n Congreso universitario, punto de absoluto consenso


Pide el CGH que se establezca nueva instancia de interlocución

n Prolongada y caótica sesión del órgano de huelga estudiantil

María Esther Ibarra, enviada, Cuautitlán, Mex, 9 de junio n En una de sus sesiones más largas y empantanadas por las encontradas posturas de sus integrantes, el Consejo General de Huelga (CGH) aprobó la madrugada de ayer por 107 votos y 15 en contra "dirigirse a las autoridades universitarias en lo general", a fin de que éstas establezcan la nueva instancia de interlocución y, por consenso, realizar un congreso universitario donde se discuta y defina la transformación e incluso la refundación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Durante las casi catorce horas de sesión, --se inició cerca de las tres de la tarde de este lunes pasado y concluyó ayer a las seis de la mañana en la Facultad de Estudios Superiores de esta localidad-- las discrepancias estuvieron a la orden del día. Sin embargo, la definición del nuevo interlocutor generó una escandalosa discusión que estuvo a punto de acabar en golpes y abortar la plenaria, cuando un grupo de estudiantes -casi a las cuatro de la mañana-- tomó por asalto la mesa de debates y arrebató los micrófonos a los responsables de conducir la sesión.

Y es que luego de casi tres horas de intervenciones de oradores, algunos argüían que era una resolutivo del CGH el desconocimiento del Consejo Universitario, y por tanto, no podía ser considerado como instancia de interlocución, mientras que otros refutaban tal acuerdo. Los primeros postulaban que era problema de las autoridades universitarias determinar el interlocutor e incluso que no había por qué dialogar con aquéllas, y mucho menos con el "ya desconocido rector Barnés". Incluso se planteó para tal efecto formalizar su renuncia mediante una carta dirigida a la Junta de Gobierno.

Un estudiante manifestó que si el CGH insistía en desconocer a toda autoridad de la máxima casa de estudios, incluido el Consejo Universitario, era mejor levantar la huelga para que "nosotros gobernemos la universidad". El caos, imperante como nunca, motivó que buena parte de los delegados de las facultades de Ingeniería, Medicina, Filosofía y Letras y la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia abandonaran o no se presentaran a la reunión.

Las recurrentes revueltas al interior del CGH, particularmente a partir de la de ayer, donde tocó fondo, empieza a ser un factor para que algunos integrantes del movimiento estudiantil evalúen la necesidad de discutir el levantamiento de la huelga en sus escuelas y facultades en función también de los acuerdos del CU. Consideran, si no imposible, al menos difícil que las autoridades de la UNAM acepten la realización de un congreso universitario, o que sea elemento para sostener el paro.

Para unos, la mayor apuesta para lograrlo será el plan de acción de los próximos días, en particular el resultado de la marcha de hoy para conmemorar los trágicos acontecimientos del Jueves de Corpus de 1971. La manifestación partirá simultáneamente desde cuatro puntos de la ciudad de México --Tlatelolco, Tlalpan y Villa de Cortés; Casco de Santo Tomás y estación del metro Zaragoza-- donde los marchistas se concentrarán desde las cuatro de la tarde, para confluir en un mitin en el Zócalo capitalino.

Y aun cuando se esperaba que el CGH fijara su posición sobre los acuerdos del Consejo Universitario (CU), se eludió abordarlos, y ni siquiera hubo consenso para que cada escuela y facultad los discutiera en asambleas. Sólo seis planteles, en sus respectivos informes, plantearon esta propuesta. Es más: nadie solicitó información sobre la reunión del CU ni sobre las modificaciones al Reglamento General de Pagos (RGP).

En términos generales, en la sesión del lunes pasado de ese máximo órgano de gobierno de la UNAM se aprobó un nuevo RGP en el que se establecen aportaciones voluntarias y no cuotas obligatorias, además de otorgar "amnistía" a los paristas que no hayan incurrido en falta graves contra el patrimonio universitario y con excepción de casos y hechos en que la legislación del país no permite el desistimiento, así como extender el semestre con motivo de la huelga.

No obstante, por la tarde los voceros en turno del CGH aseguraron en conferencia de prensa en Ciudad Universitaria que el máximo órgano de representación del movimiento estudiantil rechazó los resolutivos del Consejo Universitario y, por ende, el nuevo RGP, al considerar que "no responden en su totalidad" a sus demandas, ya que "ni siquiera están resueltos cabalmente los cuatro puntos del pliego petitorio que las autoridades universitarias señalan".

