n Tello Peón: es una irregularidad; no lo es, asegura Murillo Karam


Difieren funcionarios de Segob sobre credencial

José Gil Olmos y Jesús Aranda n La credencial para portar armas que expidió la Secretaría de Gobernación (Segob) a Francisco Stanley, en calidad de "servidor público", fue una irregularidad, aceptó Jorge Tello Peón, subsecretario de Seguridad Pública de esa dependencia.

Dijo que la autorizaron para atender la "emergencia" de un personaje que temía por su vida y que tenía influencia en la opinión pública.

El ex director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) desde 1994, y antes coordinador del Centro de Planeación para el Control de Drogas, argumentó que por una "lógica excepcional y extraordinaria de seguridad" se emitió el documento.

Reconoció que se han entregado más licencias similares --aunque se negó a dar el número--, y aseguró que como ex titular de dicho centro no tuvo información previa de las presuntas relaciones del conductor televisivo con el narcotráfico.

El Cisen, añadió, no es un organismo de seguridad pública, sino de información y de inteligencia para proteger el Estado, y aunque la seguridad pública y el crimen organizado son temas que inciden en la seguridad nacional, el trabajo del centro es de "nivel estratégico".

Contrariamente a la declaración de Tello Peón, el subsecretario de Gobierno, Jesús Murillo Karam --antes titular de la Subsecretaría de Seguridad Pública de Segob--, afirmó que no hubo ningún hecho irregular al otorgarle el permiso y credencial a Paco Stanley. "En lo absoluto, está en los términos de la Dirección de Normatividad", aseguró, al insistir en que se actuó dentro de la ley.

Ayer, la dependencia centró su atención en explicar las razones por las que dio un permiso para portar armas a Paco Stanley el pasado 11 de mayo, acreditándolo como "funcionario público", a través de la Dirección General de Normatividad y Supervisión en Seguridad.

En su primera conferencia de prensa, Tello Peón, nervioso, dijo que se habían originado "especulaciones" por dicho permiso, a raíz de la conferencia que dio ayer el procurador del Distrito Federal, Samuel del Villar.

Para explicar el porqué la Segob expidió esa credencial, se apoyó en el nuevo responsable de la Dirección General de Normatividad, Roberto Pedro Hernández Martínez, quien sustituyó apenas el lunes pasado a Marcos M. Souverbille, responsable de haber otorgado a Paco Stanley el permiso de portar armas en calidad de servidor público.

"El señor Stanley había manifestado preocupación por su seguridad, pues ya había tenido incidentes, y que ustedes han comentado ampliamente, por lo que la Secretaría de Gobernación optó por este camino para atender esta urgencia", dijo.

Agregó que Stanley también había solicitado permisos para sus ayudantes y tres personas más.

Fue en atención a una urgencia de un personaje público, pero la credencial tenía una vigencia temporal, reiteró en la conferencia desarrollada en su oficina.

Sostuvo que la intención de la Segob no es dar permisos para portación de armas a los particulares, pues esta es una facultad de la Secretaría de la Defensa Nacional.

"Las credenciales que expide la Secretaría de Gobernación, y de ahí el formato, son de portación de armas para empleados federales, para empleados de gobierno, y cuyas funciones puedan ameritar la necesidad de portación de armas, armas legales, conforme a lo establecido por la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos", añadió.

Tello Peón también argumentó que se expidió a Paco Stanley el permiso de portación de armas como "servidor público" porque los sistemas vigentes de seguridad pública no están actualizados. "A mí me parece que lo más importante es que tengamos la capacidad de responder a la sociedad y velar por los bienes supremos y, en este caso, atendimos una urgencia donde estaba en entredicho la seguridad del señor Stanley".

--Pero la ley no admite excepciones, y cuando los servidores públicos cometen irregularidades deben ajustarse a la misma ley, Ƒse va a actuar de esta forma?

--Tiene usted razón. Nosotros tenemos que asumir la responsabilidad de cada acto que hagamos. Yo quiero ser muy claro porque esta es una conferencia para comunicar a la sociedad lo sucedido.

"Teníamos un estado de emergencia y, dados los mecanismos y las atribuciones que tiene la Secretaría de Gobernación, se consideró que ese era el camino más ágil y oportuno para atender la urgencia", indicó.

