n La resolución, principio de reciprocidad de la Confederación Helvética
Concede Suiza la extradición de De Prevoisin; éste podría apelar
n Huyó del país en 1994 acusado del desvío de alrededor de 75 millones de dólares
Kyra Núñez, corresponsal, y Jesús Aranda n La Oficina Federal de la Policía Suiza autorizó ayer la extradición a México del ex presidente de Aerovías de México, Gerardo de Prevoisin. El empresario tiene una orden de aprehensión por el delito de administración fraudulenta en contra de la empresa aérea por alrededor de 75 millones de dólares y 15 millones de pesos, según estimaciones oficiales.
De Prevoisin cuenta con un plazo de 30 días para apelar de la sentencia judicial, tiempo en el que no podrá ser enviado a nuestro país por las autoridades suizas, salvo que el propio acusado decida no ejercer su derecho y retornar motu proprio, comentaron las fuentes consultadas.
Asimismo, trascendió que de acuerdo con las recientes reformas penales, en caso de que De Prevoisin sea extraditado tendrá que ser trasladado a una prisión, aunque por tratarse de un delito no grave se estima que no habría problemas para que obtuviera su libertad bajo caución.
La resolución tomada por el gobierno de la Confederación Helvética fue adoptada como un ''principio de reciprocidad'' y de las reglas del derecho nacional de Suiza, en virtud de que no hay un tratado de extradición vigente entre los dos países.
De acuerdo con la nota diplomática que entregó el embajador de México en Suiza, Enrique Loaeza -quien paradójicamente sustituyó a De Prevoisin en la dirección de Aeroméxico-, las autoridades mexicanas afirmaron que, de autorizarse la extradición, el empresario será sometido a un proceso penal en que se garantizarán sus derechos humanos.
La noticia -que se hizo pública la tarde de ayer en la Oficina Federal de la Policía con sede en Berna- indica que se aceptó la demanda mexicana para extraditar a Gerardo de Prevoisin, quien es ciudadano francomexicano.
Sin embargo, se estima que en caso de presentarse la apelación el proceso podría durar entre seis y doce meses más para que la decisión sea confirmada y ejecutada.
El ex presidente de Aeroméxico se encuentra internado en una prisión suiza desde hace un año, en detención provisional bajo demanda de extradición, luego de que fue arrestado el 2 de agosto de 1998 en la ciudad de Küsnacht, del cantón de Zurich.
El acusado huyó de México en 1994 y se mantuvo la mayor parte del tiempo escondido en diversos lugares de Francia hasta su detención.
De Prevoisin renunció a la presidencia del Consejo de Administración de Aeroméxico el 23 de septiembre de 1994, y el 9 de octubre de ese mismo año la administración de esa empresa comenzó las acciones legales en su contra con una demanda penal por fraude.
Estando prófugo de la justicia, afirmó bajo juramento ante representantes de una corte civil de Estados Unidos, que había pagado 8 millones de dólares en donativos para el Partido Revolucionario Institucional (PRI), en apoyo a la campaña presidencial de 1994, según información publicada por el periódico estadunidense The New York Times, que citó documentos presentados en el caso que se ventilaba en ese entonces en una corte de Texas.
Un día después, el partido tricolor negó haber recibido dinero de la empresa Aeroméxico para el financiamiento de sus campañas políticas, sin embargo, aceptó que De Prevoisin realizó aportaciones económicas al organismo político a título personal y de otras personas físicas.
El 9 de agosto de 1995, Gerardo de Prevoisin declaró ante una corte estadunidense que era víctima de pugnas internas del PRI.
El 11 de septiembre de ese año, la intermediaria financiera estadunidense InverWorld fue acusada de colaborar con De Prevoisin en un presunto fraude contra Aeroméxico por 37.5 millones de dólares.
