n Los granaderos formaron una valla para que los dejaran salir
Retuvieron maestros a trabajadores y alumnos en el edificio de la SEP
n Anuncian los profesores inconformes protestas en Gobernación, en embajadas y en el aeropuerto
Claudia Herrera Beltrán n Cerca de 600 niños, 40 maestros y centenares de trabajadores del sector educativo estuvieron retenidos ayer durante siete horas en el edificio central de la Secretaría de Educación Pública (SEP), hasta que intervinieron granaderos que resguardaron la salida de los menores y del personal administrativo, ante un cerco de maestros disidentes.
Los profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) acusaron a las autoridades educativas de ''protagonismo'' por haber cerrado las puertas y por haber solicitado la intervención de la fuerza pública. La SEP respondió que estaba preocupada por la seguridad de los alumnos de primaria que se encontraban de visita cuando los maestros iniciaron su protesta.
Estudiantes y empleados salieron del inmueble en medio de la lluvia y custodiados inicialmente por unas 50 granaderas, a quienes después se sumaron cerca de 150 policías provistos de escudos y toletes.
A 38 días de haberse instalado en plantón, esta es la primera vez que los docentes impiden la entrada al edificio de la SEP, el cual mantuvieron rodeado durante tres semanas, antes de trasladar su protesta a la Plaza de la Constitución.
El cerco de los profesores de la CNTE comenzó a las 11 horas y desde ese momento se generó tensión en el Centro Histórico, pues se cerraron las calles República de Brasil, Venezuela, Argentina y Luis González Obregón. En las oficinas alternas de la SEP en Izazaga hubo algunos jaloneos cuando la comisión magisterial llegó a negociar con las autoridades.
El subsecretario de Servicios Educativos para el Distrito Federal, Benjamín González Roaro, ofreció entrevistas a varias estaciones de radio y pidió a los padres de los alumnos que no se angustiaran. Acusó a los profesores de tener una actitud ''muy agresiva'' y de haber arremetido con tubos y piedras contra puertas y ventanas. ''No íbamos a permitir que los niños tuvieran el menor riesgo'', explicó.
Agregó que los menores retenidos eran alumnos de primero a sexto grados de las escuelas primarias Constitución de Apatzingán (delegación Gustavo A. Madero) y Gustavo Pedro Mar (Cuauhtémoc), y se encontraban en el edificio desde las ocho de la mañana.
Fuera, los militantes de la CNTE, la mayoría provenientes de Guerrero, Michoacán y Tlaxcala, aseguraban que los niños podían salir y que el ''secuestrador'' era el secretario de Educación, Miguel Limón Rojas, quien en esos momentos estaba de gira por Coahuila. Mientras, algunos profesores golpeban una puerta en la calle de Venezuela y desprendieron unas molduras.
Después de dos choques entre maestros y granaderos, González Roaro acusó a los primeros de estar radicalizados y de defe nder ''intereses que van más allá del magisterio''. Además, aseguró que en las movilizaciones participan personas ajenas, como campesinos y vendedores ambulantes.
Pasaron más de cinco horas antes de que los granaderos llegaran a las inmediaciones de la SEP y formaran una valla, con la anuencia de los maestros. Treinta minutos después, el portón se abrió y salieron varios empleados, lo que provocó el enojo de los miembros de la CNTE, quienes gritaron: ''šDijeron niños, no charros!". Por un momento se caldearon los ánimos.
Enseguida aparecieron los alumnos, quienes veían extrañados a centenares de profesores que les aseguraban que jamás habían condicionado su permanencia. En el grupo que desocupó las oficinas iba el subsecretario de Educación Superior e Investigación Científica, Daniel Reséndiz, quien se retiró de inmediato.
La salida se interrumpió a las 17 horas. Tuvo que llegar el coronel Marco Antonio del Prado, primer superintendente del Cuerpo de Granaderos, acompañado de unos 150 elementos, para que se permitiera salir al resto de los alumnos y del personal.
A las 18:00 horas los maestros decidieron retirarse y en voz de Arcángel Ramírez, de la comisión de prensa de la sección 14 de Guerrero, anunciaron que ante la ''cerrazón'' de las autoridades realizarán acciones de ''mayor impacto'': irán una vez más al aeropuerto capitalino, marcharán a la Secretaría de Gobernación y bloquearán la entrada a las embajadas de Estados Unidos y Francia.