No es, no puede ser el objetivo de la autoridad cuya responsabilidad es velar y garantizar la seguridad a todos los ciudadanos, señaló, el ánimo de la autoprotección o la autodefensa, o la ley por su propia mano, de ninguna manera. Era, simplemente, atender esa urgencia, no hay más", agregó.

Sin embargo, cuando pidió el apoyo del nuevo director general de Normatividad y Supervisión de Seguridad, Roberto Pedro Hernández Martínez, para sostener el argumento de que se había actuado por una situación de emergencia, este último informó que la petición de portación de arma de Stanley fue para formar una empresa de "protección de seguridad", y que la petición la había hecho el pasado 6 de mayo.

Ante la insistencia de que diera la información de cuántas credenciales similares se han otorgado a otros ciudadanos, acotó: "No, yo no he dicho que no sé. Dije que no les digo esto porque es importante: es una lógica de seguridad".

Interrogado sobre si se aplicaría la Ley de Responsabilidades para los Servidores Públicos, Tello Peón pidió el apoyo del abogado Roberto Pedro Martínez, porque "yo soy ingeniero", especificó.

Este último rechazó que se les vaya a aplicar una sanción al anterior director general de Normatividad y Supervisión en Seguridad, Marcos M. Souverbille, y a la directora de Normatividad, Lidia Noguez Torres, porque "no hubo dolo", afirmó.

En tanto, la Secretaría de la Defensa Nacional no ha encontrado el registro de ninguna arma a nombre de Francisco Stanley, confirmaron fuentes castrenses.


n Llama a los tres niveles de gobierno a coordinarse en el combate al hampa


Imparcialidad, pide el Congreso a medios

Andrea Becerril, Georgina Saldierna, Karina Avilés y Angeles Velasco, corresponsal n El Congreso de la Unión formuló ayer un llamado a "todos los actores sociales y a los medios de comunicación a mantener una actitud objetiva e imparcial que contribuya a la armonía de la sociedad y a crear condiciones para afrontar de mejor manera el grave problema de la criminalidad y la inseguridad pública".

Asimismo, hizo un llamado a los tres niveles de gobierno --federal, estatal y municipal-- para responder de manera coordinada al combate a la delincuencia y la impunidad.

El punto de acuerdo, propuesto por el PRD, fue motivo de una amplia discusión y provocó que la sesión de la Comisión Permanente se iniciara hora y media después de lo previsto, ya que el PRI pretendía que no hubiera discusión en tribuna y el PRD insistía en protestar por la forma en que las televisoras utilizaron el asesinato del conductor Francisco Stanley para atacar al jefe del gobierno de la ciudad, Cuauhtémoc Cárdenas.

Sin embargo, se logró el consenso y la presidenta de la Comisión Permanente, María de los Angeles Moreno, leyó el punto de acuerdo --signado por los grupos parlamentarios de PRI, PAN, PRD, PT y PVEM-- donde el Poder Legislativo reiteró que la seguridad y el crimen organizado es un asunto de responsabilidad compartida entre las diferentes instancias de gobierno, a fin de que se respete a la integridad física y patrimonial de cada uno de los mexicanos.

"Por ello, los legisladores mexicanos refrendaron su compromiso de continuar la adecuación y mejoramiento de las leyes penales y evaluar los resultados de las recientes reformas realizadas en la materia".

Luego subió a tribuna la diputada Clara Brugada, para demandar a nombre de la fracción parlamentaria del PRD, que el lamentable acto criminal contra Stanley no sea aprovechado para lucrar políticamente con el dolor y la indignación de la sociedad.

Expresó en particular el rechazo de los perredistas al manejo político que las dos cadenas de televisión del país dieron al atentado contra Stanley, para iniciar "el linchamiento del jefe de gobierno del Distrito Federal", sin esperar el avance de las investigaciones.

Las televisoras, añadió Brugada, no informaron, emitieron su opinión e incluso cuestionaron la necesidad de realizar elecciones como método universal para elegir gobernantes, poniendo en tela de juicio el régimen democrático de México y sugiriendo la instauración de medidas autoritarias y absurdas como la instauración de la pena de muerte.

