n Niega la DEA que hiciera un seguimiento al ex conductor de Tv Azteca
Investigan bienes de Stanley
n Despiertan sospechas los ingresos que percibía y sus propiedades n Aceptaría la PGJDF un examen por terceros
José Galán n La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), por medio del Ministerio Público, negó el permiso de que el cuerpo de Francisco Stanley fuera cremado --lo cual había sido solicitado por sus familiares--, pues considera que aún no han concluido las investigaciones.
Por su parte, Terry Perham, vocero de la Drug Enforcement Administration (DEA, por sus siglas en inglés), rechazó en declaraciones a la televisión mexicana las versiones de que esa institución mantenga alguna investigación en torno a Paco Stanley, como se ha difundido en la prensa de México.
"Los reportes a los que se refieren son totalmente incorrectos e inexactos. La DEA no tiene ninguna información ni evidencia, muchos menos investigación, sobre el señor Francisco Stanley", subrayó.
Pedro Estrada, director general de los Servicios Periciales, sostuvo que la PGJDF está abierta a que una tercera parte, "completamente ajena al caso", realice nuevas pruebas toxicológicas para comprobar o desechar el hallazgo de cocaína en la orina de Stanley, pues está seguro de los resultados obtenidos son ciertos.
Los Servicios Periciales informaron que los tipos de sangre encontrados en la ruta que utilizaron los homicidas para huir, como la hallada en el cristal trasero del Jetta 1999 color gris abandonado la noche del lunes, coinciden plenamente y es del tipo A-rh positivo.
Amplía Bezares declaración
Mario Bezares amplió la noche de ayer su primer testimonio ante el Ministerio Público, y reconoció que tanto él como Stanley recurrían, "ocasionalmente", al uso de estimulantes, pero negó que se tratara de un hábito.
Ratificó lo dicho en su primera declaración, sobre que se encontraba en el baño y que no había visto nada de cómo se desarrolló el asesinato de Stanley.
En esa declaración, incluida en la averiguación previa 24/2736/99-06, reveló que Stanley obtenía ingresos anuales por un millón y medio de pesos, y él 35 mil mensuales.
Sin embargo, la PGJDF comenzó a investigar los bienes de ambos conductores, "pues no checan con lo que hemos descubierto", dijo una fuente de esa institución. "Ambos llevaban un tren de vida por encima de sus posibilidades", agregó.
Asimismo, funcionarios de la PGJDF indicaron que para ampliar las investigaciones será necesario obtener el testimonio de más de 40 personas que eran cercanas o colaboradoras de Stanley.
La fuente de la PGJDF informó que Stanley era dueño de la camioneta Lincoln 1999 en la que fue asesinado, con un valor comercial de 500 mil pesos; un automóvil BMW Z-3 de dos plazas, con valor de 400 mil pesos; un Mercedes Benz plateado, con valor estimado en 360 mil pesos, además de una residencia en Pedregal de San Angel, una casa en la colonia Condesa --donde reside Mónica Olmos, a quien le habría regalado una Jeep Grand Cherokee 1999.
"De hecho, Stanley tenía cerca de dos años de no vivir con su familia y solía pernoctar en una casa de la Condesa", reveló.
Mario Bezares posee un automóvil Chrysler Cirrus Sebring último modelo, una residencia, joyas, y lleva un estilo de vida que ha levantado sospechas entre los detectives y funcionarios de la PGJDF.
Las autoridades mantienen varias líneas de investigación, según fuentes cercanas al caso, sobre todo trata de blancas, tráfico de influencias y narcotráfico.
Por ello es que el Ministerio Público, que considera que no están agotadas las indagatorias, rechazó la petición familiar de cremar el cadáver de Stanley, con el fin de mantener la posibilidad de exhumarlo cuando las investigaciones, la familia o incluso la justicia así lo requieran. Sin embargo, Pedro Estrada recalcó que, "indudablemente", los resultados positivos en las pruebas antidoping, tanto de la orina de Mario Bezares como del cadáver de Stanley, "son ciertos".
Por otra parte, en Acapulco, Guerrero, se desplegó un operativo policiaco en busca de los homicidas del ex conductor de Televisión Azteca, sin que se lograra ninguna detención.