Jazmín Luis Ceballos, Carlos Serratos y Eloy Rodríguez, portavoces del CGH, tras negar que el movimiento estudiantil sea intransigente al mantener la huelga pese a que Rectoría abrogó el RGP, aprobado el pasado 15 de marzo y germen de la huelga estudiantil que hoy cumple 51 días, aseveraron que en todo caso "respondemos a una medida intransigente de las autoridades por tomar medidas unilaterales sin consultar absolutamente a nadie de la comunidad uni- versitaria". Agregaron: "nosotros no queremos que lo modifique (el RGP), sino que lo abrogue, lo elimine, porque no estamos jugando, además de que hemos exigido diálogo y el cumplimiento de los seis puntos del pliego petitorio como condiciones mínimas para levantar la huelga".

Los voceros estudiantiles manifestaron que ya se conocían los resolutivos del CU y que fueron "discutidos" con las llamadas bases, por lo cual --acotaron-- cada escuela o facultad haría las "cuestiones de detalles o puntualizaciones" para fijar sus posturas en la plenaria del próximo lunes, a realizarse en la Facultad de Ciencias. Respecto a si conocían cómo quedó ese rubro donde se establecen exenciones, además del nuevo RGP, Eloy Rodríguez reiteró que el CGH no aceptaba el documento de Barnés, y aunque faltaba la discusión en los planteles, "damos por hecho que está rechazado".

Entre otros argumentos, la Comisión de Prensa del CGH declaró en un boletín que sobre la primera demanda del pliego --la abrogación del RGP-- no obstante el carácter voluntario de la inscripción semestral, "se deja intacto el cobro por servicios y trámites escolares, y no satisface la exigencia de gratuidad total de la educación".

Sobre la amnistía ofrecida por Rectoría, consideró que en "nada responde a la demanda de desmantelar el cuerpo policiaco y represivo de la UNAM, ni garantiza totalmente que no haya represalias al término de la huelga contra los miembros del movimiento estudiantil". Prueba de ello, dijo, es que continua la persecución y hostigamiento contra los integrantes del CGH, como ocurrió "hoy (ayer) por la mañana, cuando un contingente de brigadistas fue a respaldar el paro de la Universidad Autónoma de Chapingo".

En cuanto a la recuperación de clases y trámites escolares suspendidos durante la huelga, se consideró como un "llamado a la confrontación entre estudiantes, pues se deter- minó un plazo para la extensión del semestre que en todo caso debería iniciarse después del levantamiento de la huelga".

Respecto a los otros dos puntos del pliego petitorio, se adujo que Rectoría no les dio respuesta. Uno es el referente a la demanda de derogar las reformas al Reglamento General de Inscripciones de 1997, "donde se cancela el pase automático y la libre elección de carrera, además de restringir la permanencia de los estudiantes en la universidad".

El segundo es la exigencia de anular los vínculos de la UNAM con el Centro Nacional de Evaluación, por considerar que viola la autonomía de la máxima casa de estudios.

El punto tres, en torno al cual hay consenso absoluto en el movimiento estudiantil --realización de un congreso universitario-- los voceros del CGH consideraron que el Consejo Universitario redujo dicho espacio de diálogo a la integración de una Comisión (la de Encuentro, que se amplió de diez a 14 integrantes), "cuyas funciones se limitan a la determinación de una agenda de discusión".

Al respecto, en la sesión de la FES Cuatitilán el pleno de los delegados aprobó llevarlo a cabo pero, luego de una discusión sin consenso sobre su carácter, se determinó que en asambleas locales se discutan dos posibilidades: una, que sea democrático y resolutivo o con carácter constituyente; dos, que posea las tres características. Aún no se fijó fecha para efectuarlo.


n Distintos conceptos del término diálogo en el CGH


Una huelga con triunfos por celebrar

Hermann Bellinghausen n La asamblea se prolonga hasta la extenuación o hasta el amanecer, que viene a ser lo mismo. Una sesión errática, cuyo orden del día comenzó por el final; es decir, las primeras horas se consumieron en discutir el plan de acción, al revés de lo acostumbrado, y en eso como en todo se expresó la polarización en que se mueve el Consejo General de Huelga, que se condujo votando con sobresalto, ahora que el caos es sistema.

Quizás el mejor ejemplo de los dos discursos que confluyen en el CGH estuvo en la discusión sobre la toma de Radio Universidad, propuesta por una parte de la asamblea y con el apoyo de la mesa de debates. Este punto puso de nuevo en evidencia las distintas concepciones de la huelga.