La diputada perredista insistió en que la ejecución del conductor de televisión muestra el inocultable crecimiento y poder del crimen organizado, que la Secretaría de Gobernación no ha logrado disminuir ni erradicar, entre otras cosas por los muchos cambios de titulares en la dependencia, cinco en lo que va del sexenio.

Igualmente, el diputado del PT, Gustavo Pedro Cortés, consideró que ante los hechos criminales del pasado día 7, "los medios de comunicación transmitieron información de manera tendenciosa". A su vez, las fracciones del PAN, por conducto del diputado José Espina Von Roeherich, advirtió que desde el poder público debe ser atendida la demanda ciudadana de resolver la inseguridad pública que se da en la capital del país y en varias entidades.

El senador Juan Ramiro Robledo, a nombre del PRI, hizo notar que el acuerdo tomado en la Permanente no sólo se refiere a los hechos en que perdió la vida Stanley, sino a todas las acciones de violencia y delincuencia

Al final de la sesión, María de los Angeles Moreno concedió una entrevista a Tv Azteca, donde se le interrogó en torno a las críticas que formularon PRD y PT a las televisoras. "La idea era que todos fuéramos con el punto de acuerdo y que ahí quedara cerrado el asunto. Sin embargo ellos estimaron que no les resultaba suficiente y quisieron abundar. Es su derecho de tribuna y expresión.

Salinas manipuló la información

Por otra parte, el dirigente nacional del PRD, Pablo Gómez, acusó al presidente de Televisión Azteca, Ricardo Salinas Pliego, de manipular la información en torno al asesinato de Paco Stanley, con el fin de dañar la imagen del jefe de Gobierno capitalino, Cuauhtémoc Cárdenas.

Ante ello, exhortó a Salinas Pliego a postularse como candidato, "si quiere cambiar la actual administración del Distrito Federal y ejercer su propio gobierno".

En entrevista, luego de una reunión de apoyo al candidato de la coalición PRD-PT a la gubernatura del estado de México, Higinio Martínez Miranda, aseveró que el asesinato del conductor de Tv Azteca no fue un problema de inseguridad pública, sino un atentado directo.

Sin embargo, agregó, ha sido utilizado por algunos medios para tratar de dañar la imagen de Cuauhtémoc Cárdenas, lo cual no es éticamente aceptable.

Conminó al presidente de Televisión Azteca a buscar las medidas constitucionales si no está de acuerdo con el actual gobierno del DF.

"Si quiere cambiar la administración de Cuauhtémoc Cárdenas, que busque las urnas y el voto de la mayoría para que pueda establecer el gobierno que él quiere", acotó.

Pablo Gómez llamó a la reflexión sobre el manejo que se hace de la información del asesinato de Stanley, pues aunque es un crimen condenable, "no se puede crear un ambiente de zozobra e inseguridad".

Asimismo, manifestó que es necesario exigir justicia y el esclarecimiento de los crímenes, pero debe hacerse conforme a derecho.

Deben ser sancionadas

A su vez, la Alianza Democrática Nacional (ADN) consideró "abominable" el manejo que Televisa y Televisión Azteca hicieron del caso Stanley, y debe ser motivo de una sanción legal, ya que ambas televisoras ocasionaron una histeria colectiva.

Por otra parte, "no estamos de acuerdo con la campaña en contra del gobierno de la ciudad encabezada por Cuauhtémoc Cárdenas, a quien le han estado poniendo piedras en el camino para que no avance hacia el 2000".


n De la academia a un encuentro real con la violencia del crimen organizado


Dos jóvenes policías, frente a los asesinos de Stanley

Elia Baltazar n En sólo unos segundos, a la velocidad del miedo, por su mente pasaron todas las lecciones aprendidas en la academia de policía. Era su primera vez, y con lo labios apretados y el temor contenido, Isaías García Granados, de 20 años, y Abraham Gerardo Arellano Delgadillo, de 22, vivieron su primera experiencia frente al crimen.

Estaban de paso por El charco de la ranas, para cumplir el deber que les obliga reportar el Código Aguila en los diferentes establecimientos comerciales del cuadrante uno de la colonia Jardines del Pedregal, que corresponde a las zonas de patrullaje 4 y 5 del sector 42 de la policía capitalina, al que están asignados.