Fue el 2 de agosto de 1998 cuando el ex presidente de la línea aérea fue detenido en Suiza, y la Procuraduría General de la República (PGR) inició el proceso de formal extradición.
n Se convirtió en benefactor de las campañas políticas del PRI en 1994
El empresario, precursor de los donativos bajo la mesa
Roberto González Amador n Convertido en el primer gran empresario que aceptó haber hecho donativos para financiar bajo la mesa las campañas políticas del PRI, Gerardo de Prevoisin Legorreta será traído a México desde Suiza para responder las acusaciones de fraude por 70 millones de dólares en contra del patrimonio de Aeroméxico, empresa que dirigió desde 1988 hasta septiembre de 1994, cuando huyó del país.
En un testimonio bajo juramento ante oficiales de una corte de Texas, realizado en la ciudad francesa de Niza, Gerardo de Prevoisin aseguró que Miguel Alemán, actual gobernador de Veracruz, autorizó y participó en la transferencia de ocho millones de dólares del patrimonio de Aeroméxico para financiar las campañas del PRI en 1994.
El interrogatorio fue realizado en Niza a petición de los abogados del empresario, y tuvo lugar entre el 20 y el 22 de mayo de 1998. La declaración fue tomada como parte de un juicio por fraude que se ventila en una corte de Texas, en el que se acusa al ex magnate de la aviación de desvíos de recursos de la aerolínea por 70 millones de dólares. En esa ocasión, De Prevoisin aseguró que Alemán Velasco participó en el traspaso de ocho millones de dólares de la empresa para financiar la campaña del PRI. También sostuvo que Guillermo Ortiz Martínez, subsecretario de Hacienda en 1994, le pidió que abandonara el país. Posteriormente, el hoy gobernador del Banco de México rechazó esa versión.
Durante el interrogatorio, Gerardo de Prevoisin respondió al abogado Chris Weil, contratado por la nueva administración de Aeroméxico. El empresario declara que:
-(la aportación al PRI)... Es algo que se discutió en el comité ejecutivo, incluyendo a algunos miembros del consejo y se decidió conseguir algo de ayuda.
-ƑCon cuáles miembros del consejo se discutió eso? -pregunta el abogado Weil.
-Bremmer, Miguel Alemán, Carlos Watty, Benjamín Llano, Ignacio Castillo, Alfonso Pasquel y varios más -responde el empresario, quien insiste en que la ayuda al PRI fue pactada por el consejo de dirección de la compañía.
Avión y boletos gratis
En esa ocasión, Gerardo de Prevoisin afirmó que además de los ocho millones de dólares en efectivo, Aeroméxico prestó al Revolucionario Institucional un avión y le regaló mil 500 boletos.
Las declaraciones confirman que el dinero aportado al tricolor formaba parte del patrimonio de Aeroméxico y no de su fortuna personal, como sostiene el partido oficial para tratar de desestimar cualquier posible ilegalidad en la donación. Según testimonios, De Prevoisin entregó ocho cheques por un millón de dólares cada uno entre enero y agosto de 1994, todos para financiar la campaña presidencial del Revolucionario Institucional. La ruta que siguieron esas donaciones fue la siguiente:
De enero a agosto de 94, el equivalente a un millón de dólares al mes salen de Aeroméxico disfrazados como pagos personales a De Prevoisin; a través de Intercontinental Casa de Cambio, el dinero es convertido en dólares estadunidenses para ser enviados a una cuenta personal del empresario en Citibank-Nueva York. De esa cuenta, DePrevoisin firma tres cheques por un millón de dólares cada uno y los entrega a dos fideicomisos del PRI en Banca Serfin, antes de las elecciones federales de 1994.
A principios de septiembre de ese año se transfieren otros cinco millones de dólares, aunque en este caso no está comprobado que fueron depositados en Serfin. Dato interesante: la ejecutiva que lleva la cuenta de Gerardo de Prevoisin en Citibank -y realiza en tal carácter las transferencias- es Amy Elliot, la misma que fungió como agente financiero de Raúl Salinas para enviar dinero de Nueva York a Suiza.
De Prevoisin era en 88 socio minoritario de Aeroméxico, que recientemente había sido privatizada. Poseía poco más de 5 por ciento de las acciones y desde ahí escaló hasta presidir la compañía a partir de 1989 y hasta su huida del país en 1994.