Proveniente de los grupos dominantes de Ciencias Políticas y Trabajo Social, reiterados partidarios de este tipo de acciones, generó entusiasmos, temores, aceleres y prudencias. Los de Ingeniería, sobre quienes recaería la operación de Radio UNAM, explicaron que sería una toma inútil, ''de inmediato nos cortarían la señal, y eso en caso de que la supiéramos operar'', y dejaron claro que, de efectuarse la acción, ellos se deslindarían.

Un ceceachero, desdeñando estos argumentos, aseguró que ya conseguirían los huelguistas quién supiera operar la estación, y además ésta ''dejaría de decir mentiras''.

Los de posgrado, sobre quienes pesó anoche la posibilidad de perder sus cinco votos para trasladarlos a los huelguistas de Universum, por propuesta de trabajo social, argumentaron: ''La toma de radiodifusoras nos pondría a mucha gente en contra, y sería una de las peores decisiones en términos políticos''.

Uno de Veterinaria desestimó estas consideraciones en pocas palabras, y entonces uno de la FES Zaragoza contrargumentó: ''No se puede tener el control sobre tantas instalaciones y no queremos más órdenes de aprehensión por defender nuestros derechos''.

De la misma escuela otro estudiante dijo: ''Este movimiento necesita acciones contundentes para poner en jaque a las autoridades. Sería un golpe político a Rectoría porque le quitaríamos un medio donde difunde sus mentiras''. Una salva de aplausos lo interrumpió, y agregó: ''Además, regresaríamos las instalaciones a condición de que se dé un espacio a los estudiantes en la programación''.

De la ENEP Acatlán vino que ''Radio UNAM no es importante para Rectoría. Tienen Televisión Azteca y Televisa''. Entonces, un orador de políticas apretó la argumentación a favor. ''Se dijo que no éramos capaces de hacer una huelga y pudimos. Que no éramos capaces de llenar las calles, de llegar al pueblo. ƑPor qué no vamos a ser capaces de tomar Radio UNAM? La toma es importante tácticamente, para demostrar quién lleva la batuta''.

Siguieron fuertes aplausos y la mesa mostró prisa por votar el punto en la cresta del aplauso; no obstante, en apretada votación, el CGH rechazó la propuesta.

Un mundo de emociones

Una retadora cartulina proclama en un muro del recinto, mitad auditorio y mitad gimnasio, donde se realiza la sesión: ''Y quién dijo que el desgaste físico nos va a orillar a la negociación'', idea que choca con la de quienes sostienen, aunque con tibieza, que los acuerdos del Consejo Universitario el pasado lunes son un triunfo más de la huelga. Pero nadie estaba en ánimo de celebrar. Igual que después de la consulta.

Para la mayoría de los estudiantes llegar hasta la FES Cuautitlán significó experimentar qué tan lejos llega la UNAM, siendo éste el campus más periférico y remoto del área metropolitana.

Teniendo que votar continuamente si se podía o no votar lo que se iba a votar enseguida, el CGH también se afanó en definir qué interlocutor quiere para dialogar. El primer paso fue decidir que el diálogo se debe dar dentro de la propia UNAM. Entonces, un joven habló (nunca supe si en broma o en serio) y calentó a la concurrencia: ''Tenemos un rector que no resuelve, un Consejo Universitario que no resuelve, pero ya tenemos ganada la huelga, levantémosla mañana''. Unos se rieron, otros rugieron ''šfuera, fuera!''; otros lo tomaron como una provocación.

De Veterinaria, con mucha idiosincrasia, uno dijo: ''Para qué queremos a esos bueyes que ya desconocimos. El Congreso Constituyente es la vía''.

El consejero universitario de Economía señaló que, con todo y sus limitaciones, ''el Consejo Universitario tiene las atribuciones para resolver varios puntos del pliego petitorio''. Enseguida, otro orador dijo que ese Consejo ''aprobó puras ojetadas''.

Un estudiante de Cuautitlán se manifestó por ''una comisión amplia de todas las autoridades'', y aseguro que si bien el Consejo Universitario ''no representa a los estudiantes, sí a las autoridades'', y que el diálogo debe darse con todos los sectores de la UNAM.

Ingeniería dijo desconocer al rector, ''pero no a la Rectoría'', y Aragón dijo que para qué tanto rollo, ''no nos toca decidir quién va a ser nuestro interlocutor, eso es cosa de las autoridades''.

Otro orador expresó: ''Tenemos que exigirle al Consejo Universitario que dialogue con el CGH'', y enseguida otro le dijo que para qué, ''si la institucionalidad está rota'', y recordó la huelga de 1929. ''El movimiento puede demostrar que no necesitamos autoridades''.

Encerrados en el problema de dialogar con instancias que han desconocido, el CGH definió al interlocutor en términos generales, y de la mesa brotó un enigmático comentario: ''Es innecesario que nos empantanemos en este mundo de emociones, compañeros''.

