n Policía y Ejército sólo buscan provocaciones y enfrentamientos: indígenas
Más incursiones en tres comunidades chiapanecas
Elio Henríquez, corresponsal, San Cristóbal de las Casas, Chis., 7 de junio n Indígenas del municipio de Chenalhó informaron que unos 200 elementos de las policías estatal y federal y del Ejército Mexicano realizaron incursiones en las comunidades de Saclum, Atzamiló y Santa Martha "con el pretexto de buscar plantíos de mariguana".
En un comunicado de prensa explicaron que las incursiones, ocurridas los días 3 y 4 de junio, provocaron temor entre sus habitantes, pues los uniformados "siempre llegan agresivamente y bien armados".
Dijeron que hace unos tres meses en esas mismas localidades se realizaron operativos policiaco-militares "con el mismo pretexto de buscar droga, pero sabemos que esa vez dejaron plantíos de mariguana sin destruir para volver a entrar".
Aseguraron que su queja "no es para proteger a los priístas que siembran la droga, sino para denunciar los atropellos del gobierno".
Los indígenas manifestaron que las incursiones de la policía y el Ejército "sólo buscan provocaciones o enfrentamientos con las comunidades pobres", y acusaron a los agentes estatales y federales de ser "los que apoyan a los mariguaneros y permiten la siembra la droga".
Por otra parte, la organización indígena Xi'Nich ųcon presencia en Ocosingo, Palenque y Chilónų exigió a los gobiernos federal y estatal el "cese de los operativos policiaco-militares, que se intensificaron a partir de mayo en la selva y los Altos de Chiapas, donde hostigan y siembran el miedo entre la población".
La agrupación ųcuyo coordinador, Manuel Pérez Constantino, y Jesús Hernández Gutiérrez, fueron "detenidos ilegalmente" la semana pasada por priístas en los límites de Ocosingo y Palenqueų exigió también el "fin de los programas y recursos gubernamentales que no solucionan de raíz los verdaderos problemas de pobreza en el estado ni las profundas causas del levantamiento indígena de 1994".
En un comunicado de prensa, la Xi'Nich aseguró que los programas y los recursos oficiales "son utilizados en Chiapas como parte de la lucha contrainsurgente y plataforma de apoyo al candidato oficial a la Presidencia de la República, y dejan como único saldo el desgaste y la división en nuestras comunidades".
n Ruiz: la relación diócesis-gobierno, sin cambios
Deteriorada, la situación política en Chiapas, pero hay esperanzas
Elio Henríquez, corresponsal /II y última, San Cristóbal de las Casas, Chis., 7 de junio n Para Samuel Ruiz García, al cumplirse hoy un año de la disolución de la Comisión Nacional de Intermediación (Conai), la situación política en Chiapas "se ha deteriorado", pero a la vez hay "luces y esperanzas con el incremento de la solidaridad nacional e internacional".
Asegura que la desaparición de la Conai ųacción que estuvo precedida de una campaña gubernamental en la cual incluso el presidente Ernesto Zedillo lo llamó a él "profeta de la violencia"ų no ha provocado ningún cambio en la relación entre su diócesis y el gobierno federal. En México, agrega, se vive "la contradicción entre las estupendas leyes y su aplicación, que no siempre funciona bien".
En entrevista, el obispo de San Cristóbal considera que la postergación del diálogo entre el gobierno y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) ųsuspendido desde septiembre de 1996ų "tiene la ventaja de que los cambios tendrán que ser más profundos que los que se hubieran hecho en una etapa anterior, menos compleja, pues ahora se ven más abundantemente las causas del conflicto.
"En ese proceso de paz los cambios no van a ser superficiales, tienen que ser mucho más profundos que en la primera etapa; en una etapa muy tranquila hubiera habido cambios menos densos y profundos de los que hoy en día son necesarios, y en ese sentido hay una ventaja en la postergación de esa situación porque se llegará mucho más hondo, se percibe más profundamente el fenómeno, se ven más abundantemente las causas y devienen por tanto los cambios que son necesarios, y eso con implicaciones también hacia el macrosistema", opina el prelado.
ųDon Samuel, a un año de la desaparición de la Conai, Ƒcómo ve la situación en Chiapas?
ųDepende de qué lentes te pongas: si te pones unos oscuros, la vez oscura; si usas unos lentes cristalinos, ves las cosas quizá con mayor objetividad. Quien quiera ver, y hay bases para ello, solamente un deterioro, diríamos que sí, y sí lo hay, y quien quiera ver señales de esperanza, también las hay, porque ha aumentado la profundidad en la comprensión del fenómeno en cada vez un más extenso número de capas sociales, con una solidaridad que a veces es indisciplinada o no tiene cauces adecuados; pero no podemos decir que hoy sucedan cosas en las que se diga 'a mí qué me importa', sino que se aglutinan grupos sociales para la defensa de determinadas situaciones.
"Lo que sucedió en la consulta zapatista del 21 de marzo pasado ųabundaų nos hace ver que hay respuestas solidarias, aunque no son tan aparatosas como antes, pero existen ahí, consistentemente, pues el conflicto chiapaneco es conocido internacionalmente a pesar de otras situaciones que se dan en latitudes europeas, como la guerra en Yugoslavia."
ųƑLa desaparición de la Conai provocó algún cambio en la relación entre el gobierno y la diócesis?
ųNo, estamos en la misma situación. Se puede decir que la visualización que se tenía antes sigue siendo la misma desde el momento en que una acción pastoral tiene al indígena, mayoritario en esta diócesis, considerado, y es a él al que se le quiere tener controlado. Esa relación no cambia, continúa ahí; nuestra acción pastoral va dirigida hacia el indígena como el pobre entre los pobres.
ųƑY cuál es la relación actualmente entre la diócesis y el gobierno?
ųNo ha cambiado. Hay unas leyes con las cuales supuestamente nos estamos regulando; esa relación jurídica sigue allá. Pero siempre hemos vivido la contradicción entre las leyes y su aplicación, en todos los ámbitos; tenemos estupendas leyes, el asunto es que en la aplicación no siempre funcionan bien. Así, no nos podemos quejar de que haya libertad religiosa y al mismo tiempo negación de la misma ųconcluye el obispo, a quien acompañaron en la Conai, como titulares, Eraclio Zepeda (sólo un breve lapso en la primera etapa), Juan Bañuelos, Oscar Oliva, Raymundo Sánchez Barraza, Alberto Székely, Concepción Calvillo, Juana María de García Robles y Pablo González Casanova.