n Detenidos, dos presuntos implicados en el asesinato del conductor de Tv


Ejecutan a Francisco Stanley

n Venganza o ajuste de cuentas, líneas de investigación n Los hechos, en Periférico Sur

Elia Baltazar n Un comando armado ejecutó ayer al conductor de televisión Francisco Stanley, quien recibió cuatro impactos de bala en la cabeza cuando se encontraba a bordo de su camioneta, en el estacionamiento del restaurante El charco de las ranas, ubicado en Periférico Sur.

Nada pudieron hacer sus guardaespaldas Jorge García y Jorge Tamayo para responder al ataque, pues iban desarmados. Fueron los policías Isaías García Granados y Abraham Gerardo Delgadillo, tripulantes de la cuadrimoto 13603 de la Secretaría de Seguridad Pública, quienes se enfrentaron a balazos con los agresores, uno de los cuales resultó herido.

La venganza o el ajuste de cuentas son dos líneas de investigación que sigue la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, luego de que su titular, Samuel del Villar, descartara un intento de secuestro o robo. Se trató, dijo, de una acción criminal concertada.

policia-obstruye-stanley-jpg Al cierre de esta edición, en la agencia 50 del Ministerio Público se encontraban dos detenidos, Zenaido Roberto Flores y Mario Roberto Flores, padre e hijo, respectivamente, señalados como presuntos responsables del atentado, quienes fueron detenidos por agentes de la Policía Judicial en la colonia Morelos, a bordo de un Jetta gris, placas 578KGG, y conducidos a esa agencia, en Arcos de Belén, donde se integra la averiguación previa 24/2736/99-06.

La agresión ocurrió a las 12:05 de la mañana, hora en que los efectivos de la SSP reportaron el incidente, en el que también murió un cliente del restaurante, Juan Manuel de Jesús Núñez, quien en el momento de la balacera se disponía a abordar su automóvil Topaz GLS, color azul, en compañía de su esposa Lourdes Hernández, quien resultó herida, lo mismo que el valet parking Pablo Hernández Pérez y el reportero de espectáculos y compañero de Stanley, Jorge Gil.

Testigos de los hechos, así como las primeras investigaciones de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, refieren que fueron entre tres y cuatro sujetos los que perpetraron el homicidio, aunque sólo uno disparó a quemarropa contra el locutor, quien se encontraba en el interior de su camioneta Lincoln negra, placas 482-KHK, en el asiento del lado derecho, pues al volante iba uno de sus escoltas, Jorge García, quien resultó ileso.

Jorge Tamayo, por su parte, se encontraba en las escalinatas del restaurante, en donde esperaba la salida de Mario Bezares, también parte del equipo de Stanley, y al hijo de éste.

A partir de los testimonios obtenidos de la gente que se encontraba en el perímetro de El charco de las ranas, sólo unos segundos transcurrieron a partir de que el principal agresor se acercó a la camioneta del lado del conductor y disparó contra Stanley, mientras otros dos lo cubrían desde un puente peatonal cercano al lugar, disparando contra la camioneta, que presentó impactos de lado izquierdo.

Cuando los matones huían, los patrulleros de la SSP se percataron de los hechos y comenzaron a disparar. Uno de los agresores fue herido y su rastro de sangre quedó en el paso del puente peatonal, donde también se encontraron uno lentes negros de plástico y balas sin utilizar. Los delincuentes huyeron a bordo de un Jetta de color gris, sin placas y con permiso de circulación, que sólo después de casi diez horas de búsqueda --en la que participaron las policías Judicial y Preventiva, así como de los agrupamientos de la SSP-- fue localizado en la colonia Morelos.

En el momento del ataque, en el asiento trasero de la camioneta se encontraba Jorge Gil, quien al escuchar el primer disparo se dio vuelta y se lanzó hacia atrás, por lo que recibió dos impactos de bala en las piernas, según reportes médicos del hospital Médica Sur, a donde fue trasladado por un helicóptero del Agrupamiento Cóndores, sólo después de haber sido trasladado por la ambulancia 36012 del ERUM al óvalo de San Jerónimo. Así ocurrió también con el joven de 30 años, quien murió en el hospital de Xoco, aproximadamente a las 14 horas, luego de haber llegado allí casi 20 minutos después de los hechos, según reportes de policías auxiliares apostados en la entrada del nosocomio.

Los primeros en comenzar la búsqueda del automóvil en el que huyeron los delincuentes fueron policías preventivos del sector Alvaro Obregón y motopatrulleros. El operativo fue coordinado por el subsecretario de Seguridad Pública, Gonzalo Adalid Mier.

Por su parte, agentes de la Policía Judicial llegaron al restaurante El charco de las ranas poco después de las 12:15 horas, encabezados por el director general de la PJ, Mauricio Tornero, acompañado de un equipo de peritaje --que inmediatamente acordonó el lugar-- y tres médicos forenses.

Según las investigaciones periciales de la PGJDF, fueron 24 los disparos que se hicieron contra la camioneta y cuatro de ellos contra Stanley, los cuales alcanzaron su rostro y cráneo, en donde se alojó una de las balas, mientras tres más lo atravesaron. Aunque los peritos informaron que las balas eran de tres tipos de calibre, la mayoría de los casquillos eran .40, que corresponde a armas cortas de alto calibre o automáticas del tipo metralleta.

A la 13:30 horas, el cuerpo de Stanley fue trasladado, a bordo de su camioneta, al Ministerio Público 24, que se localiza en las instalaciones de la delegación Alvaro Obregón.

Por la tarde, el cuerpo de Stanley fue trasladado al Servicio Médico Forense, y aproximadamente a las 9 de la noche sus restos fueron llevados a la agencia funeraria ubicada en Félix Cuevas y Gabriel Mancera.

A las puertas del Semefo, lo mismo que en la agencia funeraria, se congregaron cientos de personas que esperaban el paso del féretro del locutor de televisión y dueño de una empresa de producción.

El sábado pasado, en la emisión de uno de los programas de Stanley apareció un cartel en el que se leía: "Paco, estás muerto". Al respecto, la televisora del Ajusco aclaró que sólo se trató de una broma.