Sobre la barra del restaurante, esperaban que el jefe de meseros diera el visto bueno a su visita de vigilancia. De pronto, escucharon un golpe contra la superficie: la mano de Paco Stanley se había abalanzado sobre el recipiente en forma de rana, repleto de dulces que ofrece el establecimiento a sus clientes. Se volvieron y lo reconocieron de inmediato -Ƒy quién no en este país?-.

Guiados por la curiosidad que despiertan los personajes de la televisión, siguieron sus movimientos hasta su salida del restaurante. Los dos escoltas que acompañaban a Paco siguieron su paso. Uno permaneció en la puerta y el otro lo acompañó a su camioneta, recuerdan Isaías y Abraham.

Sólo unos minutos después los jóvenes policías escucharon "las primeras detonaciones de arma de fuego". En unos instantes pasaron por su mente, a la velocidad del miedo, todas las lecciones recibidas en la academia de policía, de la cual egresaron hace sólo ocho meses.

Se agazaparon en la puerta principal del restaurante, desde donde pretendieron tener la primera impresión de lo que ocurría afuera. Es la lección uno. La espalda del hombre del traje gris que disparó contra Stanley estaba fre nte a ellos. Abraham le dijo a Isaías: šPide apoyo!, y éste volvió a la barra, donde estaba su radio, para solicitar la intervención de más elementos: cumplida la lección dos.

Mientras uno radiaba el hecho, el otro se mantenía a la expectativa para ubicar a los agresores: cuántos eran, quiénes, y dónde estaban. "Entonces vi a dos sujetos más armados, uno de traje negro y otro al que no distinguí muy bien porque estaba en la escalinata del puente peatonal que cruza el Periférico", detalla Abraham.

En ese momento, el hombre de traje gris se dirigió hacia los cajones de estacionamiento con el arma en la mano, como buscando a alguien. Isaías volvió luego de pedir apoyo y Abraham le señaló al hombre del puente: "Cuidado, hay uno allá arriba!" Su primer disparo salió de su arma, pero al parecer el gatillero no se percató, porque siguió su búsqueda por el estacionamiento. Hasta ese momento no hubo fuego cruzado.

Uno de los escoltas de Stanley, tirado en el suelo bajo la parte delantera de un auto, comenzó a gritar que dispararan. El agresor ya había dado con él y lo tenía en la mira. Abraham supo que tenía que actuar de inmediato "porque si no lo iba a matar a mansalva". Le disparé, el hombre se volvió y comenzó a correr hacia un costado del restaurante.

El hombre del puente ya no estaba, había corrido, mientras los otros dos huyeron juntos, tropezándose entre ellos. Los policías dejaron su lugar y comenzaron a revisar si no había alguno más entre los autos estacionados. "Vimos al valet parking y a un hombre tirado bajo un auto". A él sólo le extendieron un gesto pidiéndole que permaneciera en su lugar.

Corrieron tras ellos por el puente y escucharon la voz de una persona que desde un edificio les gritaba hacia dónde habían huido. Habían pasado sólo cuatro minutos desde que reportaron los hechos al puesto de mando, cuando comenzaron a llegar las patrullas del sector. Por cierto, las primeras en arribar al lugar, aun antes que las cámaras de las televisoras, que afirmaron lo contrario. "A cada una le fuimos diciendo hacia dónde se había dirigido el auto". Antes un hombre les dio las características del vehículo.

Al volver al restaurante para resguardar el lugar, se dieron cuenta del rastro de sangre y así se percataron de que uno iba herido. Entonces Isaías y Abraham cumplieron la misión de auxiliar a los heridos y vigilar el área para cuidar las evidencias. Porque así se los enseñaron.

Lo que nunca les dijeron es que sus chalecos antibalas no resisten un calibre 40, que los hubiera atravesado, y aun percatándose de que sus contrarios llevaban en las manos algo así como un arma corta que identificaron como escuadra o Baretta, ellos salieron con su revólver 38 especial en la mano, para hacer frente al crimen organizado.

Su intervención, sin embargo, salvó la vida de al menos cuatro personas. Fueron, a decir verdad, el elemento sorpresa con el que no contaron los sicarios que cobraron la vida del comediante. Y aun el seguro de vida del chofer escolta que lo acompañaba. La seguridad pública sacó la cara por la privada.