Iván Restrepo
Un centenario de contaminación
ƑSerá verdad que Coahuila es un ejemplo de protección del ambiente y los recursos naturales? Si nos atenemos a la publicidad del gobierno de dicha entidad lo es, y en demasía, ante los desastres en otras partes del país. Coahuila cuenta con una nueva y avanzada ley estatal sobre la materia y el programa de educación ambiental más exitoso de México.
También tiene un ordenamiento ecológico sustentado en un sistema de información geográfica ambiental, posee más de 300 mil hectáreas naturales protegidas, una amplia participación social en asuntos relacionados con el medio, mientras la prevención y control de la contaminación es envidiable. Con todo orgullo, el gobierno local sostiene que un "Coahuila limpio es su compromiso".
Por fin, un estado donde venciendo dificultades y carencias, se hacen bien las cosas, se protege la salud de la población y el patrimonio natural.
Mas no falta el negrito en el arroz, pequeñísimos problemas sin resolver que empañan el mejor de los mundos posibles. Ese negrito se localiza en Torreón y hoy es destacado por los medios y los especialistas del mundo.
Seguramente al gobernador y a sus colaboradores más cercanos les ocultaron la grave situación creada por el funcionamiento de una de las empresas fundidoras más importantes de América Latina, Peñoles, perteneciente a uno de los grupos económicos más infuyentes del país.
Vaya usted a saber los motivos por los cuales el gobierno de Coahuila, las autoridades federales del ambiente, la salud y el trabajo, no se dieron cuenta oportunamente que Peñoles es, desde hace décadas, una peligrosa fuente de contaminación por plomo. Que son miles los niños afectados en su salud por ese metal, reconocido por los daños irreversibles que puede causar al sistema cerebral y al crecimiento físico, así como a las mujeres en edad reproductiva.
Solamente alguien con propósitos muy maléficos ocultó a los funcionarios lo que le pasaba, y le sigue ocurriendo, a la gente que vive alrededor de la factoría o trabaja en ella. De la amenaza que representa la montaña de desechos depositados al aire libre en terrenos de Peñoles, de la contaminación de los mantos acuíferos y del suelo. Porque resulta imposible que al supervisar dicho centro de trabajo, al medir sus emanaciones a la atmósfera y la disposición de sus desechos, el más ciego inspector no descubriera las irregularidades y las violaciones a las normas ambientales. En igual sentido, que las autoridades desconocieran los estudios donde desde los años setenta se revelaba la presencia de plomo en la gente y en la zona.
Pero estoy juzgando un asunto que, por lo visto, sucede en otro planeta.
Peñoles es una empresa ejemplar. Si no miente en su desplegado aparecido en la prensa el pasado 17 de mayo, desde hace tres décadas realiza todas las acciones y las inversiones necesarias para "corregir la dispersión de gases y polvos asociados con contenidos de plomo que pudieran causar daños a la salud". Al grado que los redujo a niveles que no son peligrosos.
Además, ha colaborado siempre con las autoridades estatales y federales en su tarea de monitorear los niveles de dicho metal en la sangre de quienes podrán estar más expuestos a un riesgo "por la acumulación histórica de polvos". En fin, en su desplegado, la empresa llama a emprender un esfuerzo adicional "para generar una nueva cultura que nos eduque a todos para proteger la salud de la población".
Después de éstos y otros argumentos que no incluyo por falta de espacio, resulta que la culpa de lo que pasa en Torreón es de la gente. ƑCómo se les ocurre vivir cerca de las instalaciones de dicha empresa o trabajar en ella? ƑCómo se atreven a respirar si pueden enfermarse? Seguramente lo hacen para hacer quedar mal al gobierno municipal, al estatal y al federal, empeñados en defender la calidad de vida de la población, y para atacar a una empresa "ejemplar": lleva cien años contaminando impunemente. Nos gustaría saber quiénes integrarán el comité de honor de los festejos de este centenario de la contaminación. El presidente honorario tendrá que ser por fuerza el gobernador de Coahuila.
Mientras las evidencias muestran uno de los casos más patéticos de irresponsabilidad gubernamental e industrial, la opinión pública se pregunta, Ƒdónde está el secretario de Salud, tan afecto a dar siempre buenas noticias? ƑDonde la maestra Julia Carabias y sus cercanos colaboradores, cómplices en las irregularidades que afectan a miles de personas en Torreón? ƑActuarían los funcionarios y los empresarios con tanta irresponsabilidad si vivieran con sus familias cerca de Peñoles?