Por 107 votos contra 15, el CGH decidió que se dirigirá, para dialogar, a las autoridades de la UNAM en general.

Más consensado parece el punto del Congreso Universitario, y quizás un pre congreso organizado por los huelguistas antes de llegar al diálogo con todos los sectores de la UNAM.

En tanto, las autoridades y el CU se mantienen cerrados al diálogo con los paristas y eso los ofende y radicaliza.

Está pelón

Al paso de las semanas ha cundido en el movimiento una epidemia de pelones y pelonas. Cada día hay más rapados entre los chavos, no sé si por moda, desafío o gesto estoico. Aunque la tendencia es dejar los cocos al cero, aún parece lejos una crisis capilar.

Sigue además habiendo largas cabelleras, sobre todo entre los estudiantes varones.

Sigue faltando una definición, aceptable para todos, de la palabra negociación. Para muchos es sinónimo de transa. De ahí esa frase del pliego petitorio que tanto inquietó al Consejo Universitario en su sesión del lunes y produjo incluso burlas, así como comentarios adversos por parte de la Comisión de Encuentro del rector (y ahora del CU): ''El diálogo no es negociación''.

En la sesión del CGH, el contingente más numeroso, después del de los anfitriones de Cuautitlán, fue el de políticas, que en sus momentos de entusiasmo entonaba la expresión de encomio. ''Vientos mesa'', o ''vientos políticas''.

Tan inaprehensible como al principio, aunque de otro modo, el movimiento surca ya su octava semana en paro. En las afueras del auditorio de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán se aglomeran con entusiasmo decenas de estudiantes para registrarse en las brigadas que seguirán saliendo a las calles de la ciudad. La otra cara de la huelga que sigue rompiendo los pronósticos y, pese al ''mundo de emociones'' y contradicciones que la acompaña, va.

n Para el ex secretario de la UDUAL, no tuvieron alternativa en las cuotas


Las autoridades, rebasadas: Abelardo Villegas

La aprobación del nuevo Reglamento General de Pagos (RGP) de la UNAM ''puede significar un retroceso para la institución'', afirmó Abelardo Villegas, ex secretario general de la Unión de Universidades de América Latina (UDUAL), al señalar que las autoridades fueron rebasadas por el ''juego político y no tuvieron otra alternativa ante la presión de grupos externos''.

Por separado, Angel Bassols Batalla, del Instituto de Investigaciones Económicas de la máxima casa de estudios, manifestó que ''hubo un pequeño retroceso al aceptar algunos puntos del pliego petitorio del Consejo General de Huelga (CGH)''.

Para Villegas, también profesor de la Facultad de Filosofía y Letras, ''es lamentable que las autoridades de la UNAM hayan tenido que dar marcha atrás a las reformas al RGP a causa de la presión ejercida por grupos políticos extraños a la UNAM''. Expresó que las autoridades y el rector ''no deben ceder más ante las demandas de los estudiantes paristas porque eso significaría favorecer la creación de una universidad laxa''. Asimismo, consideró que las autoridades ''deben aguantar el tiempo que sea necesario porque más allá de esto, lo que realmente está en juego es el futuro de la UNAM''.

Expuso que si autoridades y paristas llegan a un acuerdo, la universidad debe regresar a sus labores normales y no enfrascarse en un escenario de discusión sobre temas estructurales. También descartó la posibilidad de crear un congreso o foro de debate sobre los problemas que enfrenta la institución, pues la UNAM ''ya cuenta con un Consejo Universitario que es el máximo órgano de gobierno de la institución''.

En ese sentido, Bassols consideró que el congreso universitario debería efectuarse una vez que termine la huelga, pues ''no se puede poner como condición para levantar (el paro) porque organizar un congreso lleva tiempo y me parece que esa decisión no se puede aceptar''.

Por otra parte, consideró que era inevitable aprobar un nuevo reglamento de pagos. No obstante, señaló que el punto de las cuotas no resuelve el problema económico de la UNAM ''y menos lo va a solucionar si son aportaciones voluntarias, pero creo que de todos modos era necesario que se llegara a ese acuerdo''.

Dijo que las resoluciones aprobadas por el Consejo Universitario el pasado lunes ''satisfacen la mayor parte de los requerimientos de los paristas y con ello se cubren los aspectos necesarios y se da un buen avance'' para la solución del conflicto.

Por lo anterior, señaló que existen las condiciones básicas para levantar el paro de la UNAM, ''porque cada día que se pierde se lesiona a nuestra universidad''. (Karina Avilés)