan José Gurrola se muestra provocador y lúdico, lo que se festeja cuando entre copa y plato se asoman esas formas femeninas semidesnudas, cubiertas de espagueti.
Fernando Ocampo, uno de los directores de la fonda, define así a la Garufa: "Un restaurante en movimiento que expresa los cambios de la ciudad de México, muy dinámica, cosmopolita, abierta a las propuestas comestibles y políticas de los tiempos que corren".
Fonda Garufa, Michoacán 98-1, colonia Condesa, teléfono (5) 286-8295. Abierto todos los días de las 13:30 a las 24:00 horas. El plato más barato cuesta 12 pesos, el más caro 135; los vinos de 100 a 320